¿Por que le haceis eso?

Capitulo¹: Como la conocí.

Estaba hoy con un humor de chucky, mis padres se le ocurrió la buena idea de 'cambiar de aire' por favor, el aire es igual en Andalucia como en Francia. La cosa es que me mudo a Francia, mis padres me intentaron persuadir con: 'Cariño ¡Francia! ¡La ciudad del amor!' y yo les decía: 'Mamá, papá, no me gusta esas cursilerías, ¿quieres bajarme más las ganas?' Ellos sólo refunfuñaba, palabra curiosa con muchas 'f'. Por cierto, me llamo Sky, mis padres creen en eso de los ángeles y como sky significa 'cielo' pues... ¡Woala! A ponerme cielo en inglés. Aunque me gusta... Creo que ya voy a estar en mis días... Bueno, sigamos con la presentación y no si me voy a poner ya con La Roja alias menstruación o muchos más, no se porque la gente le pone tantos nombres, por chucky, porque le cambies el nombre no va a doler menos. Lo comprobé.
Tengo mil cuatrocientos años. Soy vampira. Ñah, es coñ*, tengo 16 y estoy en último curso. Bueno, ahora mismo estoy en un avión. Tengo el pelo marrón tirando para pelirrojo. Ojos marrones oscuros con el filo negro, no muy alta, pero tampoco me vallan a tachar de hobbit, ¿delgada? No, ¿gorda? Tampoco, me considero normal. Bueno ahora me voy a dormir. Hasta que lleguemos a *insertar la voz de maléfica* Francia. No tengo nada contra ellos, es más me encanta, pero... ¡Madre mía del amor hermoso! Estaba genial en Andalucia con mis amigas. Aunque la verdad no me afectó tanto dejarlas, no creó en esas chorradas de : "Amigas para siempre jiji", duh, eso no se lo cree ni el que lo dice. Por lo menos la mayoría. Bueno y pensando en eso me quede dormida.

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Cuando ya llegamos y me desperté, porque estuve las 2 horas dormida. Podría haber estado todo el día así y aún así dormir otro día. Subí por las escaleras esas que se mueven solas, y fuimos junto con mis padres, a la que sería nuestra nueva casita, que más de casita era una mansión, y no es para más, mi padre es un buen médico y mi madre modelo y actriz. Llegamos, nos instalamos y... Adivinen... Nada más llegar a Francia tendría que ir al día siguiente al instituto. Que considerados mis padres. Mi hermano (que hasta ahora no he hablado de él porque no interesa aquí su vida, pero ahora lo voy a poner por pena) también estaba enfadado con aquello. Tiene 17 años y es repetidor por lo que aún va al instituto y encima a mi clase. Es un sobre-sobre-sobre-protector conmigo, como si fuera su nutella, tiene los ojos y el pelo como yo, pero en mi queda mejor (Modo ego: ON), es más alto que yo, más bien, mis padres le pusieron un metro y medio más que yo. Yo mido 1'60 y el 2'11 metros y como no, juega al baloncesto. Se llama Yann, y no es un mujeriego. Es lo que más me gusta de él, no juega con ninguna chica, ni va de flor en flor como las avispas alias mujeriegos.

Bueno, me voy a dormir, otra vez, para mañana no despertarme como un zombie.

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Levantate, levantaaaa, tienes instituto, ¡QUE LLEGAS TARDEE!

¿Quien me cambio la alarma? Ah, yo fui. Me levante, mire al espejo y...mala idea, por un momento cogí una depresión tamaño infinito. Tenía ojeras de dos pulgadas (si es que existe), mis ojos entrecerrados, babita de por la noche, toda sudada ya que hacia mucho calor, pelo que parecía una bola de nieve marrón y por último y no menos importante, al final si que llegó La Roja, manche toda la cama, parecía que alguien había matado a otro alguien en mi cama. En eso entró mi hermano.

-Hermanita, ¿tienes el...? - se percató de la sangre y en mi cara, me miró asustado -¡Invasión zombie! ¡Mamii! ¡Papii! - yo hubiera echo lo mismo. Daba mucho mal royo. Mis padres entraron y ahogaron un grito.

-¿Que e-es eso? -dijo mi madre mirando a mi padre.

-N-no sé.- dijo mi padre.