Muy tarde en la noche, mis amigos y las amigas de amelia se despidieron, yéndose juntos. Acompañé a Amelia hasta su casa y mientras caminábamos bajo una brisa que caía muy suave sobre nuestras cabezas, hablábamos de la secundaria y los momentos más especiales de esta época.
- Te gustaría ponerte mi chaqueta?- Le dije, al notar que tiritaba.
- Si, gracias, hace frío- Dijo, poniéndose la chaqueta de jean, que era mi favorita- Espera, y tu?- Preguntó con un aire de preocupación.
- No te preocupes- Respondí, sonriendo- Me gusta mucho el frío-
-Oh, genial- Dijo sorprendida, aún tiritando.
Hubo un silencio un poco incómodo, pero luego de unos minutos decidí romperlo diciendo- Y dime, qué haces en tu tiempo libre?- Pregunté, con la intención de conversar
- Siempre tengo tiempo libre- Dijo, con una pequeña risa - Voy de fiesta con mis amigas, leo, salgo a caminar, practico ballet y vengo seguido a este bar, creo que es mi favorito de la ciudad- Suspiró con aire de nostalgia.
-Qué pasa?- Pregunté
- Nada, es solo que siempre, desde que conocí el bar, he tenido la corazonada de que voy a conocer a alguien que me va a cambiar la vida- Me miró esperanzada, y algo sonrojada.
Sonrió tímidamente y apartó la mirada.
- Sería bonito ser el destino de alguien, no crees?- Le dije filosóficamente, y se rió.
Luego de eso, hubo un silencio gratificante y relajante.
Al caminar unas silenciosas cuadras más, llegamos a la puerta de su casa.
- Aquí estamos- Dijo, algo contrariada
- Entonces... fue un gusto haberte conocido, Amelia. Un gran gusto- Dije tímidamente
- El placer es mio, Matthew- Dijo sonriendo- Entonces... adiós- Empezó a caminar hacia la puerta de entrada
- Espera- Le dije- Me darías tu teléfono? Me gustaría volver a salir contigo-
Le brillaron los ojos de manera inusual.
- No- Respondió. No pude evitar mostrar mi decepción- Dame el tuyo, yo te llamo cuando vaya a volver a salir con mis amigas, ok?- Me preguntó sonriendo, las esperanzas volvieron a mi.
- Ok- Dije sonriendo, le dí mi número, y antes de irme, la miré a los ojos y la abracé. Para mi sorpresa, el abrazo fue correspondido.
- Adiós- Dije alejándome
- Nos vemos- Dijo ella, con un brillo enceguecedor en los ojos y con una sonrisa maravillosa.
Al llegar a mi apartamento, donde vivo con Scott y Sebastian, me dí cuenta que no habían llegado.
'Seguro se han quedado en algún otro bar' Pensé y luego me dirigí a mi habitación para acostarme.
El problema era que no podía dormir, no dejaba de pensar en ella: Sus ojos, su cabello, sus labios... no me dormí hasta que mis amigos llegaron, ya que con el ruido que hicieron al llegar, me sacaron de mi trance.
- Matthew! Estas aquí?- Dijo scott, un poco fuerte para la hora que era.
- Vamos, Matt, sabemos que estas en tu habitación- Insistió Sebastian
Yo no quería levantarme, estaba muy cansado ya y tenía ganas de dormir, así que me limité a contestar - Aquí estoy, déjenme dormir. tontos!-
Escuché los pasos de mis amigos dirigiéndose a sus habitaciones, y de repente, todo fue silencio, el cual me arrulló hasta que me quedé dormido.
Unos días después de encuentros ocasionales en el bar, horas y horas de conversar por teléfono, caminatas, ETC.; me despertó el sonido de mi teléfono. Era ella.
Lo cogí rápidamente y contesté- Hola?- Dije, nervioso
- Matthew? Hola! Soy yo, Amelia!- Dijo con entusiasmo la voz más hermosa que escuché aquel día
- Hola! Cómo estás?- Respondí igual de entusiasmado.
- Muy bien! Oye, te llamaba para preguntarte... no sé si te gustaría desayunar conmigo-
- Claro que sí! Cuándo partimos?- Dije fuertemente, con una gran sonrisa en mi cara, despertando a Scott y Sebastian
- Ven a mi casa, recuerdas donde vivo. Verdad?- Dijo, se notaba lo emocionada y nerviosa que estaba- Ah, y aún tengo tu chaqueta, espero que no haya problema- Recordé que tenía mi chaqueta desde el día en que nos conocimos
- No te preocupes, sé que la dejé con alguien confiable- Dije, tranquilizándola
- Gracias- Dijo, se notaba en su voz que sonreía tanto como yo
- Me alistaré para salir entonces, y llegaré en 15 minutos-
- Esta bien, te espero, adiós- Me dijo, y yo lo secundé para alistarme
Al salir de mi casa miré al cielo y pensé sonriendo 'Hoy será un gran día'
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Otoño en Blues
RomanceAmor hecho blues, un otoño en el cual caen tantas hojas naranja como notas musicales que marcan una melodía nostálgica