Capítulo 1: Bienvenidos a Wellyng

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Un día lluvioso me desperté, parecía normal pero cuando fui a la cocina vi a mis padres discutiendo, siempre discutían pero esta vez no parecía normal porque estaban mucho más alterados y eso no me gusto mucho.. Me acerqué a la mesa y los dos me miraron: mi madre tenía los ojos llorosos y mi padre tenía una furia en la mirada que me estaba aterrando. Mi madre me agarro de las manos y me dijo: "Hija, nos vamos a separar". Yo caí al piso de rodillas y empecé a tartamudear: "Q....q...qué?" solo esa palabra tenía en la mente, no podía creer lo que estaba pasando.. Mi papá me agarro del piso y me dijo: "Nos vamos a Wellyng, arma los bolsos porque no vamos a volver más a este inmundo lugar". Los miré a los dos y sin entender nada subí las escaleras, fui hasta mi cuarto y empecé a guardar todo. Horas más tarde estabamos en el auto con mi padre dirigiendonos a no sé donde, luego de estar unos minutos callados me atreví a preguntarle:
_ ¿Y mamá?
_ Ella no vendrá - me respondió friamente.
_ ¿Por... Por qué?
_ Luego hablaremos de eso - encendió la radio y desde ahi nadie más hablo hasta que llegamos al pueblo - Bienvenida a Wellyng, es hermoso, ¿no?
_ Pero.. No hay personas, ni animales, parece totalmente abandonado.
_ Debe haber alguien por ahi. ¡Esto es ideal! ¡Paz y tranquilidad!
Entramos a la casa y me dio muchos escalofríos, las escaleras eran anchas y tan antiguas que cuando las pisabas hacían ruido, las ventanas estaban cubiertas por telaraña y las puertas chirriaban de tal manera que casi me dejan sorda.
_ Muy exótico, ¿no? -dijo mi padre.
_ Demasiado para mi gusto.
_ Ya te acostumbrarás, voy a buscar algo para comer, quedate viendo la casa.
_ Está bien.
Cuando mi padre se fue me quede pensando en mi madre, en que pasó para que ellos se separaran y porque estoy en una casa tan horrible y en un pueblo donde no hay vida, pero para quitarme esos pensamientos me puse a ver la casa, todas las habitaciones eran oscuras y llenas de moho, cosa que me daba náuseas. Después de un rato explorando vi una puerta oculta entre las alfombras, las quité e intenté abrirla pero no pude. Ya estaba anocheciendo asique decidí dejarlo para mañana encima mi padre ya había vuelto con la comida, fui a comer, me di una ducha y me acosté, esperando con ansias lo que pasaría el día siguiente.

La pequeña en el puenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora