Trust on you ~Kim Hyun Joong~...

Capítulo 32

Abrí los ojos de golpe, vi un cuarto enorme y de color blanco. Todo se veía muy limpio y estaba más callado de lo que acostumbro. Quería pararme y ver dónde estaba pero no podía, me sentía sujetada por algo.

- No es bueno que haga fuerza, señorita. -dirigí mis ojos a mi derecha al escuchar eso, que no había entendido porque al parecer hasta en el cielo hablaban en coreano.

- Creo que llegué al cielo equivocado. -mencioné. La chica sólo sonrió y se fue- En el cielo también hay enfermeras.

- Megan, ¿estás bien? Qué bueno que ya despertaste. -vi a Gio.

- ¡Gio!¡Tu también estas aquí!¿Sabes qué pasó que estamos en el cielo?

- ¿El cielo?

- Si, ¿estamos ahí no? Por eso todo esto es blanco, yo estoy de blanco, tú estás de blanco, la chica esa estaba de blanco... ¿hemos ido con Dios? -él empezó a reirse a carcajadas- ¿Por qué te ríes? Te hablo en serio, morirse no es una broma.

- No, ya sé que no lo es. Pero tú no estás muerta, sigues en la Tierra.

- Qué mentiroso.

- ¿No me crees?

- Obvio no, crees que soy tonta ¿no?

- Si estuvieras en el cielo, no estarías en un hospital, estarías con Dios. -me quedé pensando por un instante. Tenía razón.

- ¿Entonces estamos en un hospital? ¿Qué pasó? ¿Qué me pasó? -entré en desesperación.

- Tranquila, tranquila. Estás fuera de peligro... con algunos huesos rotos pero estás bien.

- ¿QUÉ ME PASÓ HYUN JOONG? - le exigí saberlo.

- Es que... en pocas palabras, tú te cruzaste la calle y no viste que venía un auto y pues te atropelló, por suerte no venía tan rápido.

- No me acuerdo.

- Si , el doctor dijo que podría suceder eso.

- ¿Qué fue lo que me rompí?

- La pierna derecha, un hueso de la parte de abajo, creo que es la tibia; el codo, no me acuerdo si se fracturó o sólo está lastimado, y te dislocaste el hombro izquierdo.

- ¿Y por cuánto tiempo estaré así? -le pregunté asustada.

- Estás en observación por ahora, cuando estés estable te darán de alta.

- ¿Y los yesos?

- No lo sé, hasta que el doctor indique, pero no te preocupes que yo te cuidaré. -lo miré y tan sólo le sonreí- Descansa, ahora sólo debes hacer eso. -cuando dijo eso empecé a cerrar los ojos hasta perderme.

......

Desperté nuevamente, era como la cuarta siesta que tenía y no eran ni siquiera las 3 de la tarde, esto de estar hospitalizada no era muy divertido. Giré mi cabeza hacia el lado contrario y vi a Gio dormir en el sillón, llevaba 4 días ahí y pareciera que él también estaba internado, no me dejaba en ningún momento a menos que lo obligara a comer algo o a descansar o cosas así, pero la mayoría de veces él no quería.