Capítulo 3

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Megan atónita, le preguntó

—¿Vives al lado mío?

—No, vivo en Narnia, claro que vivo al lado tuyo—Alec bajó del auto y Megan lo imitó

—No te creo—le dijo con una mirada que mataría a cualquiera

—¿No me crees?—le preguntó el chico poniéndole llave al auto

La castaña asintió

—Sigueme

No sabía porque lo hacía, solo lo siguió hasta la casa de al lado, donde según recordaba Megan, vivía la señora Hurd-Wood. Alec sacó sus llaves del bolsillo y abrió la puerta dejando pasar a Megan

—En serio vives al lado mío—dijo esta atónita

—Mh—asintió Alec dejando las llaves en una mesa

—¿Como no me di cuenta antes?—susurró Megan para si misma

—Porque estabas muy ocupada cortandote y llorando

Megan se tensó y giró para ver a Alec, pero este estaba tranquilo y con una relajada posición

—Por favor no le digas a nadie, te lo suplico—pidió Megan casi llorando

—No se lo diré a nadie, tranquila. Aunque deberías cerrar las cortinas, hay cosas que a muchos no les gustaría ver—dijo Alec riendo al ver lo roja que Megan se puso

—¡Alec!, ¿cariño eres tu?—preguntó una voz femenina desdé algún punto de la casa

—Si, mamá—respondió el chico de ojos verdes

—¿Con quien hablas?—preguntó la madre

Alec miró a Megan, la recorrió con la mirada de pies a cabeza, para luego encogerse de hombros

—¡Con una amiga!—le gritó en respuesta

—¡Invitale unos panqueques!—ordenó la señora Hurd-Wood

—¿Amiga?—preguntó Megan siguiendo a Alec hasta la cocina

—¿Quieres ser algo más?—Megan negó sonrojada—Entonces serás mi amiga

—Okey—vaciló Megan sentándose en una silla

Alec le echo un pequeño vistazo aún sin poder creer que estuviera ahí. Megan y Alec eran vecinos desde hace años, 10 para ser exactos, tal vez Megan no lo recuerde, pero ella solía jugar con el azabache

Cuando tenía 8, luego todo empezó a ir cuesta abajo, su madre se enteró de la infidelidad de Robert, su padre; por lo que peleaban y Megan estaba presente
La madre echaba al padre de la casa y Megan estaba presente, su padre golpeaba a su madre y Megan estaba presente.

La castaña empezó a ser menos sociable, ya no salía a jugar y nadie entendía por que, todos menos Alec, el cuál de vez en cuando lograba escuchar los gritos y por su ventana lograba ver a una Megan muy dañada

Luego empezó el bullying, las notas bajaron, Megan ya no hablaba con nadie. Pero el único que siempre esperó por ella, fue Alec...

Stay Strong ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora