Capítulo 2. (Parte 1)

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"Tras Las Puertas De Seika"



Viernes.


Baje las escaleras de mi casa y me encontré con la imagen de mi padre desayunando en el comedor.

-Sigo contando los días para que traigas un chico a casa Rin –dijo mi padre mientras sostenía un bocado entre sus palillos.

Mi padre creía que yo era una antisocial de lo peor y que si no tenía amigos, siquiera seria lindo que tuviera novio, esa era su forma de pensar, la cual no encajaba con la mía.

-Sé un padre normal y prohíbeme los novios –dije y me senté frente a el –mejor cómprame lápices de color.

-Apuesto a que si te lo prohibiera, saldrías con chicos – me miró fijamente – conozco a la juventud de hoy en día – acomodo sus gafas – Además te compre una caja de lápices de color la semana pasada.

-Tienes razón, apuesto a que saldría con un chico diferente cada día –dije sarcástica –y con lo de los lápices de color... - le pedí que se acercara, puse mi mano cerca de mi boca y comencé a susurrar –no cuenta si son colores que le compras a un niño para que pinte un dibujo y se sienta artista. –Él se alejó –sabes la clase de dibujos que pinto.

-Específica a la próxima

-Lo siento Señor Papá, creí que conocías a tu hija lo suficiente como para saber que caja de lápices de color llevar a casa -¿Qué haríamos los seres humanos sin el tan mencionado sarcasmo?

-Lo siento Señorita hija, no volverá a pasar, la próxima vez que vaya al supermercado te enviare un mensaje de texto para que me dictes las medidas exactas de cada color – en esta casa, o eras sarcástico, o no eras de la familia.

-Wow ¿sabes en que consiste un mensaje de texto?... eres de los padres buenos –reí mientras el rodaba los ojos. –Sabes acabas de confirmar la razón por la cual tengo lápices de color para niños de 6 años..., los compraste en el supermercado...

-¿Y? si están ahí es para ser comprados, todo lo que está ahí tiene ese propósito. –Mi padre y su filosofía sobre productos del supermercado, que mejor manera de comenzar mí mañana.

-Se me hace tarde –dije mirando el reloj de mi muñeca –no quiero dejar a medias esta interesante conversación, pero ya sabes... los Senseis y esa extraña regla de llegar temprano a clases... -me acerque a él y lo bese en la mejilla –compra unos que no lleven por título "Nubecita de color" o "Pececito Azul" –dije refiriéndome a los colores.

-Espero que con tu consejo salve algunas vidas -dijo.

-Le darás vida a mis creaciones –dije y me despedí

Subí a mi habitación y tome mi mochila de Totoro. (Regalo de mi abuela.)

Baje las escaleras y me dirige hasta la puerta.

-Rin, ¿no piensas desayunar?- ¿enserio Mamá? ¿Te enojas con tu hija por que no toma un desayuno balanceado cada mañana?... no quiero saber cómo te pondrás cuando salga a clubes y llegue a las 2 de la madrugada... *cosa que no creo hacer porque a las 8 de la noche ya estoy más dormida que un bebé*

-Iré a alimentar mi cerebro Mamá, ¿no es suficiente alimentación con eso?... además ya voy tarde –señale el reloj de casa.

-Toma tu bentō y que tengas un lindo día –coloco mi merienda frente a mí.

Blind In Your Darkness.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora