Sigues siendo todo.

Sesenta y siete.

32 días antes.

Día tres de Sebastian.

-Mamá, no es por afanarte pero... ¿Cuando tengo el vuelo?

-Tranquilo, quiero que pases mas tiempo conmigo y tu padre, tu vuelo esta para dentro de treinta días, ahora pequeño, a mi no me engañas, ¿es por una chica?

-¿Que? No.

-Vamos, nadie vuelve por sus amigos, que puede ir a visitar cuando quiera.

-De acuerdo, pero no le digas a papá.

-Oye ¿Cuando le he contado un secreto nuestro? No te preocupes.

-Se llama Laura, es mi mejor amiga y ahora mi novia, fui un completo idiota con ella, siempre me gusto pero no sabia que le gustaba también, así que salia con otras chicas y la hize sufrir mucho, pero ya no más, ahora quiero que todo mejore entre nosotros.

-Es muy lindo de tu parte cariño.

-¿Crees que deba comprarle algo?

-Claro que si, vamos al centro comercial a buscar algo lindo para ella.

-Gracias mamá, enserio.

Fuimos a un centro comercial, buscamos en todas las tiendas, pero realmente es difícil comprarle algo a la chica que te gusta mucho, y que no ves hace mucho tiempo, miramos tiendas de ropa pero... de pronto no le gustaba, vimos peluches, pero me pareció algo muy común, así que ingresamos a una tienda de joyas, termine comprándole un juego de plata con pendientes, anillo y collar, mi madre lo escogió, espero que le guste.

Al llegar a casa, comencé a hacer un cartel para ella, con fotos de nosotros y muchos mensajes amorosos, falta practicamente un mes para verla y yo estoy como si fuera a tener una entrevista para una universidad esta misma noche, Lau debe estar más hermosa desde la última vez que la vi.

Tome el celular de mi mamá a escondidas y marque.

-Aloh?

-Amor, 30 días.

-30 días para...

-Para verte.

-Es demasiado, se va a pasar tan lento, ojala vinieras esta misma tarde, estoy muy feliz de que vuelvas, te amo.

-Te amo.