Capítulo 5

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Había dormido todo el día, sabía que él ya habría leído la nota, que mis palabras de alguna forma resonaron en su corazón, pues no se acercó a mi habitación en todo ese día, por medio de los empleados avise de mi ausencia a mis padres, no tenía el valor, no me buscaron, no hubo ruido alguno...Quizá porque ellos trataban de asimilar lo que significaba.

Tome una mochila con lo que necesitaba y por un momento me senté en mi cama para observar la fotografía de mi hermano, me mantuve firme ante él con plena seguridad de mis facultades y capacidades, sabiendo que vivía en mi corazón aunque solo en mis recuerdos escuchara su voz.

Baje despacio y antes de cerrar la puerta voltee para mirar el recibidor de la casa, lo que llamaba mi hogar pero a veces se sentía incompleto, cerré la puerta y subí al auto que ya tenían listo para mí, llegamos al hangar y salude a los chicos, pocos comentarios de la noche anterior y seriedad en toda nuestra preparación, abordamos la aeronave y horas después con el amanecer frente a mis ojos nos encontrábamos frente a nuestro destino, conducidos hasta una cabaña amplia y lujosa, a varios kilómetros en donde yo me hospedaría con la posible cómplice para atraer a Johan si todo salía como estaba previsto. Dejamos las pertenencias personales, nos preparamos con equipo y ante la humedad, el frio y la lluvia ingresamos hasta la montaña, camuflados con pasamontañas y protegidos de las inclemencias, sentía como mis parpados dolían por las bajas temperaturas y en pequeños momentos, en situaciones donde nos deteníamos a descansar pensaba en Connor en cómo sus ojos se quedaron impresionados ante mi beso, en como su boca correspondió a lo que me gustaba pensar que era una demostración de que una parte de mí le pertenecía de muchas formas. La noche cayó y a lo lejos observamos la iluminación de donde suponíamos estaba quedándose nuestro enemigo. Se rodeo la zona, en una señal mis compañeros me dejaron tomar la delantera, patee la puerta y como si se tratara de un lugar de no muy buenas condiciones la cerradura cedió, avancé apuntando, sintiendo el golpe de calor de la chimenea, viendo unos documentos desparramados por una mesa de café pero el salón vacío, hice dos señales para que entraran al pequeño salón y el resto avanzara conmigo...Escuchaba algo a lo cual me negaba rotundamente a creer ¿Era el llanto de una criatura? ¿Qué demonios ocultaba Johan?

Al final de la cabaña otra puerta cerrada con llave, ese llanto...No me permitía concentrarme me desconcertaba a cada paso, me mantenía ese frio en la columna angustiante. No planeábamos identificarnos, ni gritar, ni decir que pertenecíamos a un equipo táctico, teníamos que mantenernos discretos y yo solo trataba de pensar en no herir lo que lloraba en ese cuarto aunque fuera sangre del bastardo que quería asesinar, Taylor golpeo la puerta para que la cerradura cayera, no fue difícil, ciertamente era un lugar algo precario...La luz estaba encendida y el llanto venía de un armario, tome aire y observe a Steven quien ingresaba detrás de mí, asintió y apunto al mismo. Abrí las puertas y volví a mi posición...Pero nada me preparaba para lo que mis ojos contemplaban, un bebé el cuál era mi vivo reflejo pero también el de alguien más que había partido hace mucho tiempo, ella lo sostenía fuerte contra su pecho y lloraba desesperadamente.

— ¡No me maten a mi bebe por favor, juro que no hemos hecho nada malo! — Sus suplicas resonaban contra mi pecho cada vez que las repetía.

No pude más y tiré el arma, me quité el pasamontañas con desesperación y sus ojos al fin se conectaron con los míos, reconociendo que era yo.

— Anna —Alcancé a decir con un hilo de voz y acelerada.

Me arrodille ante ella y salió para encontrarse con mis brazos.

Tenía que mantener la calma, aunque tenía los ojos llorosos, aunque el corazón me latía a mil por hora y la ansiedad se apoderaba de mí, yo seguía siendo la agente, parte de un equipo de búsqueda y captura, desmoronarme en horas laborales era algo fuera de mi profesionalismo, tenía que ser fuerte...Porque ahora con mucha más razón Johan tendría muchas cosas que responderme.

Camine hasta donde estaban Taylor y Steven mirándome igual de sorprendidos pero manteniendo sus posiciones a la defensiva.

— Tenemos que salir de aquí, ahora.

— ¿De dónde conoces esta mujer? — Taylor dejo de apuntarle.

— Es mi cuñada, es la cómplice y sé que hay más de lo que ignoramos, tenemos que sacarla de aquí si queremos que ella siga con vida y nos cuente que fue lo que le pasó.

— Saldré a dar el aviso vía radial, mantengan posiciones—Steven dijo lo último aumentando su tono de voz para que los demás escucharan.

Anna seguía sentada en el suelo con un bebe que se mantenía curioso aun con lágrimas escurriéndole la cara.

— No quiero ofenderte...Pero dime que esta niña no es de Johan.

Ella se negó.

— Es tu sobrina — Musitó.

Algo me volvió al cuerpo, no sabía con exactitud que era, ni siquiera podía describir porque mi corazón latía con ilusión de nuevo, era como si mi tristeza se hiciera pequeña, muy pequeña ante cada parpadeo de esa pequeña bebé.

— Vamos a llevarlas a casa, pero primero estaremos en un lugar seguro. Johan no le pondrá un dedo más a mi familia, porque le entregare mi vida de ser necesario — Tome parte del cabello que le caía a Anna en la frente y lo coloque tras su oreja, bese su frente — Vas a estar bien, van a estarlo.

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