Aprendiendo a vivir sin ti.

Pataditas.

Ayer llego por mi ventana una carta, que supuse que era de James al ver su nombre e iniciales de sus apellidos escrito a mano en la tapa del sobre.
No voy a mentir pase las dos horas siguientes llorando en silencio, recordando los viejos tiempos en los que James y yo eramos felices.
Después de eso me puse a decidir si leerla o no hasta que tome la decisión de no leerla y tampoco conservarla acabe quemando la carta.
No volveré a deprimirme, ni a dejarme caer otra vez en una de sus trampas.
Era y es lo mejor para el bebe y para mi, claro está.
Por cierto en todo el tiempo en que estuve pensando en James, mi bebe estuvo dandome pataditas como si supiera que el era su padre.
Me pregunto que si en un futuro mi hijo se sentira orgulloso de su padre, después de lo que me hizo o si James lo aceptara como su hijo y lo querra.