Creciendo en la Mafia

_2."Misión de rescate"

Mientras sus hermanas eran detenidas, Cassie, sentía una mezcla de enojo, aburrimiento, despreocupación y emoción. Y esto último se debe a que por fin tendría algo de acción. Cambió su jean y su suéter negro por una falda roja con lunares blancos, y una blusa verde con vuelos.
Con un pie se sacó una bota y viceversa; para reemplazarlas por unas balerinas celestes.

Si alguien del ejército llegaba a la camioneta y la veía vestida de negro y cargada de armas, se la cargarían a ella, por lo que necesitaba cambiarse si o si, pues si eso pasaba diría que estaba esperando a sus padres o algo así.

Estaba combinando mal, y lo sabía, pero no le importó.

Tomó el teléfono de Carrie de su bolso y tecleó rápidamente el número de Clayton.

–Llamada telefónica–

–¡Bonita! ¿Llamas para declarar tu incondicional amor hacia mí? Jamás he pensado en que lo harías, ya que nunca mostraste señales... ¡¿A quién engaño?! ¡Todas me aman! Soy increíblemente guapo y ardo en sensualidad. Incluso estoy muy seguro de haber visto a un perro mirándome el trasero minutos atrás... En fin, ¿quieres cojer?–soltó, indiferente, al otro lado de la línea.

– Clay, sé muy bien que soy hermosa, y que eso provoca que tus hormonas se alboroten y se vuelvan pedofilas, pero entiende algo, estoy muy fuera de tu alcance.–discutió la niña al mismo tiempo que tomaba una navaja y la escondía en su falda.

Clayton se ahogó con su propia saliva al oír la voz de Cassie, en lugar de la de su hermana.

–Cassie... ¿eres tú?–preguntó nervioso.

–Duh, es obvio ¿Quién iba a ser? ¿Carrie?–preguntó burlona–, antes de que contestes, te llamo para pedir refuerzos.

–¡¿Qué?! ¡¿Están bien?–Gritó, asustado, provocando que Cassie alejase el teléfono de su oído un instante.

–Nop, es obvio... ¿o no?–dijo indiferente–, el imbécil de Jayden llamo a Claire para cojer e interceptaron la llamada.

–Voy a matar a ese idiota, lo descuartizaré y venderé su pene por E-bay–mascullo furioso–Decías...

– Deja de decir idioteces Clay, no ganaríamos ni diez centavos. En fin. Un par de guardias fueron por ellas y cuando quisieron escapar el ejército les tendió una emboscada. Da las gracias, a quién sea que maneje el cielo, que hayan destruido los micrófonos y auriculares a tiempo... Por cierto, me electrocute, no siento el oído, trae a Blair, necesito su fea cara para espantar a las chispas.–mencionó con aires de despreocupación, mientras rastreaba los chips de sus hermanas con un dispositivo tecnológico limitado para dicha "asociación".

Cada miembro de Bad Blood tenía un chip.
Originalmente lo tenían en un pequeño teléfono casi imposible de localizar por alguien que no fuese de la mafia.
Pero las hermanas Black decidieron ser más originales. Cassie se lo incrustó en las muelas, Carrie lo usa dentro de un arete de ombligo común y corriente, y Claire, luego de quedar extasiada con "Los Juegos del Hambre", hizo que se lo introdujeran dentro del brazo izquierdo.

–Okay, ¿ya se las llevaron? ¿Por dónde dices que están?–preguntó. Terminando de ordenar sus armas.

–Seguramente, ya han llegado a la base, y por cómo está tardando esta llamada yo diría que...–miró el reloj en su muñeca izquierda–...por la horca.–se encogió de hombros despreocupada.