Capítulo 38

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Estaba terminando de poner mis pertenencias en mi bolso cuando se escucharon unos toquidos provenientes de la puerta.

- Debe ser Hyun Joong. -pensé en seguida. Dejé lo que estaba haciendo y fui a abrirle- ¿Si? -pregunté cuando vi que no era él. Eran 4 señores, 3 de ellos vestidos de policías y unos más con traje color negro.

- Meghan Oriven. -escuché decir al señor de negro. Me quedé pensando unos instantes puesto que mi nombre no era así como él lo había pronunciado pero tal vez no podía decirlo bien así que solo asentí- Queda detenida por tráfico de drogas. Arréstenla. -me quedé totalmente sorprendida.

- Oye, no, suéltame, yo no trafico drogas . Yo no soy la persona a la que buscan. -les decía mientras me jalaban hacia el elevador pero era inútil, no hacían caso y no pretendían hacerlo. Llegamos a la recepción y fue donde se nos acercó el gerente.

- ¿Qué está pasando? ¿A dónde llevan a la señorita Oliver?

- Por favor, por favor ayúdeme. Yo no hice nada. -le pedía suplicante. Los agentes de la policía tampoco le respondían al gerente- Haga algo. -le dije antes de que me sacaran del hotel a la fuerza.

...

- ¡Ahjussi, ahjussi! -le decía al policía que estaba frente al televisor mientras comía su ramen- Yo no hice nada. -sabía de antemano que me veía ridícula pegada a la reja, agarrando los barrotes y suplicando pero aún así lo hacía. Total, no había nadie más. Se habían ido todos y me habían dejado con ese que se hace llamar policía.

- Niña ya cállate por favor. No me dejas escuchar. -me respondió sin siquiera haberme visto. Me alejé lanzándole una mirada de odio. "¿Que se supone que debo hacer? Debería llamar a mi padre y que venga a solucionar este problema. No, no, sería mucho sólo para algo como una simple confusión. Pero no estaría tan mal, él sabría qué hacer en estos casos o al menos ya hubiera mandado a alguien". Me fui a sentar a la banca vieja de madera que tenía la pequeña celda. Vi mis tacones negros cuando bajé la mirada. Eran muy bonitos para estar tocando un suelo tan asqueroso, y el vestido corto color vino era... demasiado para estar en una celda. Bueno, por lo menos me veía hermosa, deberían darme un reconocimiento por ello. Traté de darme ánimos.

- Megan, Megan. -escuché que alguien me llamaba, era Gio. De inmediato corrí hacia él- ¿Estás bien mi amor? -lo miré a los ojos y asentí- Todo estará bien, he llamado a un abogado y viene tan pronto pueda. Yo estoy aquí y te voy ayudar. -me dijo mientras pasaba una mano por las rendijas y me acariciaba la mejilla.

- ¡¿QUÉ HACE AQUÍ USTED?! TIENE PROHIBIDAS LAS VISITAS. -ambos vimos al policía que hace un momento dormía pacíficamente enfrente del televisor.

- Oficial. -escuchamos otra voz, se nos acercaban 4 señores, todos muy uniformados.

- Comandante. -le respondió el que estaba con nosotros.

- Haga el favor de sacar a la señorita de esa celda.

- En seguida, comandante. -Gio se apartó de la reja para que pudiera tener más accesibilidad a la puerta. No sabía qué pasaba del todo.

- Señorita, como representante y comandante de la seguridad de Seoul, le ofrezco una enorme disculpa. Mis oficiales han cometido un error de confusión y la han detenido sin justificación válida alguna. La persona a la cual buscamos ha sido detenida satisfactoriamente a las afueras de la ciudad.

Trust on you ~Kim Hyun Joong~...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora