Capítulo I - Un "beso" accidental

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CAPÍTULO I

Un Beso Accidental




15 de Noviembre, 2016

Amanda y su madre se encontraban sentadas en la mesa del comedor, ambas disfrutando de su desayuno en completo silencio. Faltaba poco tiempo para que Amanda tuviera que salir de su casa si deseaba llegar al colegio a tiempo, cosa de la cual la castaña no estaba consciente hasta que una notificación iluminó la pantalla de su celular y su atención se puso en él, las siete de la mañana marcándose en blanco encima de la foto de sus mejores amigos que tenía de fondo de pantalla.

Los cuatro hermanos Müller.

Amanda aún podía recordar el día en el que conoció a los cuatro chicos, quienes en ese entonces eran niños de su misma edad. En realidad, eso era tan solo lo que ella pensaba, puesto que algún tiempo después de haberlos conocido, descubrió que en lugar de ser cuatrillizos como ella lo había pensado —y como su madre erróneamente le había confirmado—, Logan y Chase eran gemelos, menores que Ian y Devon, quienes también lo eran, tan solo por un año.

Podía recordar también la confusión que sintió en el momento en el que todos entraron a la escuela y estudiaban en el mismo año, y es que Maeve —madre de los cuatro chicos— decidió que al llegar la hora en la que sus hijos mayores tendrían que iniciar el preescolar, los dejaría atrasarse un año para que los cuatro infantes pudieran entrar juntos a la escuela y así poder hacerse compañía. Después de todo fue casi exactamente un año después que Logan y Chase se unieron a la familia Müller.

Amanda sacudió la cabeza rápidamente, apartando la mirada de su celular y saliéndose de sus pensamientos al mismo tiempo, haciendo esto para luego darle una última mordida a su Sándwich y ponerse de pie. Amanda permaneció un momento en la misma posición debido a un pensamiento que le llegó de repente, o más bien un recordatorio, pero cuando puso la mirada en su madre y separó los labios para preguntar, esta levantó su dedo, como pidiéndole que no lo hiciera, y a pesar de que obedeció sin chistar, su entrecejo se frunció.

—Sí, sé que la nutella se terminó,—la menor abrió la boca para hablar, pero acabó soltando un quejido al verse interrumpida nuevamente. —Más tarde iremos a hacer las compras, ahora sube a cambiarte la pijama o llegarás tarde.

Amanda exclamó un "Gracias" antes de dirigirse a la cocina para depositar su plato y vaso en el lavavajillas. Sin tomarse demasiado tiempo en la tarea, salió de la cocina y subió las escaleras de dos en dos, cerrando la puerta detrás de ella antes de comenzar a buscar ropa en su closet. Se detuvo frente al espejo por un momento, observando su reflejo por algunos segundos antes de llevar la mirada hacia su closet abierto, inspeccionándolo con la misma, buscando algo con lo que recogerse el cabello.

Amanda no se dio cuenta en ningún momento del chico que se encontraba parado detrás de ella, por lo que después de estirarse para tomar la liga, levantó la cabeza y dejó escapar un pequeño grito de su garganta al ver como unos intensos ojos azules le regresaban la mirada a través del espejo.  Amanda cerró los ojos por un momento en el que simplemente puso una mano en su pecho, sintiendo su corazón acelerado palpitar contra este con fuerza. Finalmente, negó con la cabeza y se recogió el cabello.

Estaba bastante cansada de encontrarse con la misma escena unas tres veces por semana. Estaba cien por ciento convencida de que ninguno de sus amigos tenía conocimiento de lo que era la privacidad; jamás habían escuchado esa palabra, y mucho menos sabían cuál era la su significado. Estaba segura de ello.

Colocó sus manos en sus caderas, mirándolo con reproche. Pero antes de que pudiera decir cualquier cosa, su mejor amigo se acercó a ella rápidamente y cubrió su boca con una de sus manos.

Mi Vida Con Ellos  ( PRIMER LIBRO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora