soy muy hombre✨

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Ambos salieron de la sala de clases y el profesor furioso enseguida les cerró la puerta. Calum suspiró y miró a Erika, que no tenía expresión en el rostro.

-Lo siento, supongo. -dijo el chinegro caliente.

Erika lo miró y sonrió de lado.

-Tranquilo, chinegro pija blanca. Quizás algún día lo volvamos a repetir, no estuvo mal. -dijo mientras comenzaba a caminar con la cabeza en alto hacia la dirección del instituto Ver Galarga.

Calum quedó un poco sorprendido pero enseguida comenzó a caminar junto a Erika.

-Me encantó tocarte las tetas, tú podrías tocarme otra cosa. -dijo él todavía cachondo.

Erika lo miró de soslayo sonriendo coqueta.

-Quizás, algún día. -contestó simplemente y siguió caminando.

Ninguno dijo nada más hasta que llegaron a la dirección del instituto. Ahí simplemente le dijeron un par de cosas sobre que debían aguantarse las ganas de culear como conejos en la sala de clases, la abstinencia y un montón de babosadas más que ni Calum ni Erika prestaron atención.

Al salir de la dirección Calum dejó pasar primero a Erika sólo para mirarle el culo. Erika conocía esas técnicas de los pelotudos pero no le molestaba que le vieran el culo, ella dejaba que todos disfrutaran de su belleza.

Calum no pudo evitar tomar vuelo de su mano e impactarla en las nalgas de Erika. Ella se giró sorprendida hacia Calum.

-¿Me has pegado en el culo? -dijo ella sobándoselo.

Calum río levemente y cuando Erika sacó su mano de ahí le volvió a pegar otro nalgazo. Erika soltó un pequeño grito. Se estaba poniendo cachonda.

-Chinegro, si sigues haciendo eso terminaremos follando en los baños. -dijo ella caminando rápido hasta la salida del instituto.

-¿Acaso eso es malo? ¿No quieres que eso pase? -preguntó con la voz ronca alcanzando a Erika.

Ella lo ignoró, y con el ego un poco más elevado fue al estacionamiento del instituto y se subió a su automóvil.

Calum se quedó parado en medio del estacionamiento, viendo como Erika encendía el auto y se alejaba de ahí.

Cuando perdió de vista el automóvil de Erika reatzionó y fue a su automóvil. Se fue a su casa pensando en las tetas y el culo de Erika. Cuando llegó se dio cuenta que no había nadie más en la casa así que aprovechó y subió rápidamente la escaleras hasta su habitación.

Se sacó los pantalones y se sentó en la cama, se bajó el bóxer dejando al aire su anaconda blanca, llevó sus negras manos a su pija y comenzó a masturbarse pensando en Erika.

Estaba a punto de correrse cuando siente que abren la puerta de su habitación. De inmediato se saca la mano de su anaconda pero su líquido seminal salta por todas partes.

-¡Ay! ¡Kiasko! -dice Mali, la hermana mayor de Calum, saliendo de la habitación.

Él, muy avergonzado, corre al baño y se da una corta ducha fría. Al salir se viste con un pijama de su hermana, que era rosado y escotado. Sale de la habitación y baja al living, ya estaba la cena.

Se sientan todos en la mesa y comienzan a comer tranquilamente.

-Te ves bien, hijo. -le dice su padre con una sonrisa mirando orgulloso el pijama de su hijo.

-Gracias, viejo. -dice Calum también sonriendo con un pedazo de carne en el diente.

Mali ríe cómplice y Calum frunce el ceño advirtiéndole que no diga nada.

-Hoy lo vi masturbándose. -dice la chinegra.

Los padres de Calum lo miran con una sonrisa.

-Que bueno, se hace hombre de a poco. -dice su madre.

Mali frunce el ceño confundida y Calum sonríe, pero luego de darse cuanta de lo que dijo su madre borra la sonrisa.

-¡Mamá! -lloriquea- ¡Yo soy muy hombre!

-Si, claro hijo.. -dice su padre.

Mali ríe malvadamente y Calum enojado e indignado sube a su habitación a pasos pesados.

Ellos no saben que le toqué las tetas y el culo a la perra del instituto, pensó Calum.






Erika × Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora