El Barranco

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Soy pésima para los nombres, disculpen xD

Díganme que opinan!!

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Derivar repudiados no implica mayor esfuerzo para Pen, lleva años haciéndolo. Sus movimientos son torpes y descoordinados, así que prácticamente el filo de la espada hace todo el trabajo cuando ellos se arrojan sobre él. Sin embargo, los impuros son totalmente otra cosa. Demasiado veloces y ágiles, tanto que incluso le resulta casi imposible ver sus movimientos. Hunde el filo de su espada en el pecho de un repudiado que parece haber sido un hombre mayor, lleva una camisa azul y solo un viejo zapato. No le toma importancia, ya no lo hace. Da un tirón a la empuñadura de la espada y ve como cae su cuerpo al precipicio. «Una más» piensa mientras sus ojos viajan hacia el final de la ladera. Donde los caballos se pierden, seguidos por un grupo de impuros que intentan afanosamente darles alcance. Es consciente de que Gema ya no es aquella niña desprotegida que conoció y que tampoco está sola, no obstante, una parte de él se siente inquieta y no puede evitar afligirse.

El golpe de un repudiado que intenta alcanzar su cara lo regresa a su realidad, a la batalla que libra junto a sus acompañantes. Logra sacárselo de encima con habilidad, pero un impuro parece haberlo puesto en la mira. Levanta su espada, listo para golpearlo, pero su pie resbala. Ni siquiera se ha dado cuenta que instante ha llegado al borde. Sin poder evitarlo, su cuerpo se tambalea.

― ¡Mierda! ―Maldice antes de que al suelo desaparezca debajo de sus pies y su cuerpo caiga al abismo.

― ¡Pen! ―Grita Alain al darse cuenta de lo que ocurre. Se encuentra unos metros arriba, intentando ocuparse de los repudiados que se precipitan por el sendero― ¡Pen! ―Repite desesperado luchando por librarse de sus atacantes― ¡Maldición! ―Con impotencia ve desaparecer el cuerpo del chico, justo cuando otro par de repudiados se agolpa a frente a él.

Nadie salvo Anisa, parece haberse percatado, además de ser quien se encuentra más próxima al borde. Mira al chico que lucha desesperado por poder ayudar a su amigo y luego hacia el vacío. Duda un instante, pero se libra de su atacante.

― ¡Yo me encargo! ―Anuncia lanzándose. No desea hacerlo, pero justo ahora necesitan aliados y además, Armen ya pidió antes que lo hiciera, así que podría reprocharle no haberlo hecho, por Gema. Maldice para sus adentros y comienza a descender dando saltos mientras sus ojos lo buscan. No está demasiado lejos, pero tampoco tiene mucho tiempo para darle alcance― ¡Maldición!

Pen cae dando tumbos, siente como las rocas golpean todo su cuerpo e incluso rasgan su piel. Sabe que si no consigue un punto de agarre, le espera una muerte segura. Quedan unos metros antes de que las rocas desaparezcan. Intenta no soltar su espada al mismo tiempo que busca algo a lo que sujetarse. Logra que su espada se clave en una saliente y con desespero se aferra a una de las rocas, pero el peso de su cuerpo es demasiado y la superficie se desprende sin más. Su vida pasa frente a sus ojos. Se prepara para caer al vacío, pero antes de que suceda, una mano logra sostenerlo.

―Te tengo ―Dice con una sonrisa lasciva. Pen no puede evitar arrugar el ceño al ver su rostro. De todas las personas o criaturas que habrían podido salvarlo, ella es quien menos desearía que lo hiciera, pero está ahí, sujetando su brazo. Salvándole la vida. Ella su enemiga― ¿Quieres que te suelte? ―Pregunta burlona al adivinar sus pensamientos.

Pen chasquea la lengua. Pero no tiene tiempo para pensar en una buena respuesta y debatir su ironía, pues justo ve descender un impuro.

― ¡Detrás de ti! ―Exclama al ver al impuro listo para atacarla.

La Donante Extras (#1.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora