Tenue resplandor

"El chico suicida"

La ambulancia frenéticamente para su paso, de ella sale dos paramédicos, una robusta mujer con delicada voz y un brigadista algo joven.

Colocaron a Daniel en una camilla y Nicolas impaciente iba tras ella.

-¿Eres un familiar? -Preguntó el joven

-No.

-Entonces lamento decirte que no podrás subir a la ambulancia.

-¿Qué? ¿Cómo qué no? -preguntó Nicolas sulfurado.

-Lo que escucho ¿Se lo repito? -Pregunto el joven con tono amenazador.

-Solo déjeme entrar -esquivando al brigadista.

-No insista, es mejor que llegue al hospital por su cuenta.

-Es mi novio -Con rabia y frustración-. Necesito saber que estará bien.

-Lo comprendo pero confié en nosotros, él lo estará, si es su novio... ¿no cree que le gustaría verlo ser fuerte por él? Suerte -Dándole palmadas en el hombro.

Acto seguido la ambulancia partió del lugar de muerte, tratando de salvar la inocente vida de una alma turbada en los dolores, prejuicios y sumos pensamientos de la realidad.

*Llamada telefónica*

¿Buenas noches, hablo con algún familiar del señor Daniel? -Una seca y escalofriante voz sonaba por el teléfono.

-Sí, con Kate su hermana.

-¿Mayor de edad?

-Sí.

-Señora su hermano ha sido remitido al hospital central por sobredosis, en este momento se desconoce su estado, se espera lo mejor para salvar su vida, de parte del hospital agradecemos su asistencia en nuestras instalaciones.

*Llamada finalizada*

Kate soltó el teléfono, el sonido del rebotar del aparato irrumpió el silencio que se construía, las rodillas sin ninguna oposición empezaron a ceder ante el peso de Kate, rápidamente terminó en el suelo, con sus ojos adoloridos del llanto, un pensamiento invadió su inocente cabeza: "Soy toda una perdedora", era tarde, una oscura noche contrastante a su "hogar", acompañada de la lluvia y una chica devastada en el suelo, llorando amargas lágrimas, lágrimas de muerte.

*

Nicolas regreso a su casa, donde sus padres lo esperaban expectantes, enojados, confundidos, pero más que todo expectantes...

-Nicolas ¿Qué son estas horas de llegar?

-Mujer cálmate, ahora sí, cuéntanos ¿qué pasó? ¿Por qué lloras?

-Es... -Las lágrimas, rabia y frustración cortaron el dialogo que Nicolas fríamente había planeado para excusarse de desaparecerse de la nada, y por las acciones de su novio.

-¿¡Qué pasó!? -Grito sulfurada la madre de Nicolas.

-Es Daniel, él se... se intentó suicidar -Sonando esas últimas palabras frías, dolorosas de expresar.

Un vacío, frio e incómodo silencio invadió la escena.

-Daniel, ¿Tu amigo? -Preguntó el señor.

Nicolas asintió.

Le dolió mentir en su momento, Daniel ya no era más su amigo, dejo de serlo, ahora representaba más que eso, era el motor, su impulso de luchar por la vida una vez más.

La pequeña, pero no tan pequeña hermana de Nicolas irrumpió en la conversación.

-Nico, no somos su familia, él no está solo, mejor mañana vas a verlo, ya que este más estable y así quizá puedas verlo.