Tachaaan!

22 4 2
                                    

Miercoles
Jueves
Viernes

Los dias pasan y con el fin de semana llega el buen tiempo, tal como mi hermana predijo. Aún así no dejaba el ordenador ni a palos. Cada vez hablamos más y más. Hablabamos de muchas cosas, pero la gran mayoría eran cosas banales. El solo hablar con el otro ya era un entretenimiento. Un desconocido, sin proponerselo, había convertido mis cacaciones en vacaciones. Eran las nueve de la noche y yo aún estaba hablando con él.
TheaRoja07: Si sigues trabajando así, te van a salir arrugas y canas antes de tiempo.
WorkAndFreak07: Y quien dice que no las tenga ya? No es mi culpa que mi secretaria se tomara vacaciones. No soy negrero, aunque mis empleados me vean como tal.
TheaRoja07: Vaya por dios. Aunque las tuvieras, seguirías siendo guapísimo. Y no es por nada, pero si tus empleados te tienen como negrero, será que lo eres.
WorkAndFreak07: No soy negrero!
WorkAndFreak07: Y como sabes tu que soy guapo?
TheaRoja07: Si no fuera así, no tendrías todos los ligues que tuviste esta semana. Cuantas veces me dijiste... Aah. Hoy me han dado otro numero de telefono... Han vuelto a insinuarseme en mi despacho... La morena que me he traído a casa ayer estaba buenísima!!!
WorkAndFreak07: Madre mía. Suenas celosa.
WorkAndFreak07: Y lo de la morena te lo dije ayer. Solo una vez.
WorkAndFreak07: Hoy era una rubia. La que se me insinuó en mi despacho. Jejeje
TheaRoja07: No soy celosa.
Pikachuuu!
Algo me acaba de llegar al movil. Miro y es un whatsapp. Mi hermana! Se me había olvidado por completo. Ya están aquí! "Abre el portal petarda!" Rápidamente escribo en el portátil y lo cierro sin esperar respuesta. Había escrito algo mientras yo miraba el móvil, pero no me dio tiempo a leerlo. Ya lo miraría en otro momento.
TheaRoja07: Mi hermana llegó. Te dejo. Disfruta de la compañía de hoy. ;)
Abro el portal con el mando y cojo a toda prisa las patatas para pelarlas. Mis ahijados llegaran con hambre y mi hermana con más todavía. Solo piensan en comer esta familia mía. Ya estoy en la tercera patata cuando entran como un vendaval y se echan a mis brazos. Si no fuera porque los conozco, ya los habría acuchillado sin querer. Aparté el cuchillo a tiempo y los abracé bien fuerte. Si es que son un peligro.
-Hola madrinaaa!!!
-Hola cariños míos. Cómo os eché de menos!
-Y nosotros a ti! A que sí, niños? -Dijo mi hermana al entrar y también se unió al abrazo.
Más bien saltó encima nuestra, haciendonos caer a todos al suelo con la mala suerte de que su mano se enganchó con el cable del portatil y se resbaló de la mesa cayéndose con nosotros. Mi cara de espanto debió asustarlos a todos porque rápidamente se me quiraron de encima y cogieron el portatil para ver si le había pasado algo.
-Lo siento, lo siento, lo siento!!!!!!!! Decidlo también niños.
-Pero mamá! Fue tu culpa! -Dijo Aitor enfadado.
-Que os disculpéis con madrina!
-Lo sentimos madrina...
Yo aún estaba despatarrada en el suelo mirando como el portátil, antes en el suelo, ahora daba vueltas en las manos de mi torpe torpe hermana. No era capaz de articular palabra. Espero que no se hubiera roto. No puedo permitirme otro de momento. Tiene que funcionar! Tiene que...
Ay dios mío, que no cerré la pestaña de la página web! Aitana ya estaba abriendo el portátil y sin pensarlo salté encima de ella y se lo arrebaté.
-Déjame mirar si funciona. Seguro que no...
-Déjalo! No lo toques!
-Hola cuña... Pero que ocurrió ahora! -Dijo Bruno, el marido de mi hermana, que en ese momento estaba entrando por la puerta con un montón de maletas y con cara desesperada.
-Dile a tu mujer que quite sus zarpas de mi ordenador ahora mismo.
-Mami... Madrina está muy enfadada otra vez.
-Sí Nayara. Estoy muy enfadada, pero con la bruta y torpe de tu madre, como siempre.
Con el ordenador pegado a mi pecho, me levanto y lo pongo en en armario con cuidado sin mirar si esraba roto o no. Ya lo comprobaré más tarde. Piso a mi hermana despacito y cuando ella se echa reir, estiro mi mano para levantarla.
-Cómo ha ido el viaje?
-Largo. Me muero de hambre. Y la comida?
-Ahora os la hago. No sabía a que hora llegaríais así que prefería esperar para que tuvierais la comida caliente.
-Oye cuñada. Que las maletas pesan. Donde las pongo?
-Vaya pregunta. Donde te dé la real gana. Tu sabrás si quieres dormir fuera con los jabalíes o donde duermes siempre. En vuestra habitación.
-Ja Ja. Que graciosa. Bicho! Ayúdame a llevarlo todo que no puedo solo.
-Vooy! Hijos. Poneos en el sofá y encended la tele que madrina tiene el cuchillo en la mano.
Esta vez fui yo la que se echó a reir. Si es que mi hermana es de lo que no hay. Antes también tenía el cuchillo en la mano para hacer su comida y poco les importó placarme como un jugador de rugby.
Los niños se sentaron entre risas y Aitana y su marido se fueron a la habitación para guardar sus cosas. Al poco rato ya tenía las patatas peladas y cortadas y la freidora calentándose.
-Con qué puedo ayudarte, Gala? -preguntó Bruno entrando en la cocina. No sabía que mi hermana estaba justo detrás de él.
-Puedes poner la mesa si quieres.
-Y yo? -Me eché a reir
-Tú sentada con tus hijos y si te portas bien tendrás postre.
-Y nosotros madrina?
-Vosotros también, cariños míos.
-Que tal si yo hago los huevos?
-Bien, vale. No te quemes.
Nos pusimos a ello y me sentí feliz. Estar con mi hermana era desesperante, pero tremendamente divertido. Aun no sé como puede ser policía siendo como es. Al menos tiene a Bruno, sino no podría estar tranquila. Él también es policía y se cuidan el uno al otro. Siempre me dicen que no tengo que preocuparme por ella. Que Aitana se convierte en otra persona en el trabajo, pero no puedo dejar de hacerlo. Si les pasara algo, mis queridos ahijados... Aitor tenía los cinco recién cumplidos. Todo un hombrecito, y Nayara era una preciosidad con sus tres añitos. Los dos habían salido a su padre, pero tenían el caracter de su madre, aunque la niña era más tranquilita, como yo.
-La comida está lista!
-Bieeen!!!
Todos se sentaron a la mesa y devoraron sus platos con ansias. Son todos unos glotones. No sé como pueden conservar la línea con todo lo que se zampan.
La cena fue divertida. No los había visto en medio año y por supuesto había mucho que contar. No les pregunté por el trabajo, ya que tienen terminantemente prohibido hablar de ello delante de sus hijos, así que lo evité lo máximo posible. Los niños contaban entusiasmados como habían ido a la piscina para aprender a nadar y lo expertos que se volvieron.
-Ahora ya podemos ir a la playa sin manguitos!
-Como me alegro Aitor. Mañana no, pero el domingo pasaremos tooodo el día en la playa y me enseñas lo que sabes hacer.
-Te lo prometo madrina. Yo sé nadar muy bien y te lo enseñaré.
-Yo también, madrina!
-Nayara... Ya dijimos que tu aun tienes que poner los manguitos. No es seguro para ti.
-Jo, papi!
-Ni jo papi, ni leches. Ahora... Creo que podemos pedirle a mami que traiga el postre, no creeis?
-Siiiiii!
-Como que a mami?
-Si Gala. A mí. Yo he traído el postre. Supongo que me he portado bien para poder comer un trozo, no?
Sin esperar respuesta se levantó de la mesa, cogió a sus hijos y salieron afuera. Mientras tanto Bruno recogió la mesa y puso platitos y cucharillas.
-Tachaaan!!!
Ya estaban dentro otra vez, pero con varios paquetes. Los niños agarrando uno grande y parece que pesado y mi hermana otras tres bolsas en una mano y en la otra una caja que me atrevería a decir que es una tarta gigante. Me estaba esperando lo peor, pero no fui la única porque Bruno corrió a su lado y cogió la caja para ponerlo en la mesa con cuidado y luego se dio la vuelta para ayudar a sus hijos a darme eso tan pesado.
-Feliz cumpleaños madrina! Abre nuestro regalo!
-Gracias amores. Porque no me ayudais a abrirlo? Seguro que es más divertido.
-Siiii!
Entre los tres quitamos el papel de regalo en un periquete y me reí con fuerza, mientras abrazo a los niños y les doy cien mil besos
-Que me vayas a regalar un portátil, no significa que puedes romper el que tengo, Tana.
-Te juro que eso fue un accidente! Además. No creo que esté roto. Déjame que... -Se quedó callada y cuando miré en su dirección supe porqué.
-Supongo que no está roto...
-No. No lo está.
Por un momento todos se quedan callados. Tuve que hablar.
-Quien quiere tarta?

Media naranjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora