Presentación

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La portada del libro es editada por @andrea_uzumakii

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Se abrió la puerta de mi habitación bruscamente. No me dió tiempo ni a gritar.

— ¡Sheila!, ¡Armando ha vuelto a romper conmigo!— se puso a gritar mi hermano desde la puerta fingiendo llorar.

— ¿¡Y a mí qué me cuentas!? ¡Vete a llorar a tu cuarto!— le respondí lanzándole una almohada a la cara, que no le detuvo en absoluto. ¡Necesito privacidad!, pero con mi hermano eso es imposible...

Jhon, mi hermano, corrió hacia mi para dar un salto a mi cama y tirarme de ella.

Me cagué en sus muertos (que también eran los míos, por desgracia).

— ¡Que te quites, marichocho!— le volví a gritar mientras le intentaba arrastrar fuera de mi cama. Resultó en vano.

— ¡Sheila, deberías tener más cuidado con tu pelo!

Tenía razón; mi pelo había pasado de ser blanco como la nieve a negro como el azabache.

— ¡Y tú deberías llamar antes de entrar!— le respondí fuertemente mientras escondía mi pelo bajo un gorro gris tipo hipster.

— ¡Lo digo en serio! Tienes que tener más cuidado o podrían descubrirte.

— Pero no me han descubierto.

— Pero podrían.

— ¿¡Sabes que!?, ¡me da igual! Si me descubren es cosa mía ¡Prepárate o vamos a volver a llegar tarde al instituto!— insistí. Jhon asintió seriamente y media hora después ambos estábamos llendo hacia nuestro deprimente instituto.

***

Me llamo Sheila Parket, tengo 17 años y soy una mutante, pero lo tengo que guardar en secreto porque es peligroso que la gente lo sepa. Vivimos en un mundo en el que ser mutante es peor que ser nazi...

Mis poderes consisten básicamente en que mi pelo cambia de color según mis emociones y tengo el poder de la herbogénesis (control absoluto de las plantas).

— ¿Sheila?, ¿estás ahí?— me preguntó Mouse con cara de asco— Hay que ver con la facilidad que te atontas...

Mandy siempre ha sido la mosquita muerta más repugnante que he conocido. Ella es la típica chica "popular amada por todos", pero para mí no es más que una mierda seca de las grandes.

— ¿Se te ofrece algo?— le contesté bajo mientras me alejaba lentamente de ella.

— ¡Vamos!, ¿¡de qué tienes miedo, Parket!?— dijo con la sonrisa más malévola que he visto en mucho tiempo. Paré en seco.

— Tengo que ir a clase.

Sé lo que estáis pensando; No, no la tengo miedo. Es una chica pija que no podría ni tocarme un pelo a pesar de sus amenazas, lo que ocurre es que su mirada es un tanto inquietante.

Antes de que Mouse dijese nada mas, el profesor de educación física llegó con sus típicas rodilleras y se detuvo delante nuestro en posición de calentamiento. ¡Menudo cuadro!

— ¿¡Qué demonios hacéis aquí todavía!? ¿No habéis escuchado el timbre? — dijo bastante enfadado. Algo que no entiendo puesto a que él es el profesor más simpático del instituto— ¡Y quitate ese gorro, Sheila!

— No puedo, profesor. Tengo una enfermedad en la cabeza— esa siempre ha sido mi excusa por la que nunca enseño mi pelo. Lo mejor de todo es que nunca tengo que especificar cuál enfermedad es.

— Estoy de acuerdo— susurró Mouse mirándome con cara de asco.

— Bueno, ¡pues id a correr hasta el gimnasio!— nos gritó— ¡Vamos, vamos, vamos, vamos...!

Mouse y yo salimos trotando por la salida principal del instituto y llegamos al gimnasio con las caras rojas.

Continuará...

Mi chica XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora