noches oscuras

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El auto estaba volcado de lado asi que se nos dificultó salir, felizmente todos a salvo pero con fuertes dolores y pequeñas eridas. Al salir la noche ya había caido y la gente corria en todas direcciones había fuego por algunas esquinas y todas las personas salian de una esquina como si estuvieran huyendo de algo horroroso.
No tube tiempo para girtar corran cuando una orda de muertos vivos salian de aquella esquina todos con trages de médicos y pacientes, todos tomamos lo que pudimos y salimos corriendo. En direcion contraria
-CORRAN! CORRAN Y NO SE DETENGAN POR NADA, SIGAN CORRIENDO! - gritaba Maik
Los zombies se abalanzaban sobre las personas como fieras a sus presas.
Corrimos tanto como se nos era posible.
-AHI- grito mi madre señalando una estación de bomberos abandonada. Quise pensar que los bomberos salieron a por alguna emergencia o que simplemente escaparon sin saber que podian refugiarce ahi o por lo menos solo por aquella invasión. Entramos y cerramos las compuertas de acero de puertas ventanas y cualquier otro medio de ingreso. Es horrible tener que oir a todas esas personas de afuera gritando de dolor o miedo, suplicando poder entra. Me siento terriblemente mal por que empiezo a pensar que somos asesinos indirectamente pero ya en esta realidad tan bastarda esto sera como el pan de cada día. Los zombies, las personas ambas golpeaban la estación de bomberos queriendo entrar.
Hasta que oímos disparos,muchos. Pensamos que era una persona combatiendo pero era demaciada municion la que se escuchaba usar
-ire a ver por la ventana superior que diablos sucede- dijo Maik
Cuando miro lo que estaba sucediendo afuera una expresión de satisfacción lleno su rostro
- estamos salvados el ejercito esta aca- dijo Maik
ellos se alegron pero Renzo,  Sebastian y yo no. Eramos jóvenes, soliamos ver muchas películas de esto y si algo sabemos de ella es que no siempre la cura es mejor que la enfermedad y en este caso el ejército no es del todo bueno.
-ya limpiaron la orda de zombies,  salgamos- dijo Maik con esperanzas
-NO!-dije yo rápidamente con el querer de que nadie de afuera de la estación de bomberos nos escuche
-hay que esperar y mirar que mas sucede- susurro esta vez Sebastian
Los adultos nos miraron como si estuvieramos; Renzo, Sebastian y yo locos. Pero accedieron y todos empezamos a mirar por la ventana. Era cierto, toda la orda de zombies habia sido barrida por un grupo soldados del ejército del pais.
-Ya ven, salgamos y no perdamos mas tiempo- dijo Maik
-con un demonio papá puedes esperar?- dijo Sebastian
Seguimos mirando hasta que vimos salir a una familia: 1 niño 1 niña y una pareja de esposos.
Estaban algo lejos pero se podia oir claramente que pedian ayuda dirigiendose hacia los militares y lo que vimos fue aun mas horroroso que la orda que nos ataco. En lugar que los militares ayuden, detuvieron a la familia entera les hizo dar la media vuelta y los fusiló a todos. Mi madre se tapo la voca para no gritar mientras todos mirabamos el horrido hecho totalmente estupefactos, los adulto no entendian que había sucedido, por que les habian disparado?, por que no ayudaron?
Fue cuando dije
-es suficiente, cierra la ventana y quedemosnos en total silencio si no queremos correr la misma suerte que ellos-
Cerramos la ventana y esperamos y esperamos y esperamos. Los segundo parecian horas y las horas dias, todo se hizo largo y tetrico solo oiamos a los soldados pasar por aquella zona de invasión en la que estabamos. Felizmente pasaron sin revisar casa por casa parece que tenian lo necesario para seguir y tenian una mision mas importante que solo quedarce a jugar con los restos que quedaba de ese lugar.

