Dominik. Dominik...
Su pasatiempo favorito de Dominik era subir a la azotea del departamento en el que vivía a ver la luna a las 2:00am. Le contaba todos sus secretos a la luna, a lo igual que el cigarro, la luna jamás lo abandonó, la luna era su mejor amiga desde que Dominik tenía memoria, mucho antes que los cigarros.
Dominik se desahogaba con la luna, el sentía que ella lo escuchaba, el le hablaba por que sabía que ella no podría contar nada a nadie, que sabría guardar sus secretos, el confiaba en ella, todas sus penas y desgracias ella las sabía, era la única persona que lo había visto llorar, la luna siempre estuvo presente.
El fumaba y era una forma de desahogar su dolor, usaba gabardinas que le ayudaban a cubrir sus brazos, brazos marcados de cicatrices, sombrero que hacía que su cara no se distinguiera, que no se distinguiera una cara triste y decepcionada, una mirada perdida siempre buscando refugiarse en el fondo de una persona.
Dominik odiaba a todo el mundo por igual, blancos, negros, hombres, mujeres, altos, bajos, gordos, flacos, el no tenía ninguna discriminación, a todos los odiaba, sin excepción alguna. Dominik intentaba ser fuerte, no sabía cuanto tiempo mas resistiría fingiendo frente a todos, sabía que en algún momento se iba a derrumbar y nada lo podría detener, pero Dominik se preguntaba hasta cuando dejaría de sufrir.
