Soledad

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Apocalipsis. ¿Que era lo primero que se te venia a tu inocente mente en esos tiempos? algunos seres extraños o catástrofes naturales seguramente, ¿Y después? ¿Te reías? Que irónico que ahora que ocurre no eres capaz de hacerlo ya que aquel sentimiento de burla y alegría fue remplazado por el sentimiento que aparece cuando corres riesgo: miedo; Y ahora que estamos siempre a la defensiva de unos seres de dudosa procedencia, siempre tenemos miedo, si: tenemos; no estoy solo, somos un pequeño grupo de humanos nómadas conformados por mi padre, hermana y mi madre... O al menos espiritualmente, y yo. No duramos mas de 4 semanas en una casa.

Desde que dejamos la ultima casa han pasado 3 días, no hemos comido mucho, a mi no me afecta ni tampoco a mi padre, pero mi hermana ruega por agua y comida con sus labios secos como el taj mahal, un día me ofrecí para darle mi mínima y básica ración de comida pero mi padre dijo que lo ultimo que necesitaba era otro zombie merodeador de agua.

Nos movemos por el bosque ya que es difícil divisarnos desde tierra y aire, ir por la carretera seria como ponerse un cartel que diga: ¡ven! ¡soy un prisionero gratis!. en fin, pudimos afortunadamente conseguir algunos frutos de los cueles mi hermana Liddy se comió 3 mangos sin pensárselo 2 veces, seguimos avanzando mientras yo pensaba en cuanto faltaría para Chicago, nuestro destino; al ser esta una ciudad segura contra terremotos y tsunamis decidimos ir, lo mas seguro es que hubiese mas gente allá... y esperemos no sea ofensiva.

-¡Papá mira eso!- dijo Lid señalando una cabaña de troncos de aspecto muy acogedor, solo le faltaban las palabras: refugio 5 estrellas en caso de Apocalipsis-

Nos quedamos tanto mi padre como yo en un estado de estupefacción, era el primer lugar de aspecto intacto que vemos desde que abandonamos florida. Nos dirigimos donde ella y al llegar abrí yo la puerta mientras que mi padre apuntaba con una pistola, sea quien sea: humano o invasor; si trataba de atacarnos le volaría lo sesos, sin hacerle caso a este detalle tuve una gran nostalgia al abrirla, sonaba como la puerta de nuestro hogar... lloraría, claro eso si se me hubiese ido de la cabeza la idea de que estamos a medio fin del mundo.

-Parece vacía- dijo mi papa avanzando con la pistola semi-automatica apuntando a la derecha y yo con la desert deagle a la izquierda-

-Falta arriba- dije mientras me ponía de espaldas a el para subir las escaleras-

El apuntando arriba yo abajo lo hemos echo tantas veces que nuestros movimientos se coordinan como si fuésemos robots programados. Revisamos todo y e resultado fue satisfactorio: nada. Di un suspiro, deje de apuntar pero sin soltar la pistola me dirigí abajo con Lid.

-¿Que crees pequeña? nos quedaremos aquí cómodamente esta noche- le dije cerca de su cara esmerando una enorme sonrisa-

La noche fue lenta y acogedora al llegar, encendí la chimenea en la cual mi padre preparo una pobre familia de conejos que desafortunadamente estaban en su nido en uno de los cuartos de arriba, me sentí mal al comerlos cuando recordé como mi papa los mato sin esfuerzos con una apuñalada ¿pero eran ellos o yo, no?

Al terminar mi padre se levanto y se quedo sentado en el sillón observando alegremente yo jugaba con Liddy a unos cuantos juegos de manos, al pasar 30 minutos nos levantamos y nos dirigimos a los cuartos de arriba los cuales incluían unas camas suaves aun que algo sucias, pero era lo mas cómodo que estuvimos desde que dormimos en sacos de dormir en el suelo. Dormir con Lid en mis brazos mientras mi papá dormía plácidamente en la habitación del lado, nada podía arruinar esa hermosa noche con los aullidos de los lobos de fondo.

Me quede dormido y tuve unos sueños trastornados, sentía como si en mi sueño estuviese durmiendo embriagado, se sentía horrible y por la sensación me desperté con dificultad de moverme, vi por la ventana y según el sol parecían unas 5:00 am de la mañana... pero no preste mucha atención a eso cuando otra imagen apareció en mi vista, daba tanto miedo que sentí un fuerte escalofrío por toda mi espalda y salte de la cama para bajar corriendo a la sala, y me vi frente a frente con la horripilante imagen: dejamos la chimenea viva toda la noche, ¿no suena tan mal como lo describo, cierto? pero ponte a pensar que es dar señales de humo 7 horas seguidas en medio de una invasión de seres que pueden ver una mosca a medio kilometro de distancia, me apure a apagarla y al terminar escuche un leve estruendo, quizá un temblor leve, pero vi la puerta y la adrenalina corrió por mis venas tan rápido que pude ver la primera bala atravesando la estructura de madera, me apure a tirarme tras un sofá mientras escuchaba como la puerta se hacia pedazos por los fusiles enemigos. Mi M16 y mi desert eagle estaban al otro lado del sofá, si trataba de tomarlo lo mas seguro es que tendría un nuevo agujero de decoración entre las cejas. Detrás de mi veia las balas impactando finalmente contra la pared y por el ovillo de mi ojo pude ver una figura con un arma bajando las escaleras, voltea a verla y vi a mi padre decidido a atacar sin saber a que se enfrentaba, los disparos se acabaron con un ruido final entre dos, ambos sonaban de un arma corta pero capaz de matar a otro de un solo disparo en el lugar adecuado, los últimos recuerdos que tengo de mi padre fue su figura cayendo al suelo a mi lado con una herida sangrante en el cuello, no supe que hacer, tenia miedo, desesperación e ira... me hubiese lanzado a mi M16 y dispararle a todo lo que veía sin pesar dos veces en mis posibilidades de vida, pero recordé a alguien que me necesitaba, quien si yo moría ella se iría conmigo, así que aprovechando un momento de distracción de los seres llevándose el cuerpo de mi padre para examinarlo probablemente, salí corriendo a la habitación de Lid cuidando de que no me hubiesen visto correr a sus espaldas ni que me hubiesen escuchado. Entre al cuarto y lo único que vi fue a una pequeña niña sentada en la cama con sus manos en las rodillas y una mirada fría, casi parecía que me estuviese esperando; sin darle importancia a eso la tome y me dirigí a las escaleras, asome levemente mi cabeza para observar, solo vi una imagen traumante y horripilante: por la ventana se observaba a los seres diseccionando a mi padre en la parte delantera de la casa, sentí el conejo de la noche anterior devolviendo por mi garganta, cuide no votarlo ya que si veían el vomito sabrían que habíamos mas y nos buscarían, asi que trague, tome a Lid en mis brazos y salí corriendo con mi equipamiento por la puerta trasera de la casa, corrí corrí y corrí, nada me importaba mas que alejarme de ese lugar, creo que me aleje un medio kilometro a pie y después me detuve y con las pocas fuerzas que me quedaban deje a Lid suavemente en el suelo mientras yo me ponía de espaldas bruscamente contra un árbol, mire al cielo un momento para después romper en llanto, sentía como si mi cuerpo y alma se estuviesen rompiendo lentamente y luego me senté arrodillado en el suelo, pensé que ya no habían oportunidades ¿para que seguir? ¿para que luchar? íbamos a morir de todas formas ¿no?. Pero sentí algo en mi hombro, una mano para ser exactos ademas de ser algo pequeña, levante la mirada y vi mi razón de seguir, a quien debía proteger y por quien debía luchar, al frente mio estaba Lid mirándome con una cara seria, parecía no afectarle mucho lo que acababa de pasar, no le dije que papá ya no estaba pero era tan lista como para averiguarlo, ella era fuerte para su edad, hasta ahora muy pocas cosas la habían corrompido, me llenae de su orgullo y sentí las fuerzas volviendo a mi, pero no podía alejar la tragedia sucedida.

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