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La chica se separó lentamente de él sin dejar de mirarlo, se desplomo sobre el colchón a su lado con la respiración agitada y su mirada fija en el techo blanco.

-¿Y? ¿Ya eres heterosexual? - Habló alice, sonriendo ante lo estúpido que eso había sonado, o de lo estúpido que era lo que estaban haciendo.

-No, ¿Te has olvidado ya de él? –Respondió casi instantáneamente el rubio, sonriendo por lo estúpida que era esa conversación.

– No – durante unos instantes la atmosfera se lleno de un extraño silencio. - ¿Una mamada?

– Claro – Se encogió de hombros.

Cuando se dio cuenta ella ya estaba deslizándose debajo de las sabanas atrapando el miembro de luke en su boca. Luke fue a decir algo cuando un gemido le interrumpió.

"A la mierda" pensó, para después deslizar sus dedos entre el cabello de la castaña.

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–¿Estás seguro de esto ashton? – La preocupación estaba presente en la temblorosa voz de Michael, y es que estaban a punto de hacer algo que a su parecer era una total locura.

No podía dejar de pensar que los iban a pillar y a la mañana siguiente tendría que encontrarse a su madre en una comisaría con esa cara de decepción y a punto de estrangularle.o

–No seas tan agonías mikey. – Dijo la morena que iba de la mano de calum, quien dejó un besó en el cabello de ella después de sus palabras.

– No va a pasar nada, idiota. – dijo sonriente ashton mientras hacía su trabajo con un par de horquillas en el candado de la puerta. – y... ya está. – dijo abriendo la puerta con una sonrisa triunfante.

Michael mordió su labio tragándose las ganas de protestar una vez más y siguió a los demás adentrándose en esa propiedad privada de la que ni si quiera sabía quién era el dueño. Alguien bastante adinerado, lo suficientemente tonto como para dejar tan fácilmente una casa sola con cosas de tanto valor dentro, pensó él.

El teñido empezaba a pensar que algo iba muy, pero que muy mal en las cabezas de sus amigos como para pasar de emborracharse cada dos días hasta el punto de tomar drogas y ahora, robar. Tan sólo para comprar más droga.

¿Pero qué mierda tienen en la cabeza? Ni si quiera debería estar aquí, estamos jodidos. Michael pensaba cada cinco segundos mientras seguían su silenciosa caminata hasta llegar a un dormitorio.

Michael solía temer a las consecuencias desde pequeño, siempre pensaba en el después antes de hacer la mínima acción. Había aprendido a hacerlo después de equivocarse demasiadas veces, pensaba él. Y ahí estaba, arriesgándose, algo que nunca le había gustado. Metiéndose de lleno donde dijo que nunca lo haría.

-Matt dijo en el cajón de abajo a la izquierda, idiota. – Dijo la de los ojos azules, que sin darle tiempo al rizado a hacerlo fue ella directamente a buscar en dicho cajón.

Josh, quien se había quedado en la puerta vigilando, apareció exhausto entrando corriendo en la sala.

-¡Tenemos que irnos! ¡Ya!- Dijo en cuanto pudo recuperar el aliento.

Michael ni si quiera se giró a ver como la morena cogía el dinero rápidamente o le preguntó a su amigo el por qué como hizo el idiota de ashton, simplemente echó a correr por donde habían venido con calum pisándole los talones.

Todo pasó a cámara lenta en los ojos del teñido. Él tropezándose, ashton ofreciéndole una mano, y luego tan sólo el irritante sonido de las sirenas de los policías retumbando en sus orejas mientras corrían lo más rápido que podían cogidos de las manos.


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sex; muke au (slow updates)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora