Bajo el Mismo Hechizo

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La tormenta se volvía cada vez mas fuerte. Sus salvajes relámpagos rompían el silecio de la noche y eso inquietaba a cierta hada. Sin embargo, ella no se permitió el lujo de no descansar. Durante los ultimos días Erza había tenido ese horrible sueño. Siempre el mismo. Pero algo cambió esa noche.

Erza se encontraba en un desierto sin nada que tuviera vida, solo una persona a lo lejos. A medida que se iba acercando reconocía a esa persona, era Jellal. Erza corria y corria con todas sus fuerzas pero una vez que llegó a tocarle desapareció y el sol y el desierto desaparecieron hacendo de ese paisaje un agujero negro que hizo desaparecer a Erza como Jellal lo hizo por primera vez en su sueño.

Erza gritó desesperada sin darse cuenta que estava despierta en el mundo real.

Jellal oyó el grito y se dirigió corriendo hacia ella.

- ¿Erza que te pasa? - le preguntó preocupado Jellal tomando sus hombros y zarandeandola suavemente.

Erza no respondió. Tenía los ojos como platos, la piel pálida y temblaba por todo el cuerpo.

- Erza. Erza responde.

Esta vez Erza miró a Jellal a los ojos. Y se quedo un buen rato haciendolo. Aquellos ojos verdes fueron los que le dieron, confianza, valor, coraje, alegria, calor, miedo, ira y tristeza cuando le conoció. Ambos perdieron a sus familiares de forma cruel e injusta. Lo tenían todo a favor y a la vez en contra.

- Erza...

La voz de Jellal volvió a enternecer a la gran Titania. Sonó suave, en un susurro dulce, cálido y profundo.

Lo reconocía; Estaba enamorada de él desde el principio. Deseaba con todas sus fuerzas sentir esa cercanía tan dulce y cálida todos los dias. Durante el resto de su vida.

Erza agachó su cabeza haciendo que su flecillo escarlata le tapara sus claros ojos castaños. Una lagrima se le escapó hasta convertirse en un pequeño lago en su rostro.

Jellal lo vio y puso su cálida mano en la mejilla de Erza de la manera mas delicada que había sentido en su vida. Eso la hizo llorar más.

El mago se acercó más a ella y la abrazó lentamente.

Mientras Erza lloraba, grababa en su mente y su corazón aquel abrazo lleno de amor.

Era suave, lento, delicado y dulce. Sobretodo tranquilizador y confortante. Jellal fue abrazándola más fuerte poco a poco. Podía sentir esos fuertes brazos que la protegían de cualquier peligro. Erza pegó su cara aun más en el torso bien tonificado de Jellal y este pegó su rostro en la cabellera de la pelirroja. El chico no llevaba nada puesto en la parte de arriba pero a ella no le importó, quería sentir el calor de su piel y su corazón latir. Eso la tranquilizaba mas que nada, oir su corazón.

No se separaron hasta que un potente rayo les hizo volver a la realidad, algo impactados por la sorpresa.

Erza y Jellal se miraron a los ojos. Él le sonrió.

- ¿Quieres hablar de ello?

A Erza ya no le importaba lo que pasara. Tenía que ser sincera con él y consigo misma, pero... ¿Se atrevería?

Hola chicos quetal? Bien. Creo que hasta aqui lo dejo. Sin pedirlo a aparecido el mejor momento de la presion y las ansias. Esto se pone interesante jajajaja (risa malvada)

Vale ahora en serio creo que ga sido muy corto y talvez no debi subir el primero de nalu hasta acabar este. (Es que estaba tan emocionadaaaaa)

De acierdo chicos pues espero que os este gustando y los primeros que han comentado en esta historia, no sufrais que aun sigue.

Chaooooooooo!!!!

Jerza: Siempre ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora