viviendo entre vampiros

C.13: Su aroma † parte 1 †

Pov's ¿?

Aún a pesar de que ya no recordaba su rostro claramente, aún podía recordar su gentileza y amabilidad. Eso era lo que necesitaba para continuar feliz.

Ultimamente había mucho ajetreo, los cuervos Sembog han estado haciendo mucho escándalo, eso en parte preocupa a mi padre, ya que, según lo que el me contó; los cuervos Sembog eran utilizados para predecir una guerra, claro hoy en día yo no le creo. Por que, por favor ¿una guerra? Si quiere irse a conseguir novia que se invente algo mejor.

- Hey! ¿que haces aquí otra vez? - escuche la voz de Marc, uno de mis mejores amigos, lo conocí desde que eramos aún cachorros por lo que teníamos una enorme confianza, el era el único que sabía de "ella"

- Ya sabes, debo esperar a que algún día regrese - respondi con una sonrisa, quería fingir que no me dolia el seguir esperando al regreso de ella.

- Si sigues sonriendo falsamente solo dañaras a los demás - me respondió, lo sabia, Marc me conocía también que con solo verme podía adivinar lo que me pasaba, y eso era bueno/malo, no me gustaba que me adivinaran o me estudiaran.

- Tal vez eso seria mejor que sufrir solo... - susurre mientras me tiraba sobre el pasto, cerre un momento los ojos disfrutando de la sensación; el olor al pasto mojado, la tierra húmeda, la ligera claridad debido a la neblina que cubría gran parte del bosque.

- Pero me tienes aquí Dilan.. sabes que eres como mi hermano, en lo que sea yo te ayudare - sus palabras de alguna u otra forma me hizo sentir nostalgia, el siempre ah velado por mi sin pedir algo a cambio, odiaria el pelear con el.

- eso no me tranquiliza mucho que digamos - dije entre risas consiguiendo que el se lanzará encima mío para atacarme, yo hice lo mismo, aunque a pesar de ser "grandes" seguimos jugando como cuando cachorros.

- admitelo! Soy mejor! - dijo de igual manera que yo, riendo y tratando se morderme en cuello para someterme pero yo no me dejaba, lanzaba mordidas y zarpazos para defenderme.

En un paso en falso un pedazo de tierra se desbordo, no hace falta decir que estábamos en una colina, provocando que ambos cayeramos rodando por el lugar, las piedras y ramas haciendo que me quejara de dolor, cuando menos lo sentí en una gran piedra choque cabeza consiguiendo que perdiera la conciencia.

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- Dil! Vamos! las luciérnagas saldran en cualquier momento! - esa voz así que mis sentidos fueran agudizados, a mi, que siempre odie ser parte de aquella familia, que huia de un destino sin escapatoria. Aquella noche vimos las luciérnagas, y recordamos los buenos momentos, en ese noche fui feliz. Como nunca.

- Dil!! Volveré por ti!! Te lo prometo! - no podía ser cierto! ¡¿por que se iba?! ¡¿no habíamos prometido estar juntos siempre?!

Recuerdo han recorrido hasta el límite del bosque siguiendo aquel auto que se llevaba a la única persona que había logrado domarme. No me quería separar de ella..