Episodio 4: Gemelos.

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- ¿Por qué todas las Alice que he elegido han fracasado y la locura se adueño de ellos? - pensó el sueño. ¿Acaso... tendré que buscar a personas más jóvenes? No, no creo... Pero si son jóvenes tendrán más imaginación. ¿Mmm? Creo que encontré a la cuarta Alice. Dos gemelos.

Lo único que le preocupaba era que no sabía que sueños tendrían esos niños, por lo que una noche, cuando sus padres se despidieron de ellos, él apareció. Les contó que había un país en el cual podían hacer lo que quisieran, que no había reglas. La gemela llamada Rin en seguida acepto el trato "convertirse en Alice y quedarse allí para siempre, para que el sueño no desapareciera" pero, su hermano Len tenía sus dudas pero luego de unos minutos acepto.

Los gemelos se adentraron al país y al no tener ningún sueño por cumplir comenzaron a investigar el lugar.

Len era el hermano sabio y Rin la hermana valiente, en sí eran la pareja perfecta ¿Qué podría salir mal?

Len en varias ocasiones sentía un mal presentimiento y le temía a todo lo desconocido. Rin era muy ingenua y era lo contrario a Len ella quería ver todo sobre aquel extraño país.

- ¡Rin! Mira... Un sobre.

- ¡Ábrelo! ¡¡WOOW!!

Los gemelos se encontraron con una invitación de la reina. "Vengan a tomar el té en mi castillo, la reina verde"

- ¿Reina... verde? - se dijeron los dos.

Al final del sobre había un naipe de corazón amarillo. Luego de observarlo un poco, en sus muñecas apareció el mismo naipe, parecía magia.

Len ya estaba sospechando de que algo andaba mal pero se calló la boca al ver a su hermana feliz.

Al llegar al castillo se encontraron con un rio carmesí lleno de cabezas de humanos.

- ¿No es lindo? ¡¡Míralos parece que sonríen!! ¡Hola señor cráneo!

- Rin... Creo que deberíamos irnos. ¿Acaso no te da miedo estas cabezas o simplemente el rio?

- ¡¡¿Cómo me va a dar miedo?!! De seguro, son de mentira.

- ¿¡Y qué tal si son...!?

- Mejor... - dijo mientras ponía una sonrisa.

Pasaron por aquel rio y tocaron a la puerta. Nadie contestaba, al parecer nadie estaba en casa. La atmósfera a Len le traía malos recuerdos y sentía que tenía que irse de allí corriendo lo más rápido posible.

Esta vez, el sueño no se durmió y estaba observándolos. Sabía que si entraban allí se encontrarían con la muerte, porque en realidad esa "carta" era una trampa que había dejado la tercera Alice, la reina verde.

Finalmente, la puerta se abrió y una señora los atendió.

- ¿Qué hacen aquí niños?

- Vinimos porque encontramos una invitación.

- Ah... esa invitación. - dijo la muchacha.

Len, dio unos pasos atrás pero lo detuvo la mano de su hermana.

- ¡¡No seas miedoso Len!! Ven te daré mi mano ¿Sí?

Se adentraron al castillo y comenzaron a caminar y caminar, parecía que nunca se acabaría. La joven que los estaba acompañando les dijo "A la reina le va a encantar su visita, ¿Por cierto ustedes saben cantar? La señorita ha estado enferma estos 20 años, así que pensé que ustedes podrían divertirla un rato." Rin que estaba muy contenta le dijo "Nosotros somos los mejores cantantes de este país con gusto le cantaremos a la reina".

Desafortunadamente, apenas la vieron, entraron en su peor pesadilla. Fueron atados y torturados eternamente. Todos los días ellos debían cantarle y luego hacer un espectáculo titulado "Alice Human Sacrifice", donde se sacaban órganos mutuamente, además de entregar sangre a la reina la cual hacía que rejuveneciera.

El sueño suspiró y suspiró. Sabía que en cualquier momento desaparecería y que nadie lo recordaría.

- Ni siquiera ellos sirvieron... ¿A quién podría traer ahora?

Los años pasaron, el sueño se iba desvaneciendo al igual que todas las Alice y su país de las maravillas. Escribió en un trozo de papel el último fragmento de su canción.

"Mientras, dos niños seguían el camino del bosque

tomaron el té bajo el árbol de rosas

con una invitación del castillo que era

un naipe de corazones.

La cuarta Alicia eran los hermanos gemelos

llegaron por curiosidad al país y

atravesaron diversas puertas.

La hermana mayor obstinada

y el hermano sabio

fueron los más cercanos en llegar a Alicia...

Los dos nunca despertaron del sueño

y aún vagan por el país de las maravillas."

Y justo cuando terminó, una idea tuvo.

- ¿Qué tal... si tu eres la quinta Alice? Estuviste aquí desde el principió. Si, tú eres la que necesito.

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Así que, ojalá que esta noche tengas dulces sueños...



Y bueno, aquí se termina. ¡¡Espero que les haya gustado este cuento!! :D


Alice Human SacrificeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora