Encuentros inesperados

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Daniela y yo tomamos cualquier auto disponible en esa zona, por desgracia solo encontramos un tiko pero era lo que habia, es ahora cuando agradezco que mi padre me alla ayudado a practicar con el carro para manejar y aparte que me instruyó bien en mecánica. Tomamos el auto, lo posimos en marcha y seguimos el rastro de la casa rodante.
- con esos neumáticos no deben haber ido muy lejos- dijo Daniela.
-sinceramente eso espero - respondi

Después de unos 20 minutos en carro a una velocidad de 20 km/h el rastro se desvío de la carretera y se ingreso al bosque que esta al lado de la carretera en las afueras de la ciudad.

Detuve el carro frente al rastro que daba para el bosque y baje con Daniela al mismo tiempo, nos miramos, volvimos a mirar el bosque y juntos nos dimos media vuelta a tomar nuestras cosas, para entonces ya era las primeras horas de la mañana.
Yo llevaba el traje de bombero mi mochila que encontre en la estación de bomberos mi bate y el rifle.
Daniela llevaba la mochila del auto, que por cierto estaba muy equipada de armamento aun mas que ma mía, dos pistolas y un cuchillo de casa de 25 cm, bastante filudo y mortifero diria yo.
Ambos comimos algunas barras de chocolate que encontré en mi maleta y salimos. Caminamos tratando de seguir el rastro de la casa rodante, el bosque era muy denso y los arboles de tamaños imponentes pues a mi parecer debian medir unos 20 metros, con la poca luz de la mañana que entraba era complicado ver el rastro.
- de donde eres? - preguntó Daniela
- de lima - surco. Y tu? - pregunté
- igual que tu lima pero vivia en miraflores- me dijo
Al parecer los dos vivíamos en distritos cercanos .
En ese momento algo raro me invadió una duda que me estremeció sin un sentido claro.
- por que estas sola?- pregunté
Un silencio hubo entre nosotros. Ella se detuvo y yo lo hice también al ver su repentina acción. Una par de lagrimas que brotaba lentamente por sus bellos ojos azules claros, luego un sollozo de ella se oyó en el silencio, en medio de la nada. Y fue cuando me di cuenta que mi pregunta habia sido la mas inoportuna de todas. El dolor se hizo empatico y algo dentro de mi pensó que podia correr el mismo destino.
- ellos, aquellos que me tenian amordazada, aquellos horribles hombres que tomaron a mi familia. Mi padre trato de defendernos mientras mi madre y yo uhiamos por orden de mi padre. 5 disparos sonaron tras nosotras, de pronto mi madre cayó sangrando por el abdomen, lo unico que oí de ella fue: corre. En miles de lagrimas le dije que no pero ella insistió y me fui, ME FUI SOLA, YO LA ABANDONÉ, YO LA DEJE MORIR- me conto ella entre lágrimas que caian por sus mejillas
-ya shhh calma, trnaquila- le repetía una y otra vez sin poder tranquilizarla mientras la abrazaba
- no debi dejarlos- dijo de pronto
- no podias hacer nada por ellos, ellos te dijeron lo que querian que hicieras, no te sientas mal por ellos hiciste lo que ellos te dijeron y los padres siempre buscan lo mejor para sus hijos, asi que hiciste lo mejor- le digo alzandole la mirada hacia mi.
Es tan linda aun con los ojos llorosos y la cara de haver pasado noches sin dormir verdaderamente.
En ese momento recuerdo las palabras de mi madre antes de salir y alejarme de ellos y siento como un puñal entra y sale en mi corazón pero estamos aqui Daniela y yo vivos y con el objetivo de salvarlos y eso cuenta.
- tienes razon, gracias Ricardo- dijo ella
- estoy aqui para ti Daniela- conteste
Seguimos el rastro por 30 min esta vez sin hablar tanto pues era cada vez mas difícil seguir el rastro. Y al terminar de seguir el rastro hallamos especie a un club silvestre dentro del bosque pero atrincherado detalladamente, algo asi como un ejército silvestre pero sin muchas personas, nos ocultamos bien y dijimos.
- aca termina el rastro, ellos deben estar adentro- dijo Daniela
- como los encontraremos y mas aun como entraremos?- pregunté
En ese moemento el portón de la zona se abrio, un hombre estaba en el portón mientraa pasaba un auto con la parte de de la maletera descubierta que cargaba mantas entre otras cosas que no podia distinguir. En total por ahora hemos visto a 2 de ellos: el que cuida la puerta y el que conducía, no era un club muyyy grande asi que no debian haver mas de 15 personas.
-asi- dijo Daniela
- ah? Que cosas?- dije yo de manera despistada
- asi entraremos- respondió
- en el carro?- pregunté
- si, escondidos entre las cosas- dijo
Me parecia algo apresurado pero cada segundo mas que pasábamos aca era, tal vez, un segundo menos de vida para mi grupo. Asi que solo nos quedaba esperar a que sucediera lo mismo, que un auto entre con cosas.

La vida entre ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora