Otro día, la misma mierda. Yoongi ya estaba harto. Había vuelto del trabajo, completamente agotado por esa tortura que prolongaba su día después de la escuela. A su madre aún le quedaban unas cuantas horas por volver a su casa. Bueno, en realidad no su casa, sino que su habitación. Él y su madre vivían en la casa de una vieja amiga de la familia.
La casa tenía dos pisos, en el primero estaba la habitación matrimonial, la de su madre y un baño. En el segundo estaban las habitaciones de Yoongi y Jimin, quien era el hijo de la dueña de casa. Ah, Jimin. Yoongi por lo general odiaba a todo el mundo, pero le guardaba un odio especial a la gente menor que él, por lo que estar cerca de Jimin era casi como un castigo. Algo en él era muy molesto en particular, o tal vez lo era todo.
Mientras miraba el techo de su habitación, empezó a pensar que tal vez sería mejor dejarlo todo. Se lo habían dicho en la escuela, tanto sus compañeros como sus profesores, "no tienes futuro, Yoongi, a este paso volverás a repetir el año". Un año más perdido, y con sus calificaciones era imposible entrar a una universidad que no te pidiera ser multimillonario para entrar. "Lo único que te queda es seguir trabajando en eso que odias y odiar tu vida tanto como limpiar mesas y baños" le había dicho su profesor de filosofía esa tarde, y era la verdad.
-Todo es una mierda en este momento -reflexionó en voz alta.
Entonces, divisó el frasco naranja de las pastillas para dormir de su madre, el insomnio reinaba sus noches, al igual que las de Yoongi. El frasco de plástico lo tentaba a tomarse unas cuantas pastillas del interior, "dormirás para siempre" se dijo a sí mismo.
Bajó al primer piso viendo si había alguien en la casa, no sería buena idea que hubiera gente dentro mientras acababa con todo.
-¿Señora Park? -llamó su nombre mientras recorría la parte baja de la casa. No hubo respuesta, así que volvió a subir- ¿Jimin? -tampoco apareció. Estaba solo. Perfecto.
Tomó el frasco y se encerró en el baño del segundo piso, ahí tardarían en encontrarlo.
Se puso frente al espejo y observó sus vacíos y oscuros ojos, las ojeras bajo éstos que se hacían prominentes en su pálida piel. Todo en su cara expresaba cómo se sentía. Pensó en lo que la gente le había dicho, que no le quedaba nada más por hacer que resignarse a una vida asquerosa, ¿por qué su destino no le dio nunca la oportunidad de hacer lo que quería? Lo único que quería era hacer música, pero nunca pudo. Y ya no podría.
Tomó un puñado de pastillas y las metió en su boca, tragándolas con un poco de agua que puso en su mano. Cerró los ojos con fuerza mientras las sentía bajar por su garganta, ya estaba hecho. Sólo queda esperar.
La sensación de mareo llegó al rato después, seguida de visión borrosa. Luego sintió un adormecimiento de los músculos de su cuerpo por partes; primero en la cara, las manos, los brazos. Se empezaba a desesperar, hubiese preferido un método más rápido que este. Lo último en adormecerse fueron sus piernas. Escuchó el sonido de la puerta de entrada abrirse a lo lejos, luego el de su cuerpo cayendo al suelo mientras cerraba los ojos, ¿eso fue todo?
Jimin no podía esperar para llegar a casa y ver a Yoongi. No creía que hubiese cosa mejor que vivir con la persona por la que te sientes atraída. Puede que Yoongi no fuera el más amistoso, mucho menos con él, pero era guapo, y eso bastaba para alterarle las hormonas al joven de 17 años. Lo que lo llevó a parar a su casa fue un golpe de suerte, pero solo desde la perspectiva de Jimin.
Los padres de Yoongi se habían separado hacía un tiempo atrás, el padre dejó a ambos prácticamente tirados, sin cooperar ni siquiera con dinero para que pudiesen vivir decentemente. La madre de Jimin le ofreció primero de su ayuda a la madre del mayor, y cuando les embargaron la casa, les ofreció estadía en la suya. Jimin vivía ansioso por no pasar vergüenzas frente a Yoongi, siempre tratando de hablarle sin lograr respuestas de más de cinco o seis palabras. Quería impresionar al tipo que parecía "in-impresionable", estaba detrás del chico que parecía no tener un corazón, o mejor dicho, el que tenía un corazón gastado, oscuro y desconfiado.
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please, stay ☁ yoonmin
Fanfiction//mini-fic// "te salvé la vida" "yo no te pedí que lo hicieras" -- "por favor, quedate"