Estaban en la última semana se exámenes para terminar el curso, cada una se había encerrado en casa para estudiar y aprobar todos los exámenes, librándose así de tener que estar estudiando en verano.
Beca estaba en su habitación, sentada en la cama con la espalda apoyada en el cabecero mientras releía los apuntes que había cogido semanas atrás en clase, tenía una suave música puesta de fondo para relajarse y poder estar centrada sin escuchar la televisión fuerte desde el salón donde se encontraba su abuela.
Estaba haciendo un resumen del tema en su libreta cuando tocaron a la puerta suavemente haciéndola sobresaltar.
- Pasa. - dijo con un suspiro, dejando la libreta a un lado.
La puerta se abrió dejando aparecer a su madre con un vaso de zumo de naranja natural, se acercó a ella con media sonrisa para sentarse en el filo de la cama.
- ¿Cómo vas? - preguntó tendiéndole el vaso.
- Bueno, aquí voy intentando que me entre en la cabeza. - se encogió de hombros dando un trago al zumo.
- No quiero molestarte, pero quería avisarte de una cosa.
- Pues dime. - se rió antes de dar otro largo trago.
- Me ha llamado Claudia, ¿te acuerdas de ella? - preguntó mirándola curiosa.
- Claro, la madre de Marcos y Anastasia, tu amiga de toda la vida. - sonrió asintiendo.
- Vale, creía que no te ibas a acordar. - se rió – Bueno, a lo que iba. - sonrió cogiendo el vaso vacío de las manos de su hija – Me ha llamado para hacer una quedada todos, es decir, tu padre y yo junto con ella y su marido, y vosotros, claro está. - se rió.
- Pero, ¿cuándo va a ser eso? - preguntó frunciendo el ceño – Lo digo porque yo no puedo hasta que no termine los exámenes, mamá. - hizo un gesto hacia los libros que tenía a su alrededor.
- Lo sé, por eso venía a preguntarte cuándo terminas y todo eso. - sonrió.
- Si no suspendo ninguno, para después de la cena de graduación estoy libre. - explicó encogiéndose de hombros – Aunque no sé cuando terminará Rob. - hizo una mueca.
- Termina después que tú, tiene mas exámenes, ya he hablado con él y me ha dicho que te preguntara primero para acordar el día.
- Pues diles que para dentro de tres semanas y ya está, para que podamos estar todos, ¿no? - sugirió con una mueca – Aunque hace mucho que no veo ni a Marcos ni a Anastasia, supongo que ella estará igual que yo con exámenes y él, pues no sé si estará en la universidad o no. - se encogió de hombros.
- Ni idea, cariño, hacía meses que no hablaba con Claudia y me ha sorprendido que me llamara hoy, la verdad. - confesó – Me ha dicho que quería volver a hacer lo que hacíamos hace ocho años, eso de juntarnos en la casa del campo, que pasáramos allí los fines de semana...
- Me acuerdo, hace tiempo, pero aun recuerdo esos días. - se rió asintiendo.
- Pues quieren volver a aquello. - sonrió – Tu padre está encantado porque adora juntarse con Quique, así que, vamos a volver a las andadas. - se rió encogiéndose de hombros.
- Me parece bien, papá necesita dejar de trabajar un poco y descansar. - sonrió.
Ana se rió levantándose de la cama, dejó un beso en la frente de su hija y salió de la habitación para dejar que estudiara tranquilamente, Beca se echó a reír viéndola salir cerrando la puerta despacio y se metió de nuevo en los libros, centrándose todo lo posible.
ESTÁS LEYENDO
¿Quererte? ¿De qué me sirve?
Fiksi RemajaBeca, dieciséis años, alta, morena de profundos ojos color chocolate, dulce y cariñosa, inocente. Su sueño: encontrar al chico de su vida y poder, algún día, subirse a un escenario para hacer lo que mas le gusta: cantar. Marcos, veintitrés, estudian...