Carta #5. Finales de septiembre de 2015. Tu taza de café.

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Casi siempre, cuando una persona quiere a otra, es sabido que se desean ser diferentes personas o estar en diversas situaciones en especial, con tal de poder aprovechar mas el tiempo juntos, o para poder provocar ciertos sentimientos. Existen historias un poco fantasiosas que rayan en deseos ficticios, o absurdos, o de cosas poco comunes. Yo, después de estudiar tus gustos, tus aficiones, lo que te parece, y lo que mas disfrutas en el día, y después de sacar serias conclusiones para decidirme en desear ser algo tuyo, y debo de reconocer que sobre una gran lista de objetos, momentos o canciones, ha resaltado la mas peculiar de todas. El café que bebes durante tu día, es lo que mas me he decidido a desear ser.

Me gustaría poder ser tu taza de café de las mañanas. Poder ser quien te despierte por completo justo después de rozar tus labios, y tener la dicha de ver como tu cara cambia de no tener demasiado gesto por las prisas que te esperan a lo largo del día y expectativas de lo que ha de suceder, y regrese a ti el optimismo característico y aumente la frescura con la que deslumbras en el pasillo que cruzas cada mañana siempre tan puntual. El pasillo donde veo crecer cada vez mas este cariño tan maduro, tan sincero y tan lleno de palabras por decirte y deseos de tener mas tiempo de mi día para compartirlo contigo.

También quisiera ser el café de tus tardes. El café que bebes cuando el sol está bastante fuerte y necesitas el ultimo estirón para darlo todo en tu trabajo. Ese café que disfrutas bastante porque te acompañan pensamientos mas cotidianos, sin tanto alborotos de papeles, números y cuentas por pagar, mas llenos de ganas de ir a correr, de volver a reconciliarte con la cama que has tenido que abandonar en la mañana por vivir la realidad, aunque sea solo un rato, porque tu día no descansa. Café que a veces, y con mucha suerte, puedes disfrutarlo en algún lugar con tus amistades, intercambiando anécdotas o diferentes sonrisas, las cuales regalas a diestra y siniestra porque se sobran, y no dudas en dejarlas por la calle con solo pasar.

O el café de tus noches. Esa taza que no siempre tienes oportunidad, pero con la que cierras el día. Poder tocar tus labios nuevamente antes de que vayas a recostarte definitivamente. Ese café que puede tener gran parte de ti mientras lo consumes y diluirme entre tu cansancio y tus vivencias del día, para calmar tu ansiedad e irme a la cama tranquilo junto contigo y siendo solamente uno. Un café que te acompañe con las ultimas actualizaciones de la vida, o de las historias que en ocasiones miras por el televisor, casi tan fantasiosas como poder convertirme en esa taza de café que pueda acompañarte siempre que decidas hacerlo.

Ese es mi deseo para poder estar siempre contigo. Y tal como el café, el cual jamas se separa de ti, estar en tu escritorio, o acompañándote en tu cafetería favorita, o tal vez y con mucho atrevimiento, en tu mesita de noche, haciendo esa sagrada guardia de tu sueño, y poderme tomar la libertad de robarte el sueño en alguna otra ocasión. Si el destino me da la oportunidad, al menos ya lo tengo todo planeado.


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⏰ Última actualización: Dec 12, 2016 ⏰

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