please, stay ☁ yoonmin

IV

Se despertó con el ruido de las sabanas junto a él, que se movían y se alejaban indicando que su acompañante por la noche ya se iba. Jimin abrió los ojos, vio la hora en su teléfono y se volteó a ver a su novio.

-¿Ya te vas? ¿Tan temprano? -preguntó adormilado. Le gustaba dormir y los minutos luego de que se despertaba, su cuerpo estaba adormecido ese tiempo y no sentía casi nada de dolor.

-Voy a salir con los chicos -anunció Yoongi con voz cansada. Tenía resaca.

-¿Y si te quedas hoy? Pareces cansado -su voz sonó dulce.

-No hay razones para que me quede, quiero salir -sus palabras fueron frías. Yoongi, luciendo molesto, se paró de la cama y se fue al baño.

-Pensé que yo sería una razón para que te quedaras -susurró Jimin.

Cuando sintió que la puerta del cuarto de al lado se abrió, se puso de pie, incluso si iba solo con los boxers puestos, y llamó a Yoongi un minuto a su cuarto otra vez. Necesitaba hablar con él.

-¿Qué? -espetó el mayor cuando los dos estuvieron juntos dentro de la habitación y con la puerta cerrada.

-Es... Sobre nosotros, Yoongi. Por lo de ayer con J-Hope -bajó la mirada, casi esperando que una cachetada como la de ayer se estrellara en su mejilla. No fue así.

Yoongi no dijo nada, guardó silencio y se sintió culpable de sus acciones. Ahora, bajo la luz del día, sin alcohol corriendo por sus venas, podía ver los moretones que él mismo le había propinado y ya no se sentía orgulloso de ellos.

-Me mentiste, lo sé hace tiempo. Tú en realidad no me amas, y no deberíamos estar juntos a estas alturas, porque sin siquiera tener la decencia de terminar conmigo has empezado a salir con alguien más. Pero me lo busqué, me lo advertiste y aún así quise estar contigo, y es porque te amo, ¿entiendes eso? Te amo, Min Yoongi, y espero que lo tengas en mente -dijo Jimin sin mirarlo a los ojos, sentía que si lo hacía lloraría.

-Ya no me llamas hyung -susurró Yoongi en voz baja. Sus palabras sumado a su apariencia se hicieron demasiado para él, ahora que apenas había notado ese detalle, sintió como si, por lo que ha hecho, Jimin le había perdido respeto. Dolió un poco, pero se lo merecía.

-Hace tiempo que no lo hago, pero tal vez te has acostumbrado a que ni yo ni J-Hope te llamemos hyung, y es por eso que no lo habías notado -esbozó una sonrisa que le dolió ver-. En fin, solo quería hablarte de esto porque quiero que tengas en mente lo que has hecho. Las relaciones funcionan de a dos, no de a tres. J-Hope o yo, tú decides. Pero supongo que ya lo tienes claro.

-Basta -volvió a decir Yoongi en voz baja-. No digas ese tipo de cosas, ¿no ves que me arruinaste la mañana? -pretender ser fuerte, eso era lo que hacía que ese tal Suga apareciera. En el mundo underground se había creado una imagen de chico malo, que era como su álter ego, y solía usarlo con Jimin para sentir que tenía poder sobre alguien. ¿Acaso podía ser una peor persona?

Jimin no respondió, simplemente dejó que su novio calmara su respiración agitada y se fuera sin despedirse. No insistió en que se quedara, era obvio que no lo haría.

El menor esperó a que la puerta de salida se cerrara para quitarse las sabanas de encima y enfrentarse a su reflejo en el espejo de cuerpo completo de su habitación. Las marcas de Suga permanecían ahí.

Nunca le gustó mucho como se veía, pero ahora odiaba su apariencia, odiaba con todo su ser lo que veía. Ese no era el Park Jimin que todos conocían, ¿adónde se había ido el brillo de sus ojos, su sonrisa, sus adorables mejillas? Veía a alguien delgado con moretones repartidos por todo el cuerpo y ojeras, un moretón en su cara resaltaba del resto. Él no conocía a esta persona, no podía ser él mismo.