3 horas antes.

38 3 0
                                    

Estoy parada sintiendo como los rayos solares hacen estragos en mi cuerpo, hace tanto tiempo que no siento al sol brillar de esta manera, la ciudad en la que vivía antes era distinta, árida, seca, sin vegetación, frío por la mañana y un calor insoportable por la tarde como si estuvieran cocinandonos a fuego lento en cambio aquí en Coquimbo es distinto, todo cambió, no extraño mi vieja vida solo es nostalgia y pesar por lo que dejé, en realidad por lo que fui obligada a dejar.

Llevo viviendo cerca de medio año acá y se podría decir que estoy contenta de lo que he logrado hasta ahora, un buen comienzo para una nueva vida.

-¿Quieres dejar de estar tirada en la arena?- dice Tom. -¿Quieres que te de una paliza en el ring?- Le respondo aunque me mira con una cara extrañada y por un momento recuerdo la misma expresión en la cara de Jeison. Mi exnovio, y en ese preciso instante siento que soy transportada a la última vez que lo vi.

***

Es ahora o nunca.

-Jey, tenemos que hablar- digo con pesar, llevo cerca de 2 días tratando de poder sacar el tema a colación, pero no he podido. Soy cobarde.

-Hey, Noe, ¿Qué ocurre?- su voz suena llena de preocupación -Noemi dime que esta pasando por esa pequeña mente retorcida-. Esta tratando de darme un pequeño empujón, pero no puedo, joder ni siquiera puedo mirarlo.

Pasa un largo rato en que solo estamos de sentados tomados de la mano, sintiendo el roce del pasto, el aleteo de algún ave, las bocinas de los autos, quiero que el tiempo se detenga y poder vivir en el, nada malo existe cuando siento sus brazos rodearme, quiero que siga siendo mi presente pero ¿Cómo pedirle semejante sacrificio? El merece algo mejor, una mejor persona alguien con quien se pueda proyectar... Y con ese pensamiento me dan mis 20 segundos de valor.

-Jey, voy a cambiarme de ciudad- me doy vuelta para ver su hermoso rostro y el solo me mira extrañado procesando lo que acabo de decir. -Yo... lo siento- una lágrima se desliza por mi mejilla y es amarga, amarga como la hiel. Por fin entiendo y alcanzo a dimensionar la magnitud de lo que acabo de decir, no lo voy a ver más.
***

-Mimí, estás acá en el planeta tierra, en el continente de America, Chile, Coquimbo...-

-No sigas Anny-

-Fue como si no estuvieras acá- bromea Tom , yo solo le tiro arena para que cierre la boca. -¿Con qué divagabas querida? Seguramente conmigo.-

-Siento herir tus sentimientos pero no, no era en ti, era en esa barra de chocolate que Anny escondió pero yo encontré.- He detonado una bomba, va a explotar en menos de 3 2 1...

-¡¿Qué?! ¡No!, Noemi, hasta cuando te metes en mis cosas, esa barra de chocolate valía mas que toda la plata que tienes ahorrada en tu alcancía...-

-No tengo dinero ahorrado- intervengo -¡No me interrumpas!-

-Esperen, esperen, voy a comprar palomitas y vuelvo- dice Tom pero Anny lo fulmina con la mirada no está de humor, en todo caso nunca lo está.

-¿Ya se están agarrando del pelo los tres?- Y aquí esta el guapo y fornido hijo del gym, esa sería su descripción si le gustara hacer ejercicios, comer saludable y caminar en vez de gastar su dinero en figuras miniaturas coleccionables que cuestan todo un dineral. Menos mal que llegó Gabriel y sus amigos, hago una nota mental de agradecerle en cuanto pueda.

Terremoto 16SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora