Mi vida con un Sicario.

Capítulo 8

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Narra Tn 

Sentía a Kevin dormir a mi lado, no se en que momento vino a la cama, no lo sentí, me gire del otro lado pues me dio calor y aún adormilada y con los ojos entre abiertos me acomode del otro... ¡Esperen! Me senté de brinco en la cama, Kevin se despertó por el movimiento y me vio. 

Kevin: ¿Qué pasa? -pregunto con voz ronca- 

Tn: Kevin... -susurre- alguien estaba parado ahí 

Kevin vio toda la habitación 

Kevin: No hay nadie -me respondió con los ojos cerrados-

Tn: Yo lo vi, me voltee y alguien estaba ahí -señale la esquina de cuarto-

Kevin: No hay nadie -volvió a repetir- fue un sueño. 

La cortina estaba a un lado y la ventana entre abierta. 

Tn: La ventana Kevin. 

Kevin: Duérmete -susurro casi inaudible-

No estaba tranquila pero le hice caso, quizás fue mi imaginación. Ahora tenía miedo y quería llorar hasta quedarme seca pero no podía hacerlo ahora Kevin me abrazaba tratándome de dar seguridad. 

(...) 

Había salido al súper con mis dos niños, los senté en el carrito y comencé con las comprar, detergentes, galletas para niños, cereales, frutas y verduras, leche... 

XXX: Disculpé -me hablo un hombre- ¿no quiere comprar un boleto? -me sonrió, se me hacia conocido pero no se de dónde- 

Tn: No gracias -le di la vuelta, siguiendo mi camino-

XXX: Porfavor -me impidió el paso- sólo necesito su nombre, su dirección, teléfono y listo -sonrió- 

Tn: No gracias, de verdad.

Me iba a volver a impedir el paso pero me fui por el otro lado, que tipo tan más extraño, otro tipo con el mismo vestuario del otro se me acerco igual de insistente, me negué a otros dos más estaba en la caja y mis niños me pedían un dulce. 

Tn: Sólo uno -les dije y agarre un par de chocolates- 

XXX: ¿Quiere comprar un boleto? -rodee los ojos- sólo necesito su dirección -dijo como si fuera un psicopata- 

Me entro miedo, todos decían lo mismo y los datos que pedían no eran para llenar un boleto... 

Tn: No... 

Cuando pague habían dos más por mi camino, saque mi celular haciendo como que recibía una llamada y los evadí. 

Narra Kevin 

Me mandaron llamar a la oficina del encargado. 

-Señor Johnson -recuerdan que me cambie el apellido junto con el nombre para poder conseguir trabajo, bueno asi me conocia mi jefe-... Lamento decirle esto pero... Esta usted despedido. 

Trague saliva. 

Kevin: ¿He echo algo mal?

-Tenemos un recorte, usted esta en el, le pido que tome sus cosas por favor y abandone la oficina.

Asentí, hice lo que me pidió. 

Narra Tn.

Veía a mis hijos jugar en la sala, estaba con los niños más pequeños aún, los grandes no habían llegado de la escuela, Dalia me pidió prestados a los dos y se los llevo ahora estaba sola e intranquila, han estado pasando cosas que no son normales, escuche la puerta y me quede helada.

Kevin: ¿Estas bien? -no pude evitar no llorar y abrazarlo- 

Tn: Tengo mucho miedo Kevin -solloze en su pecho-

Kevin: ¿Por qué? 

Tn: Siento como si algo fuera a pasar, estos días no son normales -negué- los niños... -los recordé- 

Kevin: Tranquila, fui por ellos a la escuela y los lleve con Dalia -acarició mi espalda-

Tn: ¿Por qué? 

Kevin: Por que tengo algo que decirte a solas... -dijo serio-

Tn: ¿Qué cosa? 

Kevin: Me corrieron del trabajo...

Tn: ¿Y ahora que haremos? -se tapó la cara- con tu sueldo muy apenas nos manteníamos que tal si no encuentras un trabajo rápido. 

Kevin: Tenemos el dinero de... 

Tn: ¡NO! ¡NO KEVIN! No tenemos nada -lo interrumpi gritando-

Kevin: No tenemos de otra hasta que encuentre un trabajo lo voy a usar y quiero que te hagas una prueba de embarazo.

Tn: ¿Para qué? -se cruzó de brazos- no quiero otro bebé.

Kevin: Estas embarazada. 

Tn: No es cierto -le dije enojada y realmente lo estaba, como se le ocurre decir eso sabiendo que casi no tenemos dinero para mantener a otro bebé mas-

Kevin: Ven -me miro sin moverse- que vengas -la deje pasar y subió las escaleras, yo subí atrás de ella- quítate la blusa.

Tn: ¿Ah? No, no quiero, no tengo ganas.

Kevin: No es para eso, quítate la blusa -no podía controlarme, estaba alterado y ella también, lo hizo- mírate en el espejo... Tu cuerpo no es el de hace unos meses ¿te acuerdas cuando dejamos a los niños con Dalia y Mia? Ese día te embarazaste. 

Tn: No, no estoy embarazada -negó- 

Kevin: Una cosa es que no quieras y otra que no estés, quiero una prueba... 

(...) 

Narra Kevin

Habíamos estado peleando un poco, sus bipolaridades habían vuelto, me grito, lloro y después buscaba consuelo en mi había salido a buscar la prueba de embarazo, la deje sobre la mesa, bajo a eso de las siete de la tarde y se recargó en el barandal.

Tn: Ya no quiero pelear -su voz se quebró, la voltee a ver y suspiro para no quebrar en llanto- 

Vino corriendo a mi y la atrape en un abrazo cuando cayo en mis piernas.

Kevin: Yo tampoco... 

Tn: Ven a la cama conmigo... Me siento mareada.

Kevin: La prueba esta en la mesa... 

Tn: No... 

Kevin: Hazte la prueba, salgamos de dudas, si no estas embarazada entonces no es normal que te marees y los dolores de cabeza ¿que tal si es algo malo? 

Tn: Esta bien... Salgamos de dudas.

Subimos a nuestra habitación y ella entro al baño. Después de unos minutos salió con la  prueba en la mano. 

Tn: Hay que esperar... -suspiro, el timbre sonó- 

Kevin: Voy a ver quien es... ¿Me llevo la prueba? 

Tn: Tu eres el que la quieres -me la entrego- cuando pasen los 5 minutos me dices... 

Baje con la prueba en manos y la puse en la mesa.
Abrí la puerta y alguien que no había visto desde hace unos años suspiro antes de atraparme en un abrazo y llorar sobre mi hombro, sintiendo su respiración acelerada.

Escuche el barandal de la escalera y Tn se paró en el último escalón. 

Tn: ¿Qué pasa aquí? -se cruzó de brazos con el seño fruncido-