Travis conducía a toda velocidad, no le pregunté a dónde pensaba ir, no me importaba, sólo necesitaba alejarme de todo.
Comencé a visualizar muchos árboles, y una carretera vacía, llegó un punto en el que ya no había pavimento, ni árboles, ni nada. Era similar a la parte más alta de un cerro, con vista panorámica de toda la ciudad, realmente digno de admirar. Travis descendió del vehículo y se apoyó en la parte delantera del mismo, imité su acción.
—Qué hermoso lugar.
—Aquí desperté hace un tiempo, cuando fui a pedirte ayuda.
—¿Piensas regresar a tu país? —curioseé.
—Tal vez. —posó su mirada en mí— Aunque no hay nada que me aliente a volver.
—¿Y aquí?
—Está empezando a gustarme este lugar.
Sonreí y bajé la vista hacia el suelo. Travis se acercó despacio, lo suficiente cómo para que no me diese cuenta, lo miré, ya nos separaban milímetros, me besó. Fue un beso largo, e intenso. Maravilloso, cómo él.
—Me gustas, Ad.
—¿Ad? —pregunté divertida
—Es un apodo, por tu apellido. —acarició mi brazo— Además, si te dijera que me gustas por tu nombre, sentiría que se lo digo a mi hermano. —se carcajeó.
También reí, y segundos más tarde un silencio incómodo se formó.
—Fantástica noche. —saqué tema, contemplando el cielo.
—¿No amas el cielo? —suspiró— Siempre sentí que era el único testigo de nuestros actos.
—Lo es.
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Maravilloso Deseo
Teen FictionTaylor es adicta a la lectura, pasa la mayor parte de su vida leyendo. A ella, no se le da escribir, pero admira a quienes sí. Ama la literatura juvenil, sueña con conocer a John Green. ¿Su libro favorito? Maravilloso Desastre. 31 de julio del 201...