Mi virginidad es bastante pública.
La perdí a los 16 con el amor de mi vida, al menos en esas épocas.
Yo estaba enamorada y el sólo estaba desvirgando a una novata por una apuesta.
La verdad todo fue bastante rápido e incomodo.
Y es que a mis 16 años yo no era una experta, más bien, yo era la cosa más ingenua de la vida.
-Y Kenzie... Que te parece si nos vemos hoy en mi casa? - esa fue la pregunta que lo inició todo.
Ese día yo había notado a Eugine muy extraño, me hablaba sin mirarme a los ojos y no había bromeado por la forma en la que me peinada, como lo hacia de costumbre.
-Mmm - me quería hacer la difícil para que no pensara que era una niñata. - Tal vez.
Si viera esta escena como la Mackenzie que soy ahora me reiría en mi propia cara.
-En realidad si quiere.- Elena siempre ha intervenido por mi, incluso cuando éramos unas pubertas.
Algo que no ha cambiado es el codazo que le doy cada vez que lo hace.
Esa vez no fue la excepción.
-Si, ahora que lo pienso si puedo ir.
-Genial. Te esperó entonces a las 5.
-A las 5 estaré ahí. - puse la sonrisa más enamorada y encantadora del universo. Bueno... Eso pensaba yo.
-Deja de hacer esa sonrisa que lo vas a espantar.- me susurro mi amiga al oído cuando su hermano ya no estaba a la vista.
Grite, agite las manos y salte como un mono.
-Siiii Es increíble que después de tanto tiempo tenga una cita con el. - le dije a Elena.
-Si claro. - me dijo sin mucha importancia. - Tu no te preocupes, yo me encargaré que mis padres no estén en casa para cuando ocurra la magia.
Y aquí viene la pregunta más estúpida de mi vida:
-Que magia?
El rostro de Elena en ese momento no tuvo comparación.
-Ya sabes... Cuando el colibrí visite la flor. - me explicó detenidamente pero yo seguía sin entenderle.- Cuando la Guadalupe deje de ser virgen. Cuando el presidente visite la casa madre.
-No comprendo lo que...
-Cuando Eugine te folle de una jodida vez!
Mi rostro de tramada fue el mejor.
-En serio crees que el...
-Diablos, para que crees que te invita a la casa? Para jugar X-Box?
Sinceramente había pensado que me invitó para pasar un bueno tiempo juntos. Lo típico de adolescentes, películas, bromas y tal vez una pequeño beso al final.
Pero desafortunadamente yo vivía en una película de los 80's. Por que las cosas claramente no eran así.
El resto del día fue tranquilo, yo no paraba de preguntarme si lo que Elena me había dicho era cierto. Pero tengo que aceptar que al final no me disgustaba la idea. Perder mi virginidad con alguien como Eugine era lo que toda chica de mi edad soñaba.
Cuando llegó la ahora me decidí a arreglarme más de lo normal, debía lucir bien para el.
Ahora, si alguien quiere tener sexo conmigo, sera mejor que se adapte a la idea de que no me arreglo ni para mi mamá,pero en esos momentos de adolescente enamorada no pensaba igual a como pienso ahora.
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El Diario de Kenzie.
Teen FictionQue puede contener el diario de una joven mujer? Sus mayores secretos? Miedos? Amores? Las historias más escondidas de la vida de unos peculiares protagonistas. Tan reales como nosotros.