Mientras seguíamos en la larga y ya oscura carretera, pues ya era de noche, las 9.00 pm para ser exactos, cada uno de nosotros recordaba aquella primera orda de zombies a la que por suerte sobrevivimos, almenos eso creo yo. En mi mente pasaban miles de pensamientos e ideas cada minuto del viaje. algun dia acabara esto? Que estan haciendo las potencias mundiales para solucionar este caos? Quien inicio todo? Si esto se soluciona como hare con mis estudios? SOBREVIVIREMOS? Esa ultima pregunta era la mas difícil y complicada de responder, se de mi capacidad física, el haber practicado taaantooos deportes me daba una buena resistencia física, velocidad, fuerza, agilidad e inteligente, ya que soy muy bueno en el ajedrez y las estrategias me ayudo a abrir mi mente mas para pensar muy rápido. Pero... bastará eso para sobrevivir? No, claro que no. No habra ni una noche en la que pueda dormir seguro, sin tener el terrible miedo de ser atacado por una de esas cosas o mas aun por los mismos humanos pues recuerdo bien la acción militar que miramos todos en la estación de bomberos.
Para sobrevivir debere dejar de mi algunas partes humanas que todos tenemos, debere perder la pena, debere perder la lastima, debere perder la indecisión, debere perder incluso el sentido de vida pues si alguien se infecta no puedo siquiera vacilar, debo estar totalmente convencido que aquella persona que e algun momento era un humano, tras una mordida, ya no esta mas y que es uno de ellos y acabar con su sufriento.
Y en ese instante imagino como seria la situación si le tocara a alguno del grupo a algunos mis padres o a Renzo o a Sebastian o a alguno de sus padres o, incluso, a mi mismo y me doy cuenta que talves ni siquiera tendre la fuerza para tomar el arma.
Sacudo mi cabeza fuertemente para olvidar esos pensamientos para no atormentarme, por ahora.
-estas bien?- pregunta mi hermano
-si, solo fue una pesadilla- respondo
Sebastian esta en la cama de arriba dem camarote, yo con mi hermano en la de abajo que es mas comoda y un poco mas grande, mi madre esta en una de las sillas hablando con Rose mirando, ambas, de vez en cuando por la ventana lateral y trasera de la casa rodante para asegurarse de que no sucediera nada "raro". Y Maik esta de en el asiento de copiloto junto a mi padre que esta de conductor.
-Ya vamos a llegar- dice mi padre
En seguida todos a excepción de Maik nos paramos y nos a listamos, aun no sabíamos exactamente donde resguardariamos la casa rodante, que en estos momentos, en un mundo donde todos luchas por tener lo que el otro tiene para sobrevivir, era muy valiosa.
Llegamos y como era de esperarse todo el lugar estaba en oscuras, la electricidad, el agua y todos los medios de comunicación estaban fuera de servicio.
Antes de bajar mi padre dio la orden de revisar por las ventanas si veíamos zombies. Enseguida lo hicimos y nada, todo totalmente vacío y silencioso, demaciado diria yo para estar en una situación como esta.
-bajemos Maik, el resto espera aca a que la zona sea segura, volveremks cuando hallamos de revisar el perímetro- dijo mi padre miestras Maik aceptaba. Ambos era hombre muy seguros y de caracter firme sabian lo que debian hacer y no vacilaban.
-no tomaremos mucho tiempo- dijos Maik y dándole un beso a Rose y a Sebastian y mi padre dándole un beso a mi madre, a mi hermano y a mi se despidieron y salieron tomando sus armas recargadas. Mientras se despedía me dijo al oido: eres el hombre ahora aca, cuidalos.
Tras salir los 2, todos nosotros los seguimos con la mirada, por la ventana, hasta donde pudimos pues la niebla era espesa y nos dificultó verlos mas alla. Un silencio largo se pronuncio entre todos los que estábamos en el auto, un silencio que con cada segundo que transcurría nos alteraba mas pues todos deseábamos tener cerca a Maik y a mi padre. Pero los segundo y minutos pasaban sin llegada de alguno de ellos y esa fue la gota que revalso el vaso.
-ya deberían regresar- dijo Renzo
-ya volverán- decia mi madre tratando de ocultar su miedo y tratando de apaciguar las ganas que tenia yo de salir a buscarlos, era mi madre, obviamente sabe lo que haria y lo que no.
-debria alguein ir a revisar- dijo Sebastian
-NOO!- se le escapó un grito esporádico a mi madre
-no, si vuelven ellos y el que va a buscarlos no lo hace, habra un fuerte problema- dijo otra vez mi madre pero esta vez mas calmada.
- la madre de Ricardo tiene razon- dijo Rose
Al cabo de 10 minutos mas, yo no aguante mas.
- voy a por ellos- dije firmemente.
-no Ricardo, te digo que no- me decia mi madre en tono de orden
-eh dicho que voy te guste o no- dije con maa fuerza
-NO IRAS A NINGUN LADO, ENTIENDES?- grito mi madre
-NO IMPORTA LO QUE DIGAS, IRE- dije con mas fuerza aun.
me puse rápidamente el traje grueso de bombero, tome mi mochila, puse mi rifle en la espalda y tome mi bate de acero y sali diciendo: Sebastian eres el hombre, cuidalos y tu si no salgas para nada, 3 afuera es suficiente. Si mis padres no vuelven ni yo en 20 minutos, salgan de aca.
- estas loco- decia mi madre entre casi lagrimas.
- soy tu hijo mamá, no soy nada idiota, te amo mamá y Renzo- dije yo y sali corriendo. Corri en linea recta hasta que la niebla ya no me dejaba ver el auto, yo ya habia estado en este lugar un par de veces asi que recordaba como era el lugar y a donde debia ir, me diriji lo mas rapido que pude a la tienda de ropa de la mama de Sebastian y cuando llegue encontre algo tenebrosamente extraño. Una camioneta, una camioneta de un tono azul marino qur estaba estacionada justo en la entrada del local y al acercarme algo aun mas raro me tomo por sorpresa, me pareció ver que algo atado que se movía. Instintivamente di unos pasos atrás rápidamente, un zombie? Sera eso? Y si lo fuera que demonios hace un zombie atado dentro de una camioneta? Miles de ideas asaltaban mi mente como que derrepente era un ser querido de alguien y lo ató por que no quiere que salga de su vida o que la persona que lo amarro tiene planes distintos, que aun no imagino, para ese zombie, pero en ese momento la piel se me helo aun mas al darme cuenta que alguien tuvo que hacer esto; habran sido mi padre y Maik?. Mi peligrosa curiosidad hizo que me acercara y descubrir que estaba pasando, las lunas del auto era polarizadas asi que no podia distinguir pero supuse que era una mujer por el pelo largo. Pero dentro de la camioneta en el asiento de copiloto habia una mochila que parecía interesante junto a un par de pistolas. Sabia que las necesitábamos tanto la maleta como esas armas, asi que me arme de valor y tome mi bate de acero y lentamente abri la puerta, que no estaba con seguro, aquel cuerpo se movia como si fuera un gusano enorme, pues estaba atado de pies a cabeza. Al abrir totalmente la puerta alce mi bate hasta su punto máximo y cuando me dispuse a ejecutar mi acción aquel bulto hablo
-ayuda- dijo aquella cosa
Fueron palabras que me dejaron paralizado unos cuantos segundos, no sabia si habia sido mi imaginación o si habia sido real, si lo habia oido o inventado mi subconsciente humano, pero de algo estaba seguro, de que algo que no habia notado antes estaba sucediendo.
-porfavor- dijo otra vez
Es el bulto, afirme yo en mi mente. Por un momento una estúpida idea de que los zombies podían hablar invadió mi mente. Pero otra vez mi curiosidad me gano y lentamente, con sumo cuidado me acerqué. Era una mujer, de hecho una joven, una joven rubia de piel blanca y ojos azules como el cielo, de mi edad supuse pero eso que importaba, tenia que ayudarla. Instantáneamente la desate como pude, ella estaba sucia y se podia ver que muchas lágrimas habian salido de sus ojos.
-gracias, gracias, muchaa gracias, no sabes cuanto te agradezco- me decia una y otra vez sollozando y apoyada sobre mi pecho
-tranquila, calma, ya todo esta mejor- le decia yo tomandola de la nuca y acercandola mas a mi.
- soy Ricardo, y vengo con un grupo que es mi familia y la familia de mi mejor amigo. Como te llamas? - pregunte
- Daniela. Daniela Lasso- dijo ella
- que hacias en ese estado en el auto? - pregunté
- no hay mucho tiempo para explicar todo - debemos salir de aca lo maa rapido posible- me dijo
-porque? Que sucede, si no me dices nada y no confias en mi no te puedo ayudar - le dije
- es dificil confiar en alguein especialmente en estos tiempos. Estaba amordazada en ese auto por un grupo de hombres armados, 7 para ser exactos, no se con que maldita intención pero en el grupo no habia ni una sola mujer asi que deduzco que me harian e incluso que horrores podrian hacer conmigo pues ya eh visto grupos caníbales - dijo ella
Quede con la boca abierta no literalmente, pues todo lo q me había dicho no sabia que ya habia, es decir era de esperarce esos grupos pero no tan temprano, la sociedad se ha ido al tacho y poco a poco sin sir infectados, necesariamente, nos vamos convirtiendo en una especie de zombies por laa acciones atroces que cometemos por sobrevivir.
- DIOS MI GRUPO!!!- grite sin tomar en cuenta que puede haver sido escuchado.
Enseguida dije esas 3 palabras Daniela tomo la soga, las pistolas y la mochila del carro, que por cierto contenía 4 granadas de pólvora, 2 bombas de humo, recargas de pistolas, un cuchillo, una liga de acero, unas llaves, 3 pasamontañas y un encendedor con algunos cigarros dentro de una cajetilla; todo un kid de espia diria yo. Como dije, apenas pronuncie fuertemente esas palabras Daniela tomo las cosas del auto y salimos yo a la cabeza dirigiendo a donde estaba mi familia, en ese moemento algo dentro de mi sintió algo dejando de lado el peligroso momento que mi grupo podria estar pasando, llamenlo egoísmo sentimental, desinterés incluso poca preocupación pero por un instante al ver aquella acción de Daniela de ayudarme sin vacilar me hizo sentir extrañamente bien, muy bien diria yo, pero no es momento de pensar en ello, mi grupo me necesita.Llegamos y no encontramos la casa rodante.
- maldita sea, no puede ser, no debi separarme de ellos, maldición- decia con preocupación.
Me di la media vuelta y cuando terminé la rotación senti como alguien me tomo bruscamente del pecho de la polera que llevaba puesto, era Daniela, increíblemente ers ella.
- si no te calmas nunca pensaras las ideas correctas, mirame y calmate- dijo ella con una firmeza unica
Esas mismas palabras solia decirme mi madre en mis problemas mas serios. Y al mirarla a los ojos y sentí un apoyo incondicional pese a que no habíamos pasado mas de 1 hora juntos, ella es increíble.
- tienes razon, gracias Daniela- respondi y ella me soltó.
- me rescataste no? Tal vez la vida quiso que si te separaras de tu grupo para que puedas rescatar a ellos y ... a mi- dijo terminando la oración haciendome un giño con el ojo izquierdo.
Es tan precisa y ahora que me doy cuenta pese a la suciedad, que lleva encima, es muy bella.
me centre entonces en el porblema real y mire a mi alrededor y me percate que la casa rodante había dejado un rastro pues habíamos hecho un viaje algo largo con una casa rodante con neumáticos no muy buenos y por eso dejo un rastro de color negro, era ya la madrugada y se podia mirar mejor.
Asi que Daniela y yo tomamos rumbo a salvar a mi grupo.
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La vida entre Z
Ужасыla vida solo te muestra lo hermoso que solia ser cuando ya no hay esperanza. En un mundo lleno de mas infectado que humanidad yo aun sigo aqui luchando por vivir un hoy pero en especial, para un mejor mañana.