Capítulo 1
Contratos y presentaciones
Narra Nicola:
Mi fama sube cada vez más. Mis fans me aman y yo a ellos. Ya conocen todo de mí, lo que me gusta, lo que no me gusta, mi color favorito, mi comida favorita, mi animal favorito, absolutamente todo. Hasta sabían a donde vivía. Siempre en la puerta de mi casa, me dejaban cartas o algunas veces regalos, una vez me regalaron un CD que adentro tenía fotos y videos míos editados con mi canción favorita. También tengo Twitter y cuando puedo, contesto los mensajes. Pero a veces no puedo, porque estoy ocupado, pero me encantaría poder y contestarles a todos. Muchas chicas me aman y me dicen que quiere ser mis novias, aunque son lindas, pero no puedo engancharme con una porque ella quiera, ni la conocía. A veces hacían rumores de que estaba con alguien, pero eran mis amigas, aunque lo niegues, ellos van a hacer los que les conviene, nada más para ganar más prensa. Mis padres trabajan juntos, en una empresa de negocios. Muchas veces me quedo solo, como soy hijo único, va, igual está Nina, la empleada. Ella hace todo lo de la casa y si quiero comer algo, me lo hace, mis padres no cocinan, ni yo tampoco, aparte no sé ni hacerme ni una salchicha. Para eso esta Nina, esta desde que tenía 2 años, así que me conoce más que todos, aparte de mis padres. Tengo un mejor amigo, es del barrio, lo conocí un día cuando salí a la vereda a jugar a la pelota, justo venia él caminando con la mamá y como vivía cerca, le pregunte si quería jugar conmigo y ahí nos fuimos conociendo, hasta que llegamos a hacer mejor amigos, así que desde los 5 años que nos conocemos, nunca nos separamos. Salvo ahora, que me mudo, si, me mudo, solo, en un departamento, es por unos meses, casi un año, para hacer una película, en la casa de unos de los directores más famosos del país. Nunca hice una película, nunca actué, estaba algo nervioso, pero seguro que lo haría bien, tome clases de actuación unos meses, pero lo tuve que dejar, en cuando me volví famoso, por el tema de que no tenía mucho tiempo para hacerlo. Así que, por lo menos, algo estudie, no me va a ir tan mal. Voy a extrañar a todos, más a mi mejor amigo, Jacobo , no sé qué hare sin sus consejos, espero que venga a visitarme más seguido. Nina, ahora era mi empleada, porque me la llevaba conmigo, como yo no sabía cocinar, ni limpiar y ni nada de eso, tenía que contratar a alguien que lo haga, pero ella es de confianza, así que mis padres buscaran otra. Ella no tenía problema en irse, su familia justo estaba en Los Ángeles. Ah, así es, me voy a mudar a Los Ángeles. Yo fui una vez, cuando era chico, de vacaciones con mis padres, me encanto, tiene un paisaje hermoso y es muy lindo, todos los lugares, siempre quise volver y ahora, además de volver, voy a quedarme ahí, estoy muy feliz, ya quiero llegar allá y conocer a los actores, directores, productores y todos los que van a hacer la película.
Estaba preparándome la valija, llevaba dos, una grande con toda la ropa y otra más pequeña con las partituras, mi compu y más cosas. La guitarra la llevaba aparte y también el bajo. La batería y el piano, me lo iba a comprar allá, porque eran pesados para llevármelos. Allá iba a tener auto propio, ya tengo el registro, así que solo falta probarlo y ya.
Nicola: Bueno, creo que está todo listo - diciéndome a mí mismo, en voz baja - Hora de partir - baje las escaleras - Ya estoy - mirando a mis padres.
Fiorella: Adiós hijo. Cuídate y pórtate bien, hace caso a lo que te dicen - abrazándome fuerte. Sentía que mi mamá lloraba.
Nicola : Tranquila mamá. Voy a estar bien.
Franchesco: Adiós hijo. Cualquier cosa, avísanos - abrazándome también.
Nicola: Si, lo hare - mirando a Nina - ¿Lista? - asintiendo - Entonces vámonos. Adiós mamá. Adiós papá - abrazándolos por última vez y dándole un beso a cada uno en la mequilla - Los amo.
Fiorella y Franchesco : Nosotros también hijo - al mismo tiempo.
Cuando salgo de mi casa, me quedo mirándola por última vez, fue la casa a donde crecí y pase los mejores momentos de mi vida.
Nicola: Adiós casa, algún día, volveremos a vernos - le decía a la casa, lo sé, es raro hablarle a una casa, pero lo tenía que hacer.
En cuando pusimos nuestras valijas en el taxi, antes de subir, miro que alguien viene corriendo, era Jacobo
Jacobo: ¡Nicola! - agitado de correr - Te extrañare amigo - abrazándome.
Nicola: Yo también - no podía irme sin despedirme de él - Espero que algún día vengas a visitarme.
Jacobo: Lo hare. Te lo prometo.
Nicola: Bien. Cuando vengas, llámame.
Jacobo: Está bien. Cuídate y ojo con los fans.
Nicola: Si, lo sé. Vos también cuídate. Adiós amigo - no quería soltarme de ese abrazo - Nos chatearemos todos los días.
Jacobo: Obvio que sí. Adiós amigo - alejándose de mí.
Lo mire por última vez y me subí al taxi, mientras arrancábamos, lo saludaba por la ventanilla. Ya lo extrañaba, todo extrañaba. Espero que este viaje, valga la pena.
Narra Angie:
Estaba en mi casa, desayunando rápido, porque hoy venían personas para filmar una nueva película. Así es, mi padre era director de películas, algunas las hacía en casa, porque la casa, era una mansión, entonces para no gastar tanto escenario, lo hacia acá, mientras yo estaba arriba, en mi cuarto, porque no podía bajar, hasta que terminaran o descansaran, si quería comer algo, tenía que esperar hasta que digan "15 minutos de descanso" y ahí bajaba corriendo a prepararme algo, si no llegaba a tiempo, sonaba, tenía que esperar hasta que haya otro descanso de 15 minutos o hasta que terminaran, a veces terminaban a las 19:00 hs, depende de cual larga sea la escena. Además, no podías mover nada, lo que ellos armaban, tenía que estar así para el otro día, si movías algo, lo tenía que poner como estaba antes. Peor era si, sin querer, rompías algo, tenias que conseguir uno igual o bueno, algo parecido, si o si.
Esta vez, era una película de adolecentes que estaban de vacaciones, que iban todos a esta casa, que encontraron abandonada, y bueno, como todo adolecente, tomaban, iban a bailar, se divertían, pasaban la noche con una chica o chico y después se lo contaba a todos el mundo.
Yo no sabía quiénes iban a hacer los actores y ni me interesaba, cuando menos sabia, mejor era para mí.
Siempre que hacían escenas en mi casa, yo me encerraba en mi cuarto, pero me podía escapar por mi ventana, que no era tan alto, porque había una escalera que llegaba hasta un poco más de la mitad del primer piso y de ahí tenía que saltar, no me golpeaba, porque había pasto, no piso duro. Después para subir de nuevo, había un cajón que siempre estaba afuera, me subía ahí y saltaba un poco para arriba, hasta agarrar la escalera y ahí subirme. Mis padres no sabían que me escapaban, porque si quisieran entrar a mi cuarto para decirme algo, estaba siempre cerrado con cerrojo, si me hablaban y no les contestaba, pensaban que estaba durmiendo o escuchando música fuerte.
Mi madre era una empresaria importante, a veces no estaba en casa, porque tenía que viajar por trabajo, era secretaria de un embajador y a veces le pedía que viaje con él, para organizarle las reuniones y los papeles que tiene que llevar para entregar. Cuando se tenía que ir, la extrañaba un montón, pero por suerte mi papá me hacia divertir para olvidar por un rato de no extrañarla tanto. Hasta que a veces, si no estaba mi mamá, me levantaba de mi cama y me iba a dormir con mi papá, porque no podía dormirme pensando en ella.
De repente, escucho gente afuera, me levanto, miro por la ventana y había muchas personas, eran reporteros, seguramente alguien famoso iba a venir a mi casa, para hacer la película. Entre esas personas, veía a mi mejor amiga, Sheyla, entonces le hago señas para que me vea y cuando me mira, le digo que vaya por la puerta de atrás, si, había una puerta secreta, que solamente nosotras conocíamos, ni siquiera mis padres lo sabían, es que era una puerta tipo ventana, chiquita, pero podías entrar, es fácil, pasas por la casa vecina y ahí vas a encontrar una ventana, cerca del piso, la abrís con una manija y listo, estas adentro. La descubrimos cuando éramos chiquitas, teníamos 6 años y estábamos jugando a que éramos investigadoras, si, jugábamos a eso, y estábamos investigando la casa, hasta que encontramos la ventana que estaba escondida y desde ahí que también, a veces entro o me escapo. Así que, cuando Raini entro por la ventana, nos abrazamos y fuimos a hablar a mi cuarto.
Angie: ¿Qué contas Sheyla? - sentándonos en mi cama.
Sheyla: ¡No viste lo que pasa afuera! - gritando de emoción - ¡No sabes quién viene para hacer la película!
Angie: No.
Shey: ¡Viene Nicola Porcella! - saltando sin parar.
Angie: ¡Ya, cálmate! - haciendo que parara de saltar - No es tan importante.
Shey: ¿¡Cómo vas a decir que no es tan importante!?
Angie: Si, es un famoso que canta y baila.
Shey: ¡Y se llama Nicola Porcella!
Angie: Si, ya sé cómo se llama - sarcástica.
Shey: Además, es muy hermoso y sexy.
Angie: ¡No me digas, qué bueno! - más sarcástica - No me interesa.
Shey: ¡No sabes lo que daría por estar todos los días acá para verlo!
Angie: ¡Y no sabes lo que daría por no estar acá para verlo! - sarcástica.
Shey: ¡Basta que de ser tan fría! - empujándome despacio para atrás - ¡Angie, tenés que tener sentimientos!
Angie: Y los tengo - levantándome - Pero no por cualquier cosa.
Shey: ¡No es cualquier cosa, es Nicola Porcella!
Angie: ¡Ya, deja de hablar de él!
Shey: Está bien. Te prometo que no te hablo más por hoy.
Angie: ¡Gracias! - tirándome en la cama - ¡Porque no se van ya! - escuchando los ruidos de las personas gritando, seguramente es porque está por llegar.
Shey: Me voy, tengo que verlo - levantándose.
Angie: Bien, Decile a los que están afuera, que no griten mucho.
Shey: Es difícil no gritar mucho, es...
Angie: ¡Ya sé quien es! - gritándole molesta.
Shey: Lo siento, es que no puedo dejar de hablar de él.
Angie: Entonces anda a verlo y le hablas todo lo que quieras.
Shey: Bien. Adiós - yéndose abajo.
Después de unos minutos, ese tal Nicola Porcella, había llegado, porque se escuchaban que lo querían entrevistar y los fans, sacarse fotos y que les dé un autógrafo, me acerco por mi ventana y veo un auto negro, que él baja con una chica, mayor que él, no sé quien era esa chica, ni me interesa. Él iba caminando hasta encontrarse con mi papá, se saludaron con un apretón de manos y mi papá hizo que entrara a la casa, a mi casa y la chica también entro. Admito que era como dijo Shey, hermoso y sexy, pero para mí era lo mismo, no me interesaba.
En eso, escucho desde abajo, que mi papá hablaba con él, le contaba sobre la película, lo que tenía que hacer y todo eso. Hasta que mi papá me llama, no quería bajar para saludarlo, pero era obligación, así sabe quién soy.
Don Luis: ¡Hija, cariño! - llamándome.
Angie: ¿Qué pasa? - ya estaba de mal humor. Porque no quería bajar a saludarlo, ni me interesaba conocerlo.
Don Luis : Baja un segundo.
Angie : Bien - me convenció, si no lo hacía, después me castigaba por ser maleducada y no saludarlo - Ahí bajo - salí del cuarto, respire hondo y me dirigí a bajar las escalera.
ش준
