La semana ha pasado lento, a tal punto que me dieron ganas de suicidarme. La mujer que creo es mi madre me ha quitado el celular luego de que se dio cuenta que estaba muy metida dentro de mi habitación. Si pensaba que estaba peor ahora lo había confirmado. Una semana encerrada en mi casa sin ningún tipo de comunicación. Creí que Beth vendría a visitarme pero luego recorde que le dije que no quería problemas, y luego esta Jacob mi novio, al que parece que se ha olvidado de mi, ya antes de que me suspendieran no lo había visto, no tengo idea en que estará metido ahora. La verdad que me enojaba muchísimo la idea de que no se preocupara por mi, puede ser que no se haya enterado de mi suspensión pero todo el instituto sabe lo que ocurrió con la profesora. En fin.
Ahora termine de colocarme mi uniforme del instituto y baje rápidamente a desayunar.
Al bajar mi madre estaba con su típico café y el diario de noticias. Al entrar me miró seria y volvió a lo que estaba haciendo, pero allí se encontraba tambien Angélica, quien me recibió con su sonrisa, estaba escuchando la radio para saber el clima, como lo hace siempre.
- Buenos dias cariño - saludó Angie
- Buenos dias - saludé sonriente, nose como hace pero siempre me contagia de su sonrisa. Me senté en el taburete
- Aquí tienes tu desayuno - dije colocando mis tostada y mi café en la encimera
- Gracias - mi mamá se levantó rápidamente cogiendo su cartera
- ¿Ya nos vamos? - pregunte extrañada al saber que aún no era la hora
- No señorita, yo me iré - dijo fríamente como siempre
- ¿Pero cómo, no me llevarás?
- Por supuesto que no - contestó - a partir de hoy te iras al colegio tu sola, y vendrás sola como lo haces siempre, ya no te llevaré mas
- ¿Es esto una broma? - la mire sonriendo amargamente - porque si lo es no es para nada gracioso.
- Claro que no es una broma Hayley, mira no quiero que me robes mas tiempo debo irme - coloco su saco negro de oficina - y vete yendo tu tambien o llegaras tarde - me sonrió
- ¡¿Que clase de castigo es este?! - he aquí comienza una nueva discusión matutina - ¡tengo que caminar diez putas cuadras! - me exalté
- ¡Cuida tu vocabulario y como te diriges a mi niña! - me miró furiosa - Hazle como puedas pero no te pienso llevar.
- Eres tan repugnante - la mire con desprecio. No podía creer que sintiera tanto desprecio por la persona que me dio la vida.
- Y tu eres un maldito dolor de cabeza - saludó rápidamente a Angie - haz de cenar para ella, regresaré tarde - dijo y sin mas se fue.
Suspiré largando todo el aire contenido. Eso era para ella, un maldito dolor de cabeza.
- Toma una manzana, deberías irte ya mi niña - dijo cariñosamente Angie
- Gracias - dije seca y tomé mi mochila y celular, y me fui hecha una furia de mi casa.
Faltaba una maldita cuadra más, y yo sentía que me iba a caer en cualquier momento. Tome todo el aire posible y retomé la caminata. Al llegar a la entrada del instituto me topé con Jacob y los idiotas de sus amigos. Aceleré mi paso y entre al instituto. La voz de Jacob se oía a lo lejos gritando mi nombre, pero decidí ignorarlo e ir hasta mi casillero para tomar mis cuadernos, hasta que de la nada apareció Jacob frente a mi.
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IMPULSIVA.
RomansaIMPULSIVA. Una chica de 17 años, un hombre de 28 años y una atracción difícil de controlar. ¿Podrá Dylan ayudar a Hailey sin enamorarse de ella? ¿Podrá Hailey controlar su rebeldia e impulsividad para llegar a tener la atención de Dylan? ¿Dylan y H...