Las personas civilizadas no gruñen

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Abrp los ojos lentamente, pero muy rápidp los vuelvo a cerrar. Maldita luz! Como se me había olvidade cerrar la presiana?! Aah.. Tengo una resaca como un estadio de futbol. No debí beber tantos chupitos. Me desfasé demasiado. Tengo la boca tan pastosa que es hasta asqueroso. Aún así no siento ganas de levantarme de la cama. Sé que tengo que hacerlo en algún momento, pero de momento...
-Madrinaaaa!!!
Aargh!! Los niños entraron como locos gritando y saltando encima mía. Por dios, mi cabeza!
Abro los ojos y les pongo la mejor cara que tengo. No debe de ser muy buena porque la niña me pregunta.
-Madrina.. Estás bien? Porque si estás enferma no podremos ir a la playa y yo quiero ir.
Era tan bonita que le dije.
-No te preocupes mi amor. Estoy bien. Ahora iros a desayunar que voy a arreglarme un poco.
-Pero madrina. -Dijo Aitor mirándome confuso. -Si ya estás vestida.
Miro mi ropa y así es. Me eché en cama con zapatos y todo. Ni siquiera me tapé con las sábanas. Así caí, así me quedé. No pude hacer otra cosa que reírme.
-Nada como los viejos tiempos. -Levanto la cabeza y ahí está mi hermana. -Anda chicos. A desayunar y así la madrina se despeja un poco.
Cuando los niños se van, dejo caer mi cabeza otra vez en el colchón.
-Podrías haberlos mandado directamente a desayunar y dejarnos despertar tranquilos a mi y a mi resaca.
-Que va! Tan solo queríamos que tuvieras el mismo despertar tan maravilloso que tuvimos nosotros.
-Ja ja ja. Capulla!
-Yo también te quiero.
Al poco rato ya estábamos todos listos y preparados para ir a la playa. Como no, pasamos el mayor tiempo posible en ella. Aquí en Galicia hay tantas playas maravillosas que es difícil no pasarse todo el día en una de ellas. Cuando ya eran las siete de la tarde llamamos a los chicos para irnos. Por supuesto no querían marcharse, pero yo tenía un largo camino en coche por delante y no quiero llegar demasiado tarde a casa.
Como dije anteriormente, la casa de los abuelos solo la usamos para las vacaciones. Con el tiempo fuimos haciendo nuestras vidas y nos separamos. Mi hermana vive en Madrid y yo en Porto, Portugal. Nuestros padres tampoco viven aquí porque se separaron, amistosamente por supuesto, y cada uno fue por su lado para ser feliz. Mi padre está felizmente casado en Holanda y mi madre está en Valladolid en una relación con un hombre muy majo, así que esta casa se conserva básicamente porque de vez en cuando alguno de nosotros viene a pasarse unas vacaciones tranquilas.
-Seguro que no puedes cogerte el día libre?
-Seguro Tana. Ya me pasé una semana aquí y sé que me espera un montón de trabajo acumulado allá. Vosotros disfrutad del día que os queda aquí.
-Lo haremos. Los niños adoran este sitio. Mañana iremos a visitar los padres de Bruno para que vean a sus nietos y luego solo nos queda relajarnos un poquito más.
-Bien.
Estoy empacando todas mis cosas cuando Tana me llama desde el salón. Aún tengo mucho que hacer así que la ignoro, pero vuelve a llamar. Gruño y tiro mis cosas con impetú en la maleta. No voy a ir. Si es importante ya vendrá hasta aquí. Y así fue...
-Gala, joder, que te estoy llamando!
-Ya te escuché.
-Entonces ven!
Solo gruño otra vez en respuesta. Sé que las personas civilizadas no gruñen a la gente, pero es algo automático. Ya es un logro que pudiera suprimirlo lo suficiente en el trabajo.
-A mi no me gruñas, so bestia.
-A ti te gruño si me da la gana. Ahora dime que coño quieres.
-Uff. Vas a tener la regla?
-Que me digas que quieres, joder!
-A ti te lo voy a decir ahora. Ja!
Y se va. Inspiro lentamente y suelto lo que tengo en las manos. Pobres camisas, todo arrugadas. Voy hasta junto a mi hermana que estaba esperandome junto a mi portátil viejo.
-Qué pasa?
-Vas a dejar de gruñir?
-No me da la gana.
-Bien.
-Bien?
-Sí. Bien.
-Que ocurre?
-Nada.
-Dímelo.
-Nada!
-Entonces para que cojones me mandas venir aquí?
-Madrinaa! No se dicen palabrotas!
-Perdona Nayara, cariño. Es que tu madre saca de quicio a uno.
-Lo sé.
La niña lo dijo tan tranquila que me quedé pasmada ya por mo echarme a reir. Estos niños... Me giro en dirección de mi hermana otra vez y que me mira expectante. Esta seguro que espera una disculpa.
-No te voy a decir lo mucho que lo siento porque las dos sabemos que ni en esta vida ni en la siguiente lo haré.
-Vas a tener la regla.
-Pues sí! Ahora dime que co... Que pasa.
Aitana me mira un poco y luego se sienta señalándome que me sitúe a su lado.
-Estaba mirando mi correo y el facebook que algo comenzó a sonar. Al principio lo ignoré, pero luego me di cuenta que era el friki.
-Sí. Y?
-Pues que lo leí.
-A este punto ya me lo imaginaba. Que dijo para que te pusieras así?
-leelo tú misma.
WorkAndFreak07: Al fin es fin de semana y tengo todo el tiempo del mundo (más o menos) y no está tu para hacerme compañía.
WorkAndFreak07: En lugar de salir a divertirme, estoy bebiendo solo en este piso gigantesco, hablando con alguien que no está conectado.
WorkAndFreak07: Supongo que estarás divirtiendote con tu hermana y tus preciosos sobrinos.
WorkAndFreak07: Hablando de divertirse... Ayer lo pasé muy bien con la rubia. También hay que decir que pensé en ti tal como dije.
Ay por dios! Que este tio me escribió borracho el sábado por la nochd y mi hermana leyó todo esto. El texto sigue así que sigo leyendo. Vuelve a escribirme hoy por la mañana.
WorkAndFreak07: A parte de tener resaca me acaban de dar una pésima noticia. Mi secretaria se partió la pierna en sus vacaciones y ahora tengo que buscarme otra. No tengo tiempo para estas cosas.
WorkAndFreak07: El día solo sigue empeorando. Y tu tampoco estás. Mejor voy a dar una vuelta. Quizás me encuentre con otra rubia. Escríbeme cuando quieras y vendré volando.
WorkAndFreak07: Ya estoy mejor. Un poco de ejercicio de la buena mejora el humor de cualquiera. Lo malo es que sigo sin tener noticias tuyas...
WorkAndFreak07: No te va a gustar, pero...
WorkAndFreak07: Me darías tu número de teléfono.
WorkAndFreak07: No me entiendas mal! No voy a buscarte ni nada parecido. Solo poder hablar contigo sin estar condicionados por esta página. Me lo darías?
WorkAndFreak07: Sé que no te parecerá mucho, pero no doy mi número personal a cualquiera. Tu no eres cualquiera. Un beso.
El número que pone a continuación no es español sino portugués. Su número personal es portugués y da la casualidad que yo trabajo en Portugal.
-Increíble...
-Pues increíble es decir poco, Gala.
-Lo sé.
-Que vas hacer?
-Llamarlo no. Eso seguro. Acaba de decirme que quiere... que quiere más.
-No tienes porque llamarlo. Existe el whatsapp. Al menos es un avance.
-Estás de su parte?
-Qué?! Te vendría bien un amigo. Además es portugués! Mira su número. Quien sabe. A lo mejor vive cerca de Porto.
-Ya tengo amigos, Tana. No necesito más.
-No voy a entrar en el tema de los amigos, pero al menos dale una oportunidad.
-No!
Y me voy a mi habitación a acabar de empaquetar todo. Se me ha hecho demasiado tarde. Aún así lo hago todo con lentitud. No puedo dejar de pensar en lo que escribió. Y si lo llamo? Nooo. Y si le doy mi número? Ni de coña. Pero... Si no hago algo quizá ya no quiera hablar como lo hicimos estos días. Lo cierto es que no quiero perderlo, pero es que me niego a dar mi número. Así es como empezaron a liarse las cosas la última vez. No voy a hacerlo.
Pasa otra hora más y yo termino de meter todo en el coche. Aitana no volvió a mencionar a mi friki, cosa que me extraña. Se la veía contenta, así que no me preocupé.
-Lo tienes todo?
-Casi. Solo coger las llaves y mi móvil y ya estoy lista.
-Están en la mesa.
-Gracias.
Vuelvo adentro y antes de nada vuelvo a abrazar a los niños. No quieren que me vaya. Tan encantandores... los suelto y les digo que pueden venir siempre que quieran a mi casa en portugal y que el cumpleaños de la abuela, nuestra madre era en dos meses por lo que ya nos veríamos. Eso los convenció me dejaron ir. Cojo las llaves y el movil y salgo. Ahí están Aitana y Bruno abrazándose, pero cuando me acerco más, veo que mi cuñado está con cara de perros mientras que mi hermana tiene una sonrisa de oreja a oreja. Algo hizo ya. Siempre pasa algo, por lo que no pregunté.
-Adiós cuñado. Nos vemos en dos meses.
-Adiós Galatea. Cuidate.
Luego le doy dos besos a mi hermana y la abrazo bien fuerte. Ella no dejó de sonreir en todo momento.
Entro en el coche y arranco. Me despido mientras bajo por la entrada y antes de darme cuenta ya estaba en la general. No estaba triste por separarme de ellos. Los vería a finales de octubre por lo que no pasaba nada y mis vacaciones tampoco los echaría de menos. La semana de relax me.vino bien, pero ahora estoy totalmente recargada y lista para trabajar. Me gusta trabajar. Me gusta mi trabajo. No tengo ningún problema en...
De repente me suena el teléfono. Contesto sin mirar el nombre. Seguro que me olvidé algo en casa y es mi hermana.
-Hola?
-Tengo que decirte que tienes una voz preciosa.

Media naranjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora