One Shots Larry

Racer

"Ya no sé si el cielo está arriba,
abajo o dentro de mí.
y aunque el paisaje sea tan extraño,
creo haber estado aquí."

Louis intenta mantener despierto a Harry. Harry no entiende por qué.

tags: mención de accidente de tránsito. Angustia con final feliz. 

----xxx----

Calor, frío. Sentía a su cuerpo arder y al mismo tiempo tiritar. Dolía, pero no sabía muy bien dónde. Su espalda crujía siendo zamarreada insistentemente. Algo rugía en sus oídos, un pitido constante y enloquecedor.

Una cálida voz se filtraba a través de él.

- ¡Harry! Despierta.

Conocía aquel timbre, dulce y melodioso, era su novio quien hablaba. Su Louis.

Abrió sus pesados párpados y recibió la penetrante luz del sol por entre sus pestañas. Parpadeó sintiendo alivio ante la sonriente cara de Louis frente a él, sirviéndole de escudo.

- Estoy despierto.

- ¡Gracias a Dios, amor! Vamos, levántate.

Lo vio pararse frente a él con los brazos cruzados sobre el pecho.

- Me duele todo, Lou.

- Te advertí sobre no dormirte.

Louis comenzó a caminar y se adelantó varios pasos. Se obligó a incorporarse, apresurado por alcanzarlo.

- ¿A dónde vamos?

- A beber café. Necesitas estar despierto.

Frunció el ceño y siguió los pasos de su novio hacia el blanco e imponente edificio que se levantaba ante ellos.

Louis escogió una mesa pegada a la puerta por la que entraron. La luminosidad del día caía sobre ellos a través del gran ventanal.

Notó que no era la única salida del lugar. Al otro lado de las mesas, en la otra punta del salón, había una puerta más que parecía dar hacia el interior del edificio.

Sobre una de las paredes un televisor transmitía el canal de noticias. Las personas allí presentes miraban en silencio la pantalla, consumían sus pedidos y lucían completamente sumidos en su mundo.

Volvió la vista a Louis, quien cargaba una bandeja con dos tazas de café. Vertió tres sobres de azúcar en una y se la entregó.

- Ten, bébelo.

Asintió, recostó la cabeza en su mano y revolvió con la otra el negro café.

Bebió varios sorbos, se perdió en el líquido y en las palabras de Louis hablándole en pequeños susurros. Estaba cansando, recordó que se había acostado tarde y levantado muy temprano.

- Cerraste los ojos –gruñó un enfurecido Louis.

- No.

- Sí –apretó sus puños y le impulsó la taza para incitarlo a beber. 

- No, no lo he hecho.

- Sí lo hiciste, lo hiciste Harry. Has dicho que no cerrarías tus ojos.

Sacudió sus rizos y se incorporó sonriente.

- Bien, aquí estoy, no cerraré los ojos.

Louis asintió mientras jugaba con el servilletero sobre la mesa.

- ¿Podrías decirme por qué tengo tanto sueño? -preguntó confundido.