Capítulo 4- Pequeños Imprevistos.

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Esto no puede estar pasando, esto no está pasando, Dios dime que no es cierto- me lo decía una y otra vez en mi cabeza.

-Oh!, lo siento- dijo una voz chillona sacándome de mi trance momentáneo. Desvíe mi mirada de la de Dylan hacia la dueña de aquella tan conocida voz.
Roxanne, o no, dime que estoy soñando. Esta chica que tengo en frente es nada más y nada menos que la rubia teñida del instituto. Con su buen cuerpo y cara angelical consigue todo lo que se propone de una u otra forma.
Tratando de calmarme para no gritarle le contesto.

-¿Qué pasa por tu cabeza al querer venir y tirarme el maldito jugo rubia teñida? -dije lo más educadamente posible que podría decir-

Sky me miraba con la sorpresa estampada en su rostro, no lo podía creer. ¿Y quien si? Yo Jazmín, Nunca pero NUNCA había dicho algo así... pero eso se acabo.
Roxanne estaba a punto de ladrar algo cuando Dylan viene corriendo y corta su respuesta hacia mi.

-Cuanto lo siento Jazz- dijo totalmente apenado-, no fue su intención. Es que mi prima es un poco despistada.-

Voltee la mirada hacia su querida prima, esta me fulminaba con la mirada, pues claro si no dejaron que terminará de responder a mi "insulto".

-Está bien, pero que la próxima tenga mas cuidado o sino yo la pondré en su lugar - Me defendió Skylar.

- Sólo ten más cuidado ¿si? No estoy para juego de niñas. Ahora tendré que estar el resto del día con esta blusa mojada. Lo más probable es que pesque un resfriado- comenté diciendo lo última más para mi misma.

- No te preocupes, puedo solucionarlo. Sígueme- me dijo Dylan tomando mi mano jalando me hacía los interiores del instituto.

El momento en que tocó mi mano, sentí un cosquilleo recorrer mis venas.

- ¿A donde me llevas? - dije algo dudosa.

- Bueno, tu no querías pescar un resfriado, así que te prestare alguna playera.

Nos dirigimos en silencio hasta los vestidores de los chicos, antes de entrar pare en seco al darme cuenta de que no podría entrar allí. El pareció leer mi mente ya que me explico que los chicos estaban en el campo, practicando para el próximo partido.
Entramos al vestuario y en cuestión de minutos el ya estaba sacando la camiseta del equipo de su locker y me la tiende. Espera ¿¡Del Equipo!?.

- Espera, no puedo usar esto.- dije como algo obvio.

- ¿Porqué no? Necesitas algo que usar ¿O no?. Pues ten mi camiseta- dijo como si fuera lo más normal del mundo entregarle la camiseta del equipo a alguien a quien no conoce.

- Pero es algo muy valioso para ustedes los del equipo según tenía entendido- dije algo dudosa de su reacción.

- Si bueno, lo es, pero se que la cuidarás- dijo atravesandome con esa mirada celestina.

- ¿Y que te hace pensar eso? No me conoces- dije retandolo.

-Tal vez no, pero con solo mirarte se que eres alguien de confiar- dijo de lo más seguro. Por Dios, ¡estoy hablando con Dylan! Y me estoy dando el lujo de portarme como una idiota. Vamos Jazz puedes hacerlo mejor.

- ¿Estas seguro de que soy confiable? - dije retandolo por segunda vez. Dios soy imbécil de nacimiento seguro.

-Muy -me dijo sin apartar su mirada de mi.

- ¿Por qué?- dije curiosa ladeando un poco mi cabeza hacia el costado derecho.

- Porque...- empezó a hablar hasta que se empiezan a escuchar murmullos cerca.

Escuchamos como los murmullos cesan de repente y uno de los del equipo habla.

- ¿Quieren que volvamos más tarde o nos quedamos a ver...? - dijo en tono burlón.

Me di vuelta con una sonrisa y salude a los chicos.

- Bueno tengo que irme, hasta luego - dije lo más calmada posible. Ya que mi corazón se aceleraba a mil al ver a estos espectaculares hombres sin remera, luego de un entrenamiento. ¡Que buen corazón tengo!.
Sin dar tiempo a su respuesta salí casi corriendo de allí. No aguantaría un minuto más bajo sus atentas miradas...

Me dirigi hacia los baños de chicas y a los minutos ya tenia la camiseta puesta, me quedaba un poco grande ¿pero que mas da?. Al salir de allí me di cuenta que estaba llegando tarde a las clases de biología, por lo que apure el paso hasta llegar. Sabría que tendría que contarle todo a Skylar y la verdad es que no me molestaba en lo absoluto. Esta charla con Dylan ha sido el mayor avance que he tenido en los años que llevo viéndolo.
Al entrar al salón, pido disculpas al profesor excusandome con que me dolía la cabeza, este sólo me sonrió y me pidió que tome asiento. Al sentarme junto a Sky ella me examinó sonriente y formuló un inaudible "tienes que contármelo todo".
Yo solo sonreí y asentí. Más tarde hablaríamos sobre esto.
El profesor comenzó a explicar sobre que trataría nuestro curso de fotografía Natural, la verdad es que estaba encantada con esto. Pero había algo que no dejaba que me concentrará del todo. Me di vuelta para fijar mi vista a eso que tanto me molestaba y me di cuenta que todas las chicas del salón estaban mirándome detenidamente. ¿Qué les pasaba?
Aparte la mirada y trate de concentrarme en el profesor.

¿Porque me miraban de esa forma? Algo hizo como un click en mi mente. ¡Tengo la camiseta de Dylan puesta! No se como sera en sus institutos pero aquí significa que soy su novia. Cuando una chica ocupa la camiseta de uno de los jugadores significa que están saliendo. ¡Pero en este caso no es así! Igualmente no me importaría que crean en esto. Pero no puedo hacerlo, tarde o temprano Dylan se enterará y lo desmentira, contándole a todos que fue lo que realmente paso.

-No dejan de mirarte - afirmó Sky. - ¿no tienen algo mejor que hacer? -comentó irritada.

- Es por la camiseta - comenté. - ¿sabes? No me molesta en lo absoluto que piensen que salimos -al terminar de decir eso ambas estallamos en carcajadas.

El profesor nos dirige una mirada severa antes de voltearse y continuar escribiendo en el pizarrón.

...Sin duda alguna la mejor parte de este día fue cuando unió su mano con la mía... No olvidare nunca su toque tan suave y tan tierno...

Hey, chico de los ojos azules!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora