Aquel hombre de pocas palabras, miradas penetrantes, que quiso desaparecer de la historia al parecer no era quien todos creían que era.
A el no le gustaba hablar de su pasado, casi siempre andaba de noche por las calles mientras fumaba, siempre con gabardina y sombrero, le gustaba mirar el cielo oscuro y las estrellas dispersas. Prefería no decir su nombre, de echo, nadie lo sabía, todos lo conocían como "el hombre".
El hombre caminaba lento y con pasos firmes, solo una persona conocía su nombre "Dominik Santiago". Dominik siempre había sido igual, pero en realidad el no era el verdadero Domink.
El verdadero Dominik era callado, por que nunca pudo decir una palabra firme sin tener un nudo en la garganta, Dominik no hablaba de su pasado, por que la herida que causaba el recuerdo era fatal y el daño irreversible, bebía vodka y whyski por que eran los componentes perfectos para olvidarse de su mundo y perder la razón, siempre fumaba, el cigarro era su mejor amigo, cuando necesitó a alguien y nadie estuvo, el cigarro fue quien lo acompaño en sus peores momentos, Dominik miraba a la gente profundamente ya que el odiaba el mundo. Dominik era todo un misterio, pero nadie sabía eso, ya que el activaba un camuflaje especial, para que nadie pudiese ver lo estrellado que estaba, igual que el cielo.
