◊ Capitulo 2 ◊

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Cuando bajo Benja, ya estaba con su uniforme y con el cabello aun húmedo por la ducha.

- Oye Mel ¿qué haremos? - dijo sobándose un ojo.
- Vamos a hacer un pastel para papá por su cumpleaños pequeñín. Lo vamos a sorprender. - dije peñizcando su nariz.

- Entonces empecemos ¿Cuál haremos? ¿de chocolate o de vainilla?

- De chocolate como a él le gusta, ahora que ya sabes cuál es. ¡MANOS A LA OBRA!

Nos pusimos el delantal para no ensuciarnos y nos remangamos las mangas. Porque un buen chef tiene siempre sus mangas limpias o algo así decía en Ratatouille. Pero bueno eso no importa. Lo que importaba en ese preciso momento era terminar el pastel de papá para sorprenderlo.

Cuando por fin terminamos el pastel. Nos quitamos los delantales, nos limpiamos los restos de harina de la ropa y de la cara para que estuviéramos presentables. Pero lo que no estaba presentable era la cocina.

Habíamos hecho un desastre. Por todo el suelo había harina, chocolate, mantequilla y demás cosas extrañas. Como un jugo gelatinoso de color amarillento. Creo que era el huevo que se nos había caído al romperlo contra el borde de la encimera. Pero no importaba, luego lo limpiaríamos o quizá lo hiciera mi tía o mi madre o mi abuela. Porque ellas eran fanáticas de la limpieza y por decir fanáticas, es que están obsesionadas. No hay una sola cosa que no esté en su sitio. (Exceptuando mí cuarto)

- Bueno Benja ahora que el pastel está listo hay que llevárselo a papá.

- ¡Si! Vamos, quiero ver la cara de papi cuando vea el pastel - dicho esto nos encaminamos al "Cuarto privado de Adam Bless" . Osea al de mi queridísimo padre. Que desgraciadamente compartía con mi madre Chloe.

Benja me abrió la puerta porque yo no podía. Por el hecho de estar llevando el pastel.

Entramos lo más sigilosamente posible a la habitación conteniendo lo más que podíamos la risa. Porque papá estaba echándose babas sobre el hombro de mi madre y estoy segurísima de que eso le iba a desagradar completamente a mi madre.

Fuimos al lado en el que dormía mi papá, que era el lado derecho y contamos hasta tres.

- Uno... Dos... ¡TRES! - dijo Benja en un susurro y yo le seguí

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS PAPÁ! - gritamos con toda nuestra voz causando que papá se cayera al piso del susto y que mi madre agarrara la almohada y se la pusiera en las orejas.

Cuando por fin papá se paró tenía una cara de: ¿Qué demonios les pasa, acaso están locos? Y ese fue el momento en el que comenzamos a cantar a todo pulmón.

Papá cuando comprendió lo que pasaba y el porqué de haber gritado antes cambio su cara de fastidiado a una alegre y feliz. Íbamos recién a la mitad de la canción cuando mi madre se despierta.

- ¿Qué demonios está pasando aquí? ¿acaso una ya no puede dormir tranquilamente sin que la despierten de un grito y de paso la dejen sorda?

- Disculpa mami, es que hoy es el cump... - Benja no pudo terminar lo que decía porque mi madre lo interrumpió

- No me importa, nada de disculpas. Ya me despertaron, así que el daño que le hicieron a mi piel ya está hecho. - luego de decir esto se paró, paso por nuestro costado ignorándonos por completo, incluyendo a mi padre

Nos quedamos solos con un papá que veía a la puerta con una mirada triste. Algunas veces se me hacía un poco pesado ver a papá con esa cara, pero tenía que entender que de alguna forma u otra mi padre amaba a mi madre. Así que no pude hacer mucho para quitarle esa cara a mi padre. Así que decidí hablar en privado con mi papá para decirle que lo que había dicho mi madre no era verdad, me dirigí a la puerta para poder cerrarla y así tener un poco de privacidad.

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