Al fin, cuando se fueron pudimos hablar. Instantáneamente los adultos nos miraron y mi padre pregunto cómo sabíamos
- simple, en las películas siempre el ejercito tiene la principal misión de contención y de barrir el area central de infectados, por eso no se toman ni la molestia de ver si eres humano o zombie simplemente te elimina- dijo Renzo
-eso es horrible- dijo Rose
-lo se pero es real- dije yo
-hay que salir de aca y llegar a las afueras de la ciudad; 1 por esas cosas que andan por la ciudad y 2 por esos malditos militares- dijo mi padre
- tomemos lo que nos pueda ser util de aca, revisemos con cuidado este lugar- dijo mi madre
Maik fue con Rose, Renzo y mi madre con mi padre, y Sebastian conmigo. Para ser cinseros era una estacion amplia de 3 pisos con cochera trasera y dormitorios disponibles. Antes de separarnos dije -hagamos esto rápido,  si los bomberos siguen vivos de seguro volveran y no les gustara ver lo que podemos llevarnos-
El grupo de mi padre fue al 3 piso el grupo de Maik al 2 y Sebastian y yo revisamos el primero.
Encontramos muchas cosas como medicamentos trajes gruesos que incluso podian evitar mordidas leves, mochilas, agua y alimentos no perecibles, pero lo que en realidad buscábamos eran una llaves que pudieran habrir algun cuarto con seguro en esta estación. Encontramos un bate de béisbol y una acha como armas, colocamos todos los alimentos y las medicinas dentro de las mochilas que encontramos, cuando de pronto oimos un golpe en uno de los cuartos que aun nos fataba revisar. Sebastian y yo creimos que era alguien del grupo que se habia lastimado con algo asi que corrimos hacia aquel sonido, y gracias a dios, por instinto lleve el bate de acero q encontré. Al llegar la puerta estaba cerrada pero no con seguro, Sebastian quiso entrar de una vez por todas pero antes que pudiera dar un paso mas le di un tiron hacia atras tumbandolo.
- QUE MIERDA TE SUCEDE?- vociferó él
- shhht, te has dado cuenta que hasta ahora no ha llamado a ninguno de nosotros para pedir ayuda? No crees que si fuera alguien del grupo pediría ayuda llamando a alguien?- respondi yo, susurrando muy bajo pero lo suficiente como para que Sebastian me entendiera.
No le di tiempo a Sebastian a responder a lo que le acababa de decir, me coloque al lado de la puerta con la espalda pegada a la pared, conte hasta tres: uno... dos... TRES.
Habría de golpe la puerta y detrás de ella un cuerpo cayó el cual se levantó lentamente, estaba totalmente necrosado y apestaba demaciado pues la carne de su cuerpo ya estaba totalmente podrid, definitivamente era un zombie.
Estabamos en una forma triangular desde cualquier punto en el que nos miraran. A mi derecha estaba Sebastian y a mi izquierda estaba el zombie, igualmente para Sebastian yo estaba a su izquierda y el zombie a su derecha y para el zombie yo estaba para su derecha y Sebastian a su izquierda, era literalmente un triángulo. Todo sucedio muy rapido, Sebastian estaba en estado de shock, era la primera vez que veíamos y teníamos uno tan cerca. El zombie me miro y miro a Sebastian y sin dar mas demora se abalanzó sobre Sebastian, el grito de horror y desesperado de Sebastian me hizo reaccionar, tome mi bate de acero y con toda la furia de mi ser, reventé el cráneo del zombie.  Enseguida hice a un lado el cuerpo inerte del zombie y me fije si Sebastian estaba bien.
- te sientes bien, te ha mordido?- fue lo primero que le dije
- si estoy bien, no me ha mordido, gracias- fue lo que dijo dentro de su nerviosismo
Enseguida llegaron mi padre, mi padre, mi madre y renzo, que eran los que estaba en el segundo piso y lograron oir ruidos fuertes a diferencia de los padres de Sebastian que estaban en el tercer piso.
Cuando llegaron y vieron a Sebastian tirado al lado de un zombie con el cráneo abierto y el suelo lleno de sangre y yo con el bate ensangrentado se quedaron con la boca abierta hasta que mi padre dijo.
-se encuentran bien?-
-si- respondimos al mismo tiempo Sebastian y yo
-que paso?- dijo Renzo
-oímos un golpe de aca y pensamos que era uno de ustedes y cuando revisamos nos dimos cuenta que era esto- dije yo señalando con el bate al zombie.
-mira Ricardo- me dijo Sebastian alzando algo plateado con la mano
- las llaves ajajajja- dijo el tratando de pasar el momento amargo que acabábamos de vivir.
-esperen, denme esas llaves- dijo mi padre.
Se las dimos y nos llevo a todos al segundo piso donde habia como un armario grande dr metal que mi padre habia estado forcejeando para poder abrirlo pero era demaciado difícil de hacerlo, tomo las llaves y la inserto en la cerradura y al darle vuelta abrio con una facilidad excepcional. Al abrir aquella vitrina nos alegramos muchismo al ver lo que tenia en su interior, vimos armas.
Un rifle, una retrocarga, 3 pistolas y un AKM automática, con munición de cada arma, no era mucha pero de considerable cantidad. Mi padre las tomo, el era el que sabia mas de todos sobre armas pues en su juventud antes de entrar a la universidad formo parte del ejército. El tomó el AKM pues era una de las armas que mas manejaba, le dio una pistola a mi madre y mando a Sebastian a traer a sus padre. A los pocos minutos bajaron Maik y Rose. Mi padre le explico todo y le dio la retrocarga a maik y una pistola a Rose, mi padre giro y me dio el rifle, pues esa era una de las pocas armas que mi padre me enseñó como usar, le dio la pistola de mayor calibre, cadencia y recarga a Sebastian, Renzo replico
- por que yo no tengo arma?-
-el arma no es un juguete, pero a este paso tendras una solo demuestra madurez- dijo con seguridad mi padre
Por otra parte, Maik consiguió las llaves de uno de los autos de los bomberos, una casa rodante, al parecer algunos de ellos querian unas vacaciones; y mantas con sacos de dormir.
Tomamos todo y lo llevamos a la casa rodante y metimos todo ahi.
Tomamos barias planchas de acero y buscamos la manera de colocarlas al frente del auto asi podríamos avanzar entre zombies sin volcarnos, eran ya masomenos las 4.00 pm asi que decidimos dejar el lugar ya. Subimos al auto y salimos de la estación de bomberos en la que nos habíamos refugiado de la primera orda de zombies que vimos y estoy seguro que, lamentablemente, no será la última. Tomamos la carretera saliendo de la ciudad con el sol a nuestra derecha ocultándose en el horizonte. Pese a todo había sido un buen dia, comparado con lo que se venia sabíamos que debiamos estar unidos para sobrevivir, respirar un dia mas y luchar para que las humanidad tenga mas esperanzas de subsistir.

La vida entre ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora