Capítulo 7: La mano.

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Al fin.
Al fin.
Al fin era de día.
Aquella noche parecía interminable pero por suerte volvió la luz y pude estar casi segura de que aquella sombra no nos molestaría hasta que anocheciera.
Caminamos tanto que llegamos a parar en un hotel abandonado, las puertas y ventanas estaban completamente cerradas pero luego de un rato pudimos pasar.
Me metí en la primera habitación porque deseaba darme una ducha, mientras Adam iba a buscar algunas provisiones.
Cuando entré al baño vi que había una bañera y eso no me gusto mucho pero me sentía tan sucia que iba a arriesgarme.
Abrí el agua y me metí, no se cuantos minutos estuve, estaba tan relajada que en un momento cerré mis ojos.. Sentía una mano que acariciaba mi cara pero cuando abrí los ojos esta me ahogó, no paraba de patalear y hacia lo que podía para respirar pero nada, aquella mano era más fuerte que yo.
Adam escuchó los sonidos y quería derribar la puerta pero no lo lograba. Creo que fueron 15 segundos en los que me estaba ahogando pero parecieron una eternidad, en un momento Adam pudo pasar, me agarró bruscamente, me saco de la bañera y me tiro al piso. Yo estaba haciendo un esfuerzo para respirar pero me costaba mucho.
Cuando pude recuperar la conciencia me di cuenta que estaba desnuda y que Adam seguía ahi asique agarré una toalla, me tape y lo eche del baño diciendole que ya estaba mejor, me cambié y salí para donde estaba él. Me agarró de la cintura, puso mi brazo en sus hombros y me ayudo a caminar.
_ Encontré algo de comida, lo suficiente para ti.
_ ¿Para mí?
_ Tengo que ir a ver si mi madre esta bien - me dijo con la voz apagada - Cuidate ¿si? - Me dio un beso en la mejilla y se fue.

¿Qué haría ahora? Ya había perdido a todos y él me dejaba sola. No sabía a donde ir. Parecía una niña perdida en un centro comercial. Asique decidí seguir explorando aquel hotel, no estaba tan mal.

"Con un par de aspiradas creo que se vería mejor" pensé.

Y decidí pasar la noche allí, ignorando lo que había pasado horas antes. Ya había cenado y estaba por irme a acostar cuando las luces empezaron a parpadear, las cosas se encendían y apagaban solas y se escuchaban gritos como si estuvieran matando a alguien. Traté de ignorarlo pero los sonidos se hacían más y más fuertes.
Salí del hotel para ver que pasaba pero no había nadie en la calle. Era como el pueblo, vacío y tenebroso. Antes de dar la vuelta para volver a entrar algo me agarró y desde ahi ya no recuerdo más nada.

Desperté en el bosque, atada a un árbol y siendo observada por aquella niña que cada vez se me acercaba más y más y más. Cuando estaba a cinco centímetros de mí me di cuenta que en una mano tenía un cuchillo y en la otra un martillo, se sentó delante mío y me dijo:
_ ¿Con cual quieres que te mate? - empezó a reir.
No podía responderle, ya no salían palabras de mi boca, solo lloraba. Quería que Adam estuviera aquí, que mi padre estuviera aquí y que mi madre al menos me dijera "Adiós hija, te extrañaré".
La niña me miro y tiro el martillo detrás de ella, agarro el cuchillo y empezó a cortarme el rostro, me pareció raro porque no me dolía como yo pensaba.
_ Eres como nosotros - me dijo y se perdió entre los árboles.

Yo seguí ahi, atada, sin entender a que se refería la niña, y sin saber quienes eran los "nosotros" de los que hablaba.

La pequeña en el puenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora