Denegados

Renacer

Los odio a todos, odio a Deimy, odio a Emma, odio a Sam, odio a Kev y odio a Mikey... Bueno, a el siempre lo eh odiado en cierto modo. ¿El por que los odio a todos? ¡Fácil! Me sacaron con vida del lugar vete tu a saber como, lo se por que estoy en una cama vieja y desecha en un tipo de cuarto pequeño, llevo acostado media hora por que no me quiero topar con sus caras, pero ya que la vida me detesta me ocurrió el mejor golpe de suerte.

-¿Te encuentras mejor?- Dijo Emma asomando su cabeza por la puerta semi abierta, en su cara se notaba algo de preocupación por mi estado aun que solo fueran un par de quejones leves.

-Largo- Dije por instinto, no quería ver a nadie no me importaba que tan preocupado estuviese por mi, pero como mi suerte abunda ella no era la única.

-Eh, no tienes que ser tan duro cascarrabias- Menciono Kev abriendo completamente la puerta, todos estaban ahí y yo solamente podía observar y esperar a que dijeran lo que quisiesen.

-¿No ser duro? ¿Me estas diciendo que no sea duro? ¡¿Sabes que es duro?!- Le grite a Kev cegado por la rabia, no soportaba que el que provoco la secuela de mi sufrimiento me dijera que yo era duro. Me levante a duras y torpemente por las quemaduras y el dolor trate de dirigir hacia el- ¡Duro es que unos desconocidos de otro universo llegaran para matar a mi familia y amigos! ¡Duro es que se hayan llevado a mi hermana sin razón alguna! ¡Duro es que ustedes desgraciado hayan decidido continuar mi sufrimiento!

Me exprese profundamente y creo que mas de lo debido ya que al terminar obtuve a lo mejor mi merecido, el golpe de Sam hizo que retrocediese hasta el punto de chocar contra un closet que se hallaba en la habitación, y sin dejarme dar un respiro se acerco y me tomo del cuello de la camisa mientras me aplicaba fuerza contra el closet, intentar liberarme era inútil ya que era una chica con cuerpo de modelo levemente musculosa contra un herido por quemaduras.

-Escuchame bien niño "soy el centro del mundo", todos aquí han pasado por cosas horribles, nadie aquí excepto tu tiene la posibilidad de tener un familiar vivo y todos aquí quieren acabar con esta mierda de una vez y enterrarse un cuchillo en el cuello así que no vengas a quejarte de tu vida ya que por algo la salvamos, muy posiblemente las 6 personas que estamos aquí paradas seamos los únicos humanos restantes en el planeta y aun así ¿pensabas suicidarte? cuando nosotros estemos muertos nos llevaremos la humanidad con nosotros así que será mejor que te retractes de esas ideas, ademas ¿quien sabe si tu hermana esta viva o no? ¿no quieres vivir para poder tener amenos una mínima oportunidad de salvarla? ¡¿De pasar otro estupido y mugriento día solo observando su cara?!- Se notaba que estaba envuelta en ira al ver sus ojos dilatados.

Jamas pensé en eso, era cierto que nunca considere que el pasado o vidas de los demás fuesen peores que las mías y de allí llego mi error. Me calme lo mas que pude y baje la mirada sin decir palabra, me sentía horrible física y mentalmente, nada estaba de mi lado, no sabia como recuperar a Lid y tampoco como iba a proseguir con mi vida tras lo sucedido. Sam me soltó y dejo de pie contra el closet, no sabia que decir, estaba ahogado en la mudes pero pasados 2 minutos de completo silencio se me vino algo a la mente.

-Todos empaquen sus cosas, mañana a primera hora los quiero ver a todos de pie en la puerta- Dije dando media vuelta y volviendo a la cama.

-¿A que te refieres con eso? ¿Quien te nombro líder?- Dijo Mikey en posición firme y seria, obviamente cuestionándome.

-Si no quieres no vayas- Le respondí apenas observándolo por el ovillo del ojo- Pero yo pienso saber quienes son esos desgraciados y también recuperar a mi hermana, no obligare a nadie pero solo les diré... -Me dirigí hacia el medio de ello- Que no pienso quedarme inmóvil mientras destruyen mi hogar- Dije para salir por la puerta de la habitación y dirigirme a la sala.

Me acababa de decidir por mi propósito, ya no iba a seguir ocultándome, le haré saber a los invasores que los humanos son duros de roer y que si nos vamos nos llevaremos a docenas de ellos por persona con nosotros. La guerra no había iniciado hasta ahora, acababa de empezar, aquí es donde se comienza la resistencia, aquí era donde demostraríamos nuestra fuerza.

ahora íbamos a demostrar quienes merecen ser denegados.