Cuando era pequeña, mi madre siempre me contaba la misma historia antes de irme a dormir:
"Hace casi dos décadas, en el pueblo vivía una chica. Ella era la chica más bella y amable que alguna vez piso el pueblo. Todos la querían y admiraban su belleza, su larga cabellera castaña, sus expresivos ojos esmeraldas, sus labios cual carmín y piel tan blanca como la nieve. Ella siempre reía, bailaba y cantaba, siempre con su capa roja. Era tan roja como la sangre, nunca sea visto una capa tan hermosa como aquella, una capa que enamoro al gran lobo feroz. Gracias a él, todo el mundo le temía al bosque, todos menos ella. Es donde conoció al temible lobo, quien había matado a miles con solo entrar en su territorio, mato a mucho sin excepción hasta que la conoció a ella. Ella lo cautivo con su belleza y él con su forma de ser, cosa que solo ella conocía. Los dos hicieron un pacto, el uno le pertenecía al otro sin importar nada, sin importar cuan peligroso podía ser aquello. Un día, el hijo del alcalde del pueblo, descubrió que la chica era la amante del lobo, al descubrir la marca que el animal había dejado en ella. La acusaron de traidora entre mil cosas más y comenzaron a darle caza al lobo, pero este logro huir al ser avisado mediante aullidos por la chica. Luego de mucho tiempo de tristeza, la chica se internó en el oscuro bosque del cual nunca volvió a salir. Aunque de vez en cuando, en Luna llena se le ve escoltada por un gran lobo azabache."
Siempre oía atenta la historia, nunca perdí detalle. Siempre la encontré fascinante.
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¿Donde vas, Caperucita?
RomanceEl bosque siempre ha sido un lugar rodeado de grandes misterios, en el cual suceden cosas tanto malas como buenas, cosas de que alguna manera tenían lógica, pero también pueden suceder cosas que salen de toda lógica.
