Capítulo # 2: La llamada.

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Muy tarde en la noche, mis amigos y las amigas de amelia se despidieron, yéndose juntos. Acompañé a Amelia hasta su casa y mientras caminábamos bajo una brisa que caía muy suave sobre nuestras cabezas, hablábamos de la secundaria y los momentos más especiales de esta época.

- Te gustaría ponerte mi chaqueta?- Le dije, al notar que tiritaba.

- Si, gracias, hace frío- Dijo, poniéndose la chaqueta de jean, que era mi favorita- Espera, y tu?- Preguntó con un aire de preocupación.

- No te preocupes- Respondí, sonriendo- Me gusta mucho el frío-

-Oh, genial- Dijo sorprendida, aún tiritando.

Hubo un silencio un poco incómodo, pero luego de unos minutos decidí romperlo diciendo- Y dime, qué haces en tu tiempo libre?- Pregunté, con la intención de conversar

- Siempre tengo tiempo libre- Dijo, con una pequeña risa - Voy de fiesta con mis amigas, leo, salgo a caminar, practico ballet y vengo seguido a este bar, creo que es mi favorito de la ciudad- Suspiró con aire de nostalgia.

-Qué pasa?- Pregunté

- Nada, es solo que siempre, desde que conocí el bar, he tenido la corazonada de que voy a conocer a alguien que me va a cambiar la vida- Me miró esperanzada, y algo sonrojada. 


Sonrió tímidamente y apartó la mirada.


- Sería bonito ser el destino de alguien, no crees?- Le dije filosóficamente, y se rió.

Luego de eso, hubo un silencio gratificante y relajante.


Al caminar unas silenciosas cuadras más, llegamos a la puerta de su casa.

- Aquí estamos- Dijo, algo contrariada

- Entonces... fue un gusto haberte conocido, Amelia. Un gran gusto- Dije tímidamente

- El placer es mio, Matthew- Dijo sonriendo- Entonces... adiós- Empezó a caminar hacia la puerta de entrada

- Espera- Le dije- Me darías tu teléfono? Me gustaría volver a salir contigo-

Le brillaron los ojos de manera inusual.

- No- Respondió. No pude evitar mostrar mi decepción- Dame el tuyo, yo te llamo cuando vaya a volver a salir con mis amigas, ok?- Me preguntó sonriendo, las esperanzas volvieron a mi.

- Ok- Dije sonriendo, le dí mi número, y antes de irme, la miré a los ojos y la abracé. Para mi sorpresa, el abrazo fue correspondido.


- Adiós- Dije alejándome

- Nos vemos- Dijo ella, con un brillo enceguecedor en los ojos y con una sonrisa maravillosa.




Al llegar a mi apartamento, donde vivo con Scott y Sebastian, me dí cuenta que no habían llegado. 

'Seguro se han quedado en algún otro bar' Pensé y luego me dirigí a mi habitación para acostarme.  


El problema era que no podía dormir, no dejaba de pensar en ella: Sus ojos, su cabello, sus labios... no me dormí hasta que mis amigos llegaron, ya que con el ruido que hicieron al llegar, me sacaron de mi trance.


- Matthew! Estas aquí?- Dijo scott, un poco fuerte para la hora que era.

- Vamos, Matt, sabemos que estas en tu habitación- Insistió Sebastian

Yo no quería levantarme, estaba muy cansado ya y tenía ganas de dormir, así que me limité a contestar - Aquí estoy, déjenme dormir. tontos!-

Escuché los pasos de mis amigos dirigiéndose a sus habitaciones, y de repente, todo fue silencio, el cual me arrulló hasta que me quedé dormido.


Unos días después de encuentros ocasionales en el bar, horas y horas de conversar por teléfono,   caminatas, ETC.; me despertó el sonido de mi teléfono. Era ella.
Lo cogí rápidamente y contesté

- Hola?- Dije, nervioso

- Matthew? Hola! Soy yo, Amelia!- Dijo con entusiasmo la voz más hermosa que escuché aquel día

- Hola! Cómo estás?- Respondí igual de entusiasmado.

- Muy bien! Oye, te llamaba para preguntarte... no sé si te gustaría desayunar conmigo-

- Claro que sí! Cuándo partimos?- Dije fuertemente, con una gran sonrisa en mi cara, despertando a Scott y Sebastian

- Ven a mi casa, recuerdas donde vivo. Verdad?- Dijo, se notaba lo emocionada y nerviosa que estaba- Ah, y aún tengo tu chaqueta, espero que no haya problema- Recordé que tenía mi chaqueta desde el día en que nos conocimos

- No te preocupes, sé que la dejé con alguien confiable- Dije, tranquilizándola

- Gracias- Dijo, se notaba en su voz que sonreía tanto como yo

- Me alistaré para salir entonces, y llegaré en 15 minutos-

- Esta bien, te espero, adiós- Me dijo, y yo lo secundé para alistarme

Al salir de mi casa miré al cielo y pensé sonriendo 'Hoy será un gran día'

Otoño en BluesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora