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Jess, ansiosa y a la ves confundida, se puso unos Jeans azules claros, un suéter de lana color turquesa, unas vans azules y se amarro una coleta de caballo.

Bajo y encontró a Matias en la sala de living. Estaba muy lindo, pensó ella.

Vestía unos jeans negros, una camisa blanca que permitía ver bien su acuerpado cuerpo, unas vans azules oscuro y una chaqueta en cuero negra.

- estas hermosa.- Dijo Matías cuando se percató de que ella estaba mirándolo fijamente

En ese momento Jess sintió que sus mejillas estallarían de lo calientes que estaban

-y aparte más bella si te sonrojas.

-ay basta, tu también te ves genial... Oye, ¿a donde vamos?

-es sorpresa.

Seguido de esto, salieron y se montaron en una motocicleta azul que estaba guardada dentro del garaje de la cabaña y emprendieron camino.

Después de conducir 15 minutos, llegaron.

Era un hermoso parque natural, había mucha naturaleza y una hermosa vista a la cuidad.
Tenía un lago donde habían patos, peces y tortugas.
Caminaron más adentro y Jess salto de la felicidad al ver lo que sus ojos le mostraban.

Era un picnic. Pero estaba muy lindo, era una mesita de color plateado, encima de esta había dos velas color azules, unas fresas con chocolate, un champaña rosada, uno que otro sándwich y varias rosas que lo acompañaban, pero no eran cualquier tipo de rosas, eran azules. Habían 2 sillas de mentiras, eran demasiado hermosas, eran también plateadas con adornos en diamantitos.

-¡esta, hermoso! Dijo Jess con una sonrisa esbelta.

-como tu -respondió Matias acercándose a ella, para luego plantarle un hermoso beso en sus labios.

Se sentaron a comer y platicaron toda la tarde. Luego de eso, fueron a ver el lugar. Los animales, como tal, en fin. Todo muy lindo.

Jess aprovecho y tomo varias fotos, entre esas ella y el. Todas. Demasiado bellas.

Y en un momento en el cual los dos se sentaron a ver el atardecer, Matias empezó a pintar a Jess, ella se dejo, y la pintó de una manera tan audaz, perfecta. Logro captar lo que ella es, como todo buen pintor.

Y así, pasaron toda la tarde hasta que vieron la hora y decidieron ir a la cabaña para que no se les hiciera demasiado tarde y oscuro.

Mi Pequeña Nutella/ Libro Dos/ Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora