La gran noche parte uno

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Es que si sonreía de esa manera ella caería rendida a sus pies, mas aun... Erica se sentía prisionera en su propio cuerpo, quería moverse, su cerebro le gritaba q huyera pero su cuerpo no respondía, solo lo miraba a los ojos consiente de que el se acercaba y así llegó a su lado, con la seguridad de un león con su presa, sabiendo que no tenía escape y aunque lo tuviera, no lo quería. Se quedó ahí, a su lado observandola, sin tocarla, sin hablar, sin embargo Erica se sentía segura a su lado, sabía que fuera lo que fuera lo que Tomás tuviera en mente a ella le encantaría y de nada mas pensarlo ya sentía la humedad en sus piernas, intentaba apartar la mirada, pero era inútil, su cuerpo seguía sin responder y fue consiente de como se ruborizaba.


Tomas se acercó un poco mas y alzo la mano hasta la mejilla de ella y la acarició, Erica vino en busca de su contacto sin apartar la mirada se recostó en su mano. Él sintió una punzada extraña en la boca del estómago, y sabía que brincaría por encima de quien fuera para protegerla, no entendía como esa mujer con solo un pequeño roce lograba sacar el animal que hay en el, en todos los sentidos. Sintió unas irrefenables ganas de abrazarla y así lo hizo, la envolvió en sus brazos y ella se dejó hacer.


Erica no entendía lo que estaba pasando, pero pasó de sentir un deseo animal por este hombre a una debilidad entera y un deseo de ser protegida, aun con todo lo que había pasado en su vida, nunca se había apoyado en nadie y Tomas con solo un roce logró que ella cediera todo el peso de su pasado. Se sentía libre.


Pasaron así varios minutos, sintiendose uno al otro, escuchando el sonido de sus corazones acompsados, Tomas se separó un poco le pasó una mano por la rodilla y la tomó en brazos, llevandola al sofá, allí la posó acostada, ella aun lo miraba. El se subió encima de ella, poniendole las rodillas a ambos lados de su vientre, le tomó las manos y las colocó sobre su nuca y comenzó a besarla lentamente, ella trató de soltarse y tocarlo, pero el la aguantó con mas duerza, sin acerle daño. Se recreó en su boca, besandola, chupando, mordiendo, lamiendo y así volvió a exitarla. Erica se movía frustrada para que la soltara y así poder tocarlo... Tomas se reia a gusto, pero la dejó hacer, le soltó las manos y la dejó tocarlo como ella quisiera, dentro de la limitación de movimientos.


Erica le tocaba el pelo, los hombros, la espalda, en fin todo. Tomás se levantó de donde estaba, atrayendola con el sentandose y ella a orcajadas encima. Ahora tenía mejor movilidad. Comenzó a besarlo y seducirlo con sus labios y lengua, haciendo una danza con ellas. El le agarró el trasero, apretandolo con ganas, ella le mordisqueó un labio y el soltó un gemido. Comenzó a alzarle la camisa, hasta que ella se separó un poco y el se la quitó. Tomas la acariciaba por la espalda, la cintura, el vientre, le tomaba los pechos y los apretaba. Erica se despegó un poco y le quitó la camisa tocando su abdomen marcado y con una sonrisa de maldad se escurrió entre sus piernas hasta quedar de rodillas en el suelo, el entendió lo que ella tramaba y se puso en pie, dandole el acceso al boton de su pantalón, lo cual ella aprovechó y abrió, bajando la bragueta y deslizando los pantalones hasta sus pies, el se quitó los zapatos y la ayudo despojandose de sus pantalones tambien... Erica lamió todo el borde de los calzones agarrandolos x una esquina con los dientes e intentó bajarlos así, pero como notó que pasaba mucho trabajo, terminó con las manos. Soltó un suspiro de exclamación cuando el soldado de 8cm se irguió firme ante sus ojos, inconsientemente se lamió los labios, miró a Tomas a los ojos y se lo introdujo a la boca. Él cerró los ojos tirando la cabeza hacia atras. Ella lo soltó y le empujó las piernas para que se sentara y el obedeció. Erica se acomodó entre sus piernas y comenzó de nuevo, lamió la punta como tantas veces lo había soñado, así mismo pasó la lengua por toda el área sencible y de pronto se lo introdujo completo en la boca, Tomas la agarró por el cabello y ella lo tomó como una invitación a proceguir... Jugó, chupó, lamió y mordizqueó una y otra ves, volviendolo loco de deseo y de ganas de correrse, aumentó el ritmo sabiendo que el no aguantaría mucho, cuando el comenzó a sentir la ola de placer intentó detenerla, pero ella se arrimó aun mas y terminó lo que había comenzado, provando su sabor salado y el derramandose en su boca, ella succionó un par de veces mas y tragó todo el contenido. Levantó la mirada y el la estaba mirando con una expresión serena pero a la ves penetrante. Ella se levantó del suelo, aun a medio vestir y caminó hacia el cuarto de baño, sin esperar a ver si el la seguía o no. Abrió el grifo de la bañera y la puso a tomar agua, esperando que se llenara lo suficiente.


Tomas quedó maravillado con los favores orales de Erica, pero aun mas con la soltura y desenvoltura de ella, con su porte y seguridad, la vio entrar al cuarto de baño y dejar la puerta abierta y escuchó cuando abrió el grifo de la bañera. Decidió darle unos minutos de intimidad a que se hiciera a la idea de lo q estaba sucediendo. Cuando entró al cuarto de baño la encontró totalmente desnuda dentro de la bañera apoyada en el respaldo y con los ojos cerrados. Tomas se quedó varios segundos observando su gesto impasible. Se metió en la bañera y la atrajo hacia el, sentandola a orcahadas nuevamente.


-Te debo un orgasmo- le susurró junto a sus labios.


-No, yo te debía uno a ti- Erica lo besó y así comenzaron de nuevo a jugar con sus bocas. Tomas le agarró los pechos y jugó con sus pezones, le mordisqueó el cuello y le hizo una pequeña marca en el. Siguió con su barbilla, el lóbulo de la oreja y regresó a su boca, exitandola con besos. Introdujo un dedo dentro de ella y la encontró humeda y resbaloza y nada tenía q ver con la bañera, Tomás comenzó a jugar con su clítoris, frotando, pellizcando y ejerciendo un poco de presión en los momentos justos. Erica se agarró a sus hombros y se relajó, disfrutando de las sensaciones cuando el notó que ella estaba lista tomó su polla y la guió hasta la entrada de su vagina y se separó un poco para mirarla a los ojos, era como una pregunta. Erica se acomodó mejor y ella misma se la introdujo de un solo movimiento, el la tomó por el trasero y ella tiró la cabeza hacia atras gimiendo de gozo y de placer. Comenzó a moverse, subiendo y bajando ritmicamente, aveces jugaba de lado a lado y se miraban, se desnudaban el alma con la mirada. El le rozaba todo el cuerpo y ella igual, eran uno, se habían convertido en uno y así siguieron con el baile de cuerpos cada ves mas rapido, hasta que el orgazmo los alcanzó, dejando a su paso gritos de placer y gemidos de gozo.

TomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora