Beca es una chica normal, morena de intensos ojos color chocolate, sonrisa perfecta y preciosa. Era todo lo que una chica de dieciséis años quiere ser, tenia unas amigas increíbles que eran como su segunda familia, estaba en el ultimo año de segundaría, viajaba en cada oportunidad que tenia y tenia día sí y día también a cualquier chico poniendo interés en ella. Tenia que esforzarse mucho para poder pasar a bachiller y poder llegar a entrar en la universidad para estudiar la carrera que quería: filología inglesa.
Para poder ir a la universidad llevaba desde pequeña intentando tener las mejores calificaciones para poder hacer selectividad con los conocimientos suficientes como para aprobar y poder elegir universidad, desde que su hermano Roberto había ido a la universidad, ella había empezado a hacerse a la idea de ir a la misma que él.
Aunque le costaba estudiar durante horas para que su memoria retuviera lo que tenia entre manos, ella se esforzaba lo indecible para conseguirlo esperando tener una buena nota como recompensa a tantas horas de estudios.
Estaban en primavera, al día siguiente tenían un examen muy importante que daba los tres tercios de la nota final de la evaluación. Estaban en la biblioteca desde temprano sin despegar la mirada de los libros, Beca ya no podía estudiar mas, tenia un fuerte dolor de cabeza y necesitaba despejarse.
- Ya no puedo mas, me va a explotar la cabeza. - murmuró dejando el bolígrafo con el que escribía sobre el libro que tenia delante.
- Vamos, media hora mas y nos vamos a comer. - insistió Beatriz sin levantar la mirada del libro.
- Bea, me va a explotar la cabeza... - se quejó dejándose caer hacia atrás en la silla.
Beatriz levantó su mirada color miel hacia ella con una expresión divertida, le sonrió mostrando sus dientes blancos y dejó el bolígrafo sobre la mesa, se pasó una mano por su pelo rubio hacia atrás y suspiró.
- ¿Nos vamos a comer y volvemos? - preguntó con cansancio.
- Sí, por favor, me muero de hambre... - se rió asintiendo - ¿Llamamos a las chicas? - preguntó cogiendo su móvil y haciendo un gesto con este.
- Creo que también tenían que estudiar. - hizo una mueca cerrando el libro y empezando a recoger – Pero llámalas si quieres, a lo mejor pueden venir. - se encogió de hombros.
Beca frunció el ceño por esa contestación, Bea siempre estaba deseando de quedar con las chicas para ir a cualquier parte, pero desde unos días atrás, parecía que no quería saber nada de ellas.
Eran cinco amigas inseparables, Jazmín, una chica simpática y extrovertida, risueña, de ojos marrón verdoso que hacia su piel blanca resaltar mas aun de lo que ya lo hacia junto con su pelo negro azabache; Eva, una chica con una melena hasta el hombro rubio ceniza, sus ojos marrones; Ariadna, una chica alta con una figura espectacular de ojos verdes, larga melena morena con destellos dorados.
Se conocían desde que eran pequeñas y siempre iban juntas a todas partes, aunque Ariadna, Jazmín y Eva fueran un año mayor que Beatriz y Beca, desde que se conocieron, habían estado juntas y no se separaban para nada salvo para algún viaje que hacían o cuando se iban de vacaciones con sus respectivos padres.
- Bea, ¿ha pasado algo que yo no sepa? - preguntó Beca en un susurro, mirándola después de recoger sus libros y meterlos en la mochila.
- No ha pasado nada, es simplemente que Ari no me habla por lo que pasó el fin de semana pasado aunque ya le he dicho que no pasó lo que cree. - respondió de igual manera, mirándola con un suspiro.
Beca bufó empezando a caminar con Beatriz a su lado negando con la cabeza.
Mientras salían de la biblioteca, Beca hizo memoria para recordar lo que había pasado en ese fin de semana, solo recordaba que habían ido a cenar fuera como solían hacer cada viernes y sábado antes de ir a tomar algo a su bar de costumbre. Recordó que mientras que iban caminando hacia este, se encontraron con unos chicos de la clase de Ariadna, uno de ellos era el chico que le gustaba, pero cuando las vio, se acercó a Beatriz para hablar con ella sin hacerle el menor caso a Ariadna, lo que la molestó enormemente, sobre todo cuando Beatriz fue a por las bebidas a la barra y los vio hablando en esta, viendo también como su amiga aceptaba la invitación que el chico le había echo de tomarse algo con ella.
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¿Quererte? ¿De qué me sirve?
Teen FictionBeca, dieciséis años, alta, morena de profundos ojos color chocolate, dulce y cariñosa, inocente. Su sueño: encontrar al chico de su vida y poder, algún día, subirse a un escenario para hacer lo que mas le gusta: cantar. Marcos, veintitrés, estudian...