₂ᴅo sнoт ;;

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—Joven, ¿me prestas fuego?

Observé con detenimiento al hombre mayor que se encontraba en frente de mi, con una mirada cálida, lentes y un cigarrillo en la mano. Me preguntó que hace un señor de su aspecto en un lugar como este.

«me pregunto qué hago yo en un lugar como este»

Le tendí el prendedor y con manos rápidas lo manipuló, haciendo el efecto deseado y devolviéndomelo con un susurro de agradecimiento.

El Batman colocó el segundo vasito frente a mí.

—Número dos, de las razones por las cuales mi vida es miserable, —hablé para mí mismo—. Dedicado a... todas las personas felices.

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