Pasaron 98 años y nadie sabía de ella.
Un día, cuando Alberto anuncio a su padre que iría a la batalla de Becort, salvo a una mujer. Una mujer con cabellos rubios pálidos, no como el sol pero parecidos, ojos verdes como los de él y cara fina y delgada.__¿Estas bien?__ le había dicho a la joven. Ella no levanto los ojos del cadáver que abrazaba la joven, simplemente asentó con la cabeza.__ ¿quién eres y como te llamas?.
La chica no contesto, seguía viendo al cadáver, él supuso que seria un ser querido. Se ha cerco a ella y la ayuda a levantarse. Olía a sangre, sudor y lágrimas y cogeaba del pie izquierdo.__Mi nombre es Adelayn Juliss Holiday. Princesa de Becort.
Contesto sin ningún rodeo. Alberto se quedó pasmado, jamás había conocido a la princesa de Becort, solo oía rumores y no eran muy buenos. Pero otros la veían como una Diosa, una guerrera sin piedad por los enemigos.
Empezaron a caminar juntos, ella con dificultad y él sosteniendola.__Yo soy Alberto Peñalver. Príncipe y futuro rey Peinking de Garender.
Ella se detuvo y él hizo lo mismo.
__Nunca te había conocido. Oí que tu hermana se volvió loca hace algunos años. Lo siento muchísimo.__dijo después de unos minutos de silencio.__La verdad es que enloqueció. Ella no era así, pero la cegó el egoísmo.
Aberto empezó a platicar con ella como si se conocieran de años, como si hubiera sido amigos desde hace tiempo y se volvieran a encontrar. Le platico que sus hermanas ya se habían casado y que su hermana Darla tendría pronto a su primer hijo h que su hermana Susey se había casado con un amigo de él, que había enviudado hace años y tenia dos hijos y que Susey los aceptaba como suyos. Ella le platico que el hombre a quien lloraba era alguien muy importante en su vida y que había dado la vida por ella, la había salvado de un enemigo. También le platico que ella era hija única y por lo tanto, futura reina de Becort en cuanto sus padres murieran o ella aceptará casarse.__¿Qué edad tienes? E oído que ustedes duran tantos años como nosotros y los de Henovaria y otros reinos.__ le dijo Adelayn a Alberto.
__Tengo 114 años. Lo sé, estoy viejo.__ contesto con una radiante sonrisa y Adelayn se río con ganas.
__¡Qué cosas...! Yo solo tengo 69 y me creo vieja.
Ambos rieron y cuando llegaron a su destino, descubrieron que la batalla había acabado.***
Con el tiempo se fueron haciendo amigos. Meses después, el Rey Henry había hablado con su hijo, que ya era hora de sentar cabeza y que mejor que con la princesa de Becort. Alberto la quería, la quería muchísimo como amiga y confidente, pero no la amaba. No sentía lo que su padre sintió por su madre, pero sabía que su padre tenía razón, así que invitó a Adelayn a quedarse por un tiempo en Garender y así poder planear su propuesta, pero en esos días tenían que ir a una batalla y Adelayn decidió acompañarlos.
Mientras las espadas y otras armas chocaban entre sí, Alberto pudo ver la silueta de su hermana apuntando con un arco a su objetivo... Sus ojos se abrieron de par en par al ver quien el objetivo...
Alberto corrió muy rápido para proteger a su padre de la flecha de su hermana, pero solo vio un cadejo negro enorme que se dirigía hacia él y cuando menos vio, ya estaba a merced de la bestia. Adelayn, toda fuerza y Rapides, colocó una flecha en su arco y esta prendió fuego y la apunto para el cadejo, asiendo que este arderá en llamas y se quitará de Alberto y así fue. Cuando Alberto ya había levantado, era demasiado tarde, el Rey de Garender había muerto. Con una flecha clavada en el pecho y la cabeza degollada por la espada de su adversario y la flecha por su propia hija.
Alberto, desconsolado, fue de tras de su hermana con intención de matarla, por la muerte de su madre y padre. Darla, igual de sorprendida que sus hermanas, detenía a Alberto para que no fuera tras ella.__No tiene sentido__ le dijo Darla mientras él forcejeaba.
__¡Mato a mis padres... esa maldita mató a mis padres!
Adelayn se ha cerco a él y posó sus manos en su rostro.__Escúchame, Alberto. No tienes porque maldecir a tu hermana, por mucho que lo ella lo meresca. Luego podemos buscarla y plantar juicio, pero por favor, tranquilo.
__¿Cómo me pides que me tranquilice? ¡He visto morir a mi padre ante mis ojos y por su propia hija!.__ Adelayn no contesto, solo se limitó a abrazarlo. Él correspondió a aquel abrazo y después la beso.
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El Último Descendiente
Historia CortaEstá es un historia muy corta, es un cuento muy pero muy cortito que es una tipo preceda de "La Última Descendiente". Hace muchos años, en el reino de Garender, reinaban reyes crueles y sanguinarios, hasta que llegó Henry Peñalver, último descendien...