¿Confiar de nuevo?

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Alexis llega a su habitación en el hotel y se tira a la cama con el corazón acelerado y diciéndose a sí mismo lo estúpido e imbécil que era. Darío después de un rato sentado en la arena de la playa toma valor para ir a buscar a Alexis, no tenía pensado dejar escapar esa oportunidad tan maravillosa que se le había presentado. Una vez en el hotel se dirige a recepción para averiguar la habitación de Alexis

Recepcionista: -Buenos días señor, bienvenido al Hotel Balneario Las Arenas ¿en qué puedo ayudarle?

Darío: -Hola, venía a preguntar por un chico q se llama Alexis ¿me puede decir su habitación por favor?

Recepcionista: -Claro que sí pero si no me detalla nada más no sé decirle en qué habitación se encuentra ya que me aparecen 46 Alexis hospedados

Darío: -Le describo como es, es joven como yo y estaba muy bien vestido, parecía que iba de boda

El recepcionista mira el ordenador: -Mire, como usted comprenderá por aquí pasan muchas personas y no nos fijamos en todos los que pasan por recepción, el único dato que me ha servido es que es joven y aun así la lista de los hospedados con ese nombre es grande, 27 personas

Darío algo decepcionado responde: -Lo entiendo bueno no quiero molestarle más

Recepcionista: -No es ninguna molestia, es mi trabajo

Darío insistía en la apariencia física de Alexis: -Tiene una bonita melena

Recepcionista: -Como le he dicho antes pasan muchos clientes por recepción y no nos fijamos en cómo van vestidos o como son físicamente, pero si me diera algún detalle más como por ejemplo la edad, cuánto tiempo se queda en el hotel o si viene acompañado o solo, con alguno de esos datos puedo ir más directo al cliente

Darío no había caído en que cuando se conocieron Alexis le comentó todo aquello que le pedía el recepcionista: -Espere, sí que sé esos datos, a ver, tiene 20 años, ha venido con sus padres y creo recordar que se quedará hasta finales de mes

El Recepcionista sonríe a Darío: -Perfecto, ya con esos datos me será mucho más fácil encontrar a su amigo, espere un momento por favor

Darío asiente y se queda esperando nervioso a que el recepcionista encuentre la habitación de Alexis. Por su cabeza no deja de pasarle la reacción que tendrá Alexis cuando abra la puerta y le vea, ¿Le cerrará la puerta? ¿Le gritará? ¿Le recibirá bien?... tantas preguntas que su cabeza le iba a estallar, pero la pregunta que más le pesaba era ¿Qué he hecho para que se fuera así? Debía disculparse de alguna manera.

El Recepcionista llama su atención: -Disculpe, ya he encontrado a su amigo

Darío se alegra y pregunta entusiasmado: -¿En qué habitación se aloja?

Recepcionista: -En la habitación 472 planta 19, conforme sale del ascensor a la derecha

Darío: -Gracias y perdone por las molestias

Recepcionista: -No se preocupe, para eso estamos, para ayudar. Que pase un buen día

Darío se dirige al ascensor pero antes sale del hotel para comprar un pequeño ramo de tulipanes como muestra de arrepentimiento para Alexis. Entre tanto Alexis estaba hablando por Skype con su hermano Alberto

Alexis: -Es que no he podido, me ha invadido el miedo y los nervios, cuando aprenderé- se martiriza demasiado

Alberto: -Pero no seas tonto, deja que todo surja si de verdad te gusta porque parece que este no es como los demás ¿me equivoco hermanito?- le mira con cara algo pícara

Una llave para el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